Menu

Escuche Radio América

¿Pero... Entiendes lo que lees?

  • Fecha de publicación: Jueves, 16 Agosto 2012, 04:07 horas

Vamos a iniciar una serie de artículos relacionados con el asunto, de que si somos bíblicos, debemos serlo en el verdadero sentido de la palabra.  Suceden algunas cosas en nuestro medio en estos días, que uno no las creería, si no tuviera que vivirlas.

 El hermano Marcos Andrés Nehoda de Buenos Aires me envió un escrito, parte del cual quiero compartir con ustedes.  El artículo se relaciona con una emisora muy conocida para mí, incluso del fundador de ese ministerio, si es que se puede llamar así, el señor Harold Camping de Family Radio, cuya sede se encuentra en Oakland, California.

La carta del hermano Nehoda dice así: «Hace unos años escuchaba un programa radial por onda corta.  Se llama Family Radio, de Oakland, California, USA.  En realidad, no prestaba mucha atención, porque pasaban himnos y lecturas bíblicas sin comentarios.  Luego, con una voz monótona leían un estudio bíblico.  Allí era cuando dejaba de escuchar.

Pero ahora he recibido tres libros de ellos y quedé asombrado.  Aseguran que solamente doscientos millones de personas serán salvas y que el Señor vendrá a arrebatar a Su Iglesia en mayo del año 2011.  El autor de estos tres libros es Harold Camping.

Libro ¡Ya casi llegamos!
Páginas 2 y 3: ‘...Por la manera en que Dios escribió la Biblia, las verdades de la misma han sido reveladas a la humanidad en tres partes.  La primera parte de la Palabra escrita que Dios proveyó fue el Antiguo Testamento... Dios comenzó a escribir la segunda parte del pacto, llamado Nuevo Testamento... en estos días, tan cerca ya del fin del tiempo, Dios, por tercera vez, está revelando mucha verdad adicional...’.

Página 66: ‘...Debemos entender que Dios está declarando de manera definitiva que Él espera que todos sus elegidos conozcan absolutamente que en el año 2011 habrá de tener lugar el fin del mundo’.

Página 72: ‘...Podemos estar seguros de que el rapto ocurrirá el 21 de mayo de 2011, y el día final de la historia del mundo será el 21 de octubre de 2011’.

Página 75: ‘...Hay quienes han vivido y han muerto sin haber oído o leído jamás ninguna palabra de la Biblia... tenemos que creer que ninguna de estas personas fueron elegidas por Dios para ser salvas.  En consecuencia, no fue necesario que Dios las pusiera en ningún momento de sus vidas al alcance de la Palabra de Dios para que pudieran oírla’.

Libro Tengo la esperanza de que Dios me salve
Página 7: ‘Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros’.  La palabra ‘todos’ en este versículo hace alusión a todos los elegidos, es decir, a todos aquellos a quienes Dios eligió desde antes de la fundación del mundo para que llegaran a ser salvos’.

Página 10: ‘...La pena por el pecado debe ser pagada, y el pago que demanda la Ley de Dios es la destrucción.  Una vez que una persona es lanzada al lago de fuego, es aniquilada, destruida para siempre jamás’.

Página 15: ‘Debemos estar conscientes del hecho de que hoy por hoy, nadie puede llegar a ser salvo en las iglesias.  No obstante, la Biblia nos enseña que fuera de las iglesias, sí hay una gran cosecha de verdaderos creyentes que están siendo traídos al reino de Dios’.

Página 20: ‘...El hecho de creer en Cristo puede observarse en la vida de cualquier persona que no sea salva’.

Página 21: ‘...Debemos hacer hincapié nuevamente en que esta obra de creer no puede garantizar ni contribuir en modo alguno a la salvación de una persona... si el plan de Dios es salvarla, ese es el entorno adecuado para que Dios aplique su Palabra al corazón de esa persona’.

Página 32: ‘En Romanos 10:13 dice que ‘todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo’, pero, a partir de lo que dice ese versículo no podemos llegar a ninguna conclusión con respecto a la salvación’.

Página 37: ‘Leemos en el versículo tan conocido de Juan 3:16: ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’.  Ahora bien, nosotros sabemos que la expresión ‘todo aquel’ solamente puede referirse a los elegidos por Dios.  Lo cierto es que si ellos creen en Él es porque Dios les ha dado vida eterna.  El hecho de haber creído es el resultado de que Dios los haya salvado’.

Páginas 42 y 43: ‘Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia’.  ‘Creer’ es una obra y nuestras obras jamás pueden ser parte de nuestra salvación... la fe de Abraham nunca podría haberle sido contada por justicia... deberíamos leer este versículo de Génesis 15:6 de la siguiente manera: ‘Y creyó a Jehová porque Él le contó por justicia’.

Página 50: ‘Usted también tiene que arrepentirse del pecado de haber seguido un evangelio equivocado, y orar, y esperar que Dios, en Su gran misericordia, le haya elegido para ser salvo’.

Página 52: ‘...Los seres humanos que no son salvos deben tratar de obedecer las leyes de Dios, abrigando la esperanza de haber sido incluidos dentro del plan de Dios para la salvación, y orando porque así pueda ser’.

Página 62: ‘Estamos viviendo en una época en la que Dios está salvando a una gran multitud, la cual ningún hombre puede contar (Ap. 7:9).  Más aún, la Biblia declara que Dios eligió a ciertos individuos, se los dio a Cristo, y Cristo pagó por todos los pecados de ellos’.

Libro ¡A Dios sea la gloria!
Página 10: ‘...Cuando un individuo que no es salvo muere... en ese mismo momento, ese individuo está siendo ejecutado en pago por sus pecados’.

Página 11: ‘Dios nos ha dado a los verdaderos creyentes información suficiente, procedente sólo de la Biblia, que nos permite saber con gran exactitud el día, el mes y el año del fin del tiempo’.

Página 19: ‘La era de la Iglesia terminó en 1988, y por ello, nadie puede llegar a ser salvo mientras se halle bajo la autoridad de una congregación local’.

Página 27: ‘...El Señor Jesucristo murió dos veces en conexión con la expiación.  Él murió antes de la fundación del mundo, como el Cordero que fue inmolado (Ap. 13:8), y también murió en la cruz, para demostrarnos a nosotros y al mundo de qué manera Él había pagado por nuestros pecados.  La duplicación de Su castigo concuerda con el principio expuesto en Génesis 41:32’.

Página 32: ‘...Dios ya dejó de usar a las iglesias para predicar el evangelio’.

Página 34: ‘Cristo no podía ser llamado ‘el Hijo’ hasta que resucitara de entre los muertos’.

Página 35: ‘...Si Cristo ya había llevado a cabo toda la obra que se requería para salvar a los que Él escogió para que fueran salvos a (los elegidos) antes de crear el mundo, ¿por qué tuvo que morir de nuevo en la cruz?  Dios contesta esa pregunta.  En Lucas 3:6 Dios declara: ‘Y verá toda carne la salvación de Dios’.  Él envió a Jesús a esta tierra para mostrarle física y literalmente al mundo lo que Él ya había hecho para pagar por los pecados de los elegidos’.

Página 44: ‘...Dios puso a Satanás en todas las iglesias, y le permitió gobernar en todas las iglesias en todo el mundo.  Al mismo tiempo, Dios abandonó a las iglesias en lo que a salvación se refiere’.

Página 55: ‘Cristo ahora ha revelado que no vendrá como ladrón en la noche.  La gran tribulación terminará en mayo 21 del 2011.  Mayo 21 del 2011 marcará el final del programa divino de salvación.  Los que se queden, estarán divididos en dos grupos.  Casi una tercera parte de ellos, o casi dos mil millones de ellos, serán gente de iglesia.  El grupo restante consistirá en las demás personas del mundo...’.

Página 56: ‘...En ese día sucederá un terremoto de proporciones gigantescas, que en todo el mundo, todos los sepulcros, todo lugar de sepultura, se abrirán violentamente.  Y los restos mortales de la gente que habían sido enterrados allí serán arrojados a la superficie.  (Excepto los restos de los creyentes verdaderos, porque sus restos se convertirán en un cuerpo glorioso que es raptado)’.

Página 57: ‘Al final de los 153 días de este gran horror, que es llamado el Día del Juicio (mayo 21 a octubre 21, 2011), el fin de este mundo llegará.  La tierra y todas sus obras serán quemadas, al igual que todo el universo será destruido.  La interpretación tradicional del plan del juicio divino, que enseña que el pecador estará eternamente en un lugar llamado infierno, sufriendo tormento espantoso, es totalmente contrario a las enseñanzas de la Biblia’.

Página 60: «...Cuando la Biblia habla de resurrección de justos e injustos, ello definitivamente no está implicando que los que no son salvos serán resucitados... En vez de eso, esto enseña que los que no son salvos serán resucitados (arrojados de los sepulcros) para ser profanados’.

Página 67: ‘Podemos estar completamente seguros de que el número exacto de personas que Dios planea salvar es de 200 millones.  Esto incluye a todas las personas sin excepción que serán raptadas en mayo 21 del 2011’.
Página 72: ‘Dios tomó una naturaleza humana y vino personalmente a este mundo para demostrar literalmente cómo sufrió Él antes de la fundación del mundo a favor de los 200 millones de personas a las que Él había venido a salvar’.

Página 73: ‘Esta información de tiempo está disponible para todo el mundo en internet y en la radio de Onda Corta.  Está disponible gratuitamente y con franqueo pagado en muchos idiomas para cualquiera que escriba o llame para pedirla.  Todos sin excepción deberían estar enterados de la misma’.
Página 78: ‘...La Biblia enseña que la ira de Dios ahora está sobre cada una de las iglesias que se encuentran en todo el mundo’».

Vamos a comentar un poco esto.

Libro ¡Ya casi llegamos!
Aquí la herejía más importante es que... “Dios está revelando muchas verdades adicionales”. Es demasiado obvio que tal enseñanza NO proviene de Dios, ya que esto contradice todo cuanto tenemos en los 66 libros de la Biblia.  Nos basta ver textos como estos: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.  Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:14-17).

Unos 900 años A.C. el salmista escribió: “En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en él esperan”(Sal. 18:30).

“Toda palabra de Dios es limpia; él es escudo a los que en él esperan.  No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso” (Pr. 30:5, 6).
“No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno” (Dt. 4:2).
“Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás” (Dt. 12:32).
“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.  Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro” (Ap. 22:18, 19).

La epístola a los Hebreos fue escrita entre los años 67-69 desde Italia: “Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos.  Los de Italia os saludan”(He. 13:24).

Ahora, si Dios está revelando una verdad adicional, ¿por qué el mismo Señor aseguró una y otra vez que “el día y la hora” de Su venida nadie lo sabe?: “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre…  Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mt. 24:27, 36).

•    “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Mr. 13:32).  ¿Quiere decir que el señor Camping sabe más que el Hijo de Dios, quien dice que “ni el Hijo” lo sabe, mientras él asegura que sí tiene conocimiento y hasta da una fecha? •    “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá” (Lc. 12:40). Entonces, ¿será que las palabras de Jesús no tienen ningún significado, porque el señor Camping ya nos dijo el día, la hora y el año?
•    “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche”(1 Ts. 5:2).
“He aquí, yo vengo como ladrón.  Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza” (Ap. 16:15).
“Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana” (Mr. 13:35).

Usted no necesita ser un experto en Teología y en este caso en Escatología, para darse cuenta del engaño de cuantos siguen fijando la fecha del arrebatamiento de la Iglesia.

Notemos de nuevo lo que este hombre dice en su libro ¡Ya casi llegamos!:

Página 66: «...Debemos entender que Dios está declarando de manera definitiva que Él espera que todos sus elegidos conozcan absolutamente que en el año 2011 habrá de tener lugar el fin del mundo».

Página 72: «...Podemos estar seguros de que el rapto ocurrirá el 21 de mayo de 2011, y el día final de la historia del mundo será el 21 de octubre de 2011».

Pero aquí no termina el fatalismo de este sujeto, ya que dice además que muchos vivieron y murieron sin haber escuchado jamás nada de la Biblia, y todo ocurrió porque “no fueron elegidos”, para ser salvos.

La Biblia dice que el evangelio de la gracia divina es el broche de la revelación divina: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (He. 1:1, 2).

En otros artículos hemos visto de cuántas maneras Dios se ha revelado a los hombres y dijimos que lo ha hecho a través de la elección de Israel y su liberación de la esclavitud en Egipto.

Hemos hecho mención cómo Él se manifestó a través de la misma creación, citando para ello textos como el Salmo 8:1-4: “¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!  Has puesto tu gloria sobre los cielos; de la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo.  Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?”.
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.  Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.  No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.  Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.  En ellos puso tabernáculo para el sol; y éste, como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.  De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor” (Sal. 19:1-6).
•    “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.  Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.  Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”(Ro. 1:18-21).
•    “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.  Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, estos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio”(Ro. 2:12-16).

Ahora, vamos a cambiar un poco aquí para que sea más claro y el cambio no será de ninguna manera arbitrario: “Porque todos los que sin oír el evangelio pecaron, ellos también perecerán por no haber oído.  Y todos los que bajo el evangelio han pecado, por el evangelio serán juzgados, porque no son oidores del evangelio.  No todos los oidores del evangelio son justos ante Dios, sino que sólo los hacedores serán justificados”. Lo que significa es que la persona que no oyó el evangelio, aunque no pudo oírlo, Dios puso algo en su ser que es la conciencia, y de acuerdo a la luz que reciban, la conciencia los acusa o los defiende que Dios sí existe.  Nunca leyeron los salmos, nunca leyeron el evangelio, nadie les habló, pero ellos se dejaron guiar por su propia conciencia y no por las cosas malas.

Cualquier persona en su juicio cabal puede llegar a esta conclusión.  Pablo dice que al final “…Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a su evangelio”(Ro. 2:16).  No conforme al evangelio de Camping.  Lo que Pablo predicaba, era el evangelio que transforma vidas, sin embargo a pesar de todo no es absolutamente necesario que las personas lo oigan para que sean salvas.  No tengo la menor duda que cuando estemos en la presencia del Señor, allí nos veremos rodeados de mucha gente, y cuando les preguntemos cómo fueron salvos, quién les habló del evangelio, seguramente nos contestarán: «¿Qué es eso? A mí nadie me habló». Es claro que no podrán explicar cómo es que están allí.

Sin embargo, es necesario aclarar que serán esos QUE NUNCA TUVIERON LA OPORTUNIDAD DE SER EXPUESTOS AL MENSAJE DE SALVACIÓN, porque nacieron y vivieron en un lugar remoto y nunca oyeron hablar del Dios verdadero y de su gracia salvadora.

Cuando Pablo dice que los secretos de los hombres serán juzgados conforme al evangelio, acorde con lo que es el Señor, encontrará que aquellos que nunca lo oyeron sí hicieron lo que enseña su Palabra.

El ejemplo de cuán cierto es que el pecador puede conocer a Dios aún sin haber escuchado el evangelio, lo tenemos en la persona de Abraham, así lo declara este pasaje de la Escritura: “Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.  Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo”(Neh. 9:6-8).

¿Es cierto esto?  ¿Podemos comprobar que Abraham “leyó” el evangelio que describe el salmista en los Salmos 8 y 19?  Busque la respuesta en Génesis 15:1-6 y Santiago 2:23.

“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.  Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?  Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.  Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.  Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar.  Y le dijo: Así será tu descendencia.  Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”(Gn. 15:1-6).  Aquí no están los millones del señor Camping, porque la descendencia no es solamente la de los hebreos, sino la de todos los salvos, tanto judíos como gentiles que al final será una generación innumerable.

La nueva Jerusalén que aparece en el capítulo 21 de Apocalipsis que desciende del cielo, si se posara en la tierra cubriría los países alrededor de Israel y entraría en el mar Mediterráneo.  Tendrá unos 2.200 kilómetros de lado: ancho, largo y alto.

A alguien se le ocurrió sacar la cuenta, respecto a cuántas personas podrían vivir allí teniendo una propiedad cómoda, y estimó que podrían ser unos cuarenta y siete mil millones.  Y para que usted tenga una idea, de acuerdo con el World POP Clock from US Bureau of the Census, el reloj de la Agencia de Censos de Estados Unidos que marca la población mundial, la misma ya excedió a los siete mil cincuenta millones.  Tenía razón Dios cuando le dijo a Abraham: “Mira... las estrellas, si las puedes contar… así será tu descendencia”. Y repetimos, no está hablando solamente de los judíos.
“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” (Stg 2:23).

Tanto los falsos profetas como los predestinistas nunca están seguros de su salvación.

Otro libro, titulado Tengo la esperanza de que Dios me salve, dice en la página 10: «...La pena por el pecado debe ser pagada, y el pago que demanda la Ley de Dios es la destrucción.  Una vez que una persona es lanzada al lago de fuego, es aniquilada, destruida para siempre jamás».

Puesto que para este tipo de “evangelio” la salvación es asunto de suerte, como quien juega a la lotería, bien podría llamarse “La lotería de la salvación”.

De acuerdo con esto, el Señor en realidad miente en textos tales como estos:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”(Jn. 1:12).
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”(Jn. 3:16).
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”(Jn. 5:24).
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie(ni siquiera Camping) las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”(Jn. 10:27-29).

Es notable que tanto los católicos romanos, los predestinistas y ahora los seguidores de Camping, todos creen que la prueba de que una persona es o no salva, es su conducta ante los demás, no ante Dios.

¿Enseña esto la Biblia?  Dios mismo ha sellado a cuantos le pertenecen: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”(Ef. 1:13, 14).

Nuestra salvación no depende necesariamente de nuestra conducta, sino de la conducta de nuestro Salvador.  La buena conducta son siempre las obras, y ciertamente ¡qué bueno sería que todos los cristianos tuviéramos una conducta intachable!

Esta es la razón por qué la alternativa divina fue, es y será siempre la gracia, NO LAS OBRAS.
Las obras vienen después y tienen que ver, no necesariamente con nuestra salvación, sino con nuestro galardón preparado por el Señor para todos aquellos que vivieron una vida de santidad y dedicación a Él.  Si tiene mala conducta, muy probablemente se cumpla en usted lo de 1 Juan 2:28: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”.
¿Cómo interpreta Family Radio Juan 3:16?

Página 37: «Leemos en el versículo tan conocido de Juan 3:16: ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’.  Ahora bien, nosotros sabemos que la expresión ‘todo aquel’ solamente puede referirse a los elegidos por Dios.  Lo cierto es que si ellos creen en Él es porque Dios les ha dado vida eterna.  El hecho de haber creído es el resultado de que Dios los haya salvado».

Notemos cómo interpreta este hereje la justificación de Abraham.

Páginas 42 y 43: «‘Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia’. ‘Creer’ es una obra y nuestras obras jamás pueden ser parte de nuestra salvación... la fe de Abraham nunca podría haberle sido contada por justicia... deberíamos leer este versículo de Génesis 15:6 de la siguiente manera: ‘Y creyó a Jehová porque Él le contó por justicia’».

Página 10: «...Cuando un individuo que no es salvo muere... en ese mismo momento, ese individuo está siendo ejecutado en pago por sus pecados».

Página 10: «...La pena por el pecado debe ser pagada, y el pago que demanda la ley de Dios es la destrucción.  Una vez que una persona es lanzada al lago de fuego, es aniquilada, destruida para siempre jamás».

Por lo visto este “dios” que se contradice según esta enseñanza, al insistir que nadie sabe cuándo se producirá el rapto, es también un verdadero tirano cuando dice: «La pena por el pecado debe ser pagada».

¿Acaso no es cierto que el Señor lo hizo por nosotros?:

•    “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.  Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.  Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”(Is. 53:4-6).
“Diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.  Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado”(Ro. 4:7, 8).
•    “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”(1 P. 2:24).
•    “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados”(Col. 2:13).
•    “Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.  Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”(He. 10:11-17).

Página 15: «Debemos estar conscientes del hecho de que hoy por hoy, nadie puede llegar a ser salvo en las iglesias.  No obstante, la Biblia nos enseña que fuera de las iglesias, sí hay una gran cosecha de verdaderos creyentes que está siendo traída al Reino de Dios».

Como ocurre con todas las sectas, al decir que en las iglesias ya nadie puede encontrar la salvación, estos también tácitamente afirman que fuera de ellos no hay salvación.

Página 20: «...El hecho de creer en Cristo puede observarse en la vida de cualquier persona que no sea salva.  La única manera para saber quién es salvo es observar su conducta...» Y luego continúa en la Página 21: «...Debemos hacer hincapié nuevamente en que esta obra de creer no puede garantizar ni contribuir en modo alguno a la salvación de una persona... si el plan de Dios es salvarla, ése es el entorno adecuado para que Dios aplique su Palabra al corazón de esa persona».

El mayor desastre lo tenemos en su interpretación de Juan 3:16.

Página 37: «Leemos en el versículo tan conocido de Juan 3:16: ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’. Ahora bien, nosotros sabemos que la expresión ‘todo aquel’ solamente puede referirse a los elegidos por Dios.  Lo cierto es que si ellos creen en Él es porque Dios les ha dado vida eterna.  El hecho de haber creído es el resultado de que Dios los haya salvado».

Por lo visto Juan no hizo caso al Espíritu Santo y no dejó constancia que además de... “para que todo aquel que en él cree”, debía agregar: “Sólo puede referirse a los elegidos”.
¡Gracias a Dios porque Camping no murió por nuestros pecados y su “ministerio” no es la Palabra infalible de Dios!
Si seguimos leyendo estos escritos encontramos que hay una mezcla de predestinismo, catolicismo, ruselismo, mormonismo, etc.
Quienes siempre estaban en la vanguardia de los falsos profetas eran los Testigos de Jehová, pero tengo la impresión que ellos perderán el primer lugar gracias a Camping.
Lo triste de todo esto es que este sujeto tiene emisoras incluso en Onda Corta que pueden cubrir nuestro continente.  No olvidemos que son muchos los pecadores que no conocen la Biblia y piensan que se trata de la sana doctrina.
El Señor predijo todo esto:“Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”(Mt. 24:11).
Pablo también advirtió a los cristianos en Corinto: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.  Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.  Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”(2 Co. 11:13-15).
El apóstol Pedro también nos advierte del mismo asunto: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.  Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.  Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”(2 P. 2:1-3).

Falsas profecías y falsos profetas

Sin embargo, esto no es nada nuevo, desde los albores del cristianismo, son incontables los falsos profetas y sus falsas predicciones, a continuación citaremos algunas:

Año 500: Un sacerdote romano que vivía en el siglo II, basándose en las dimensiones del arca, predijo que el Señor Jesucristo retornaría en el año 500.

Años 1524-1526: Muntzer, un líder de los campesinos alemanes anunció que el retorno de Cristo estaba cerca.  Aseguró que el Señor supuestamente regresaría después de que él y sus hombres destruyeran el ejército enemigo.  Su predicción conllevó a una gran batalla contra las tropas del gobierno.  Sin embargo, fue derrotado.

Año 1809: Mary Bateman, de Yorkshire, Inglaterra, quien se especializaba en predecir la fortuna, aseguraba que tenía unos pollos mágicos que ponían huevos con mensajes sobre los tiempos finales.  Según ella, un mensaje decía que la venida de Cristo estaba cerca.  El gran furor que causó su predicción cesó cuando un visitante no anunciado la encontró tratando de introducir un huevo en el oviducto de una gallina.  Esta mujer finalmente fue ahorcada por envenenar a un cliente rico.

Año 1814: La profetisa inglesa Joanna Southcott, declaró que ella, por un nacimiento virginal produciría la segunda venida de Cristo.  Su abdomen comenzó a crecer y las multitudes la seguían.  El tiempo del supuesto nacimiento llegó y pasó, y ella murió un poco después.  Una autopsia reveló que había experimentado un embarazo falso.

Año 1833: Joseph Smith fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocidos como los mormones, aseguró, tal como está registrado en el volumen uno, página 323, del libro Historia de la iglesia, que Jesucristo regresaría muy pronto.  Leemos: «...Mi padre se presentó... Le pedí la bendición, la cual me otorgó al imponerme sus manos sobre mi cabeza, en el nombre de Jesucristo, declarando que debería continuar en el oficio de sacerdote hasta la venida de Cristo».

Años 1843-1844: El norteamericano William Miller, fue el fundador de un movimiento que llegó a ser tan prominente que recibió su nombre, el Millerismo.  Por sus estudios de la Biblia, Miller determinó que la segunda venida ocurriría entre 1843 a 1844.  Una lluvia espectacular de meteoros en 1833, le dio un gran impulso a su movimiento.  La anticipación continuó hasta el 21 de marzo de 1844, cuando concluyó el calendario fijado por Miller.  Otros de sus seguidores fijaron el 22 de octubre de 1844 como la nueva fecha, pero cuando ésta también fracasó el movimiento terminó por sucumbir.

Año 1850: La dirigente más destacada de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue Ellen G. White, quien nació en Gorhman, Maine en 1827.  Recibió poca educación formal por causa de su mala salud.  Sus padres eran metodistas devotos, pero en 1840 aceptaron la predicación de Guillermo Miller sobre la segunda venida de Cristo y fueron expulsados de la iglesia.  La señora White predijo que ella se encontraría entre «los santos vivos» cuando Jesús retornara.  Esto fue lo que afirmó en las páginas 15 y 16 de sus Primeros escritos: «Pronto nuestros ojos fueron atraídos hacia el oriente, por una pequeña nube negra que había aparecido, tan grande como la mitad de la mano de un hombre, la cual todos sabíamos que era la señal del Hijo del hombre... Luego hubo un poderoso terremoto.  Las tumbas se abrieron, y los muertos salieron revestidos con inmortalidad.  Los 144.000 gritaron, ‘¡Aleluya!’ conforme reconocían a sus amigos que habían sido apartados de ellos por la muerte y en el mismo momento nosotros fuimos cambiados y arrebatados juntos con ellos para encontrarnos con el Señor en el aire».

Año 1881: La madre Shipton, una famosa profetisa inglesa, aseguró 400 años antes que Cristo vendría en 1881.

Año 1914: Charles Russell, después de estar expuesto a las enseñanzas de William Miller, fundó su propia organización que llegó a ser conocida como los Testigos de Jehová.  Aunque ya Russell había hecho unas predicciones fallidas, en esta ocasión aseguró que Cristo vendría en 1914.

Año 1918: A pesar de su fracaso, Charles Russell fijó 1918 como la nueva fecha para el retorno del Señor.

Año 1925: Sin desanimarse por sus falsas predicciones, los Testigos de Jehová volvieron a escoger este año, con otro nuevo fracaso.

Año 1975: Los Testigos de Jehová una vez más fijaron una fecha errónea.  No en vano tienen el título como los que han hecho más predicciones equivocadas.

Año 1982: El fin de semana de abril 24 al 25 de 1982, un grupo llamado Tara Centers, publicó avisos en los periódicos de una página entera anunciando que «Cristo ya estaba aquí». Después que pasó la fecha, dijeron que el Señor había retrasado su llegada debido a que la conciencia de los seres humanos todavía no estaba lista.

Año 1984: En este año los Testigos de Jehová se aseguraron que nadie fuera a romper su récord de predicciones equivocadas, ya que habían fijado la segunda venida de Cristo para 1874, 1878, 1881, 1910, 1914, 1918, 1925, 1975 y 1984.

Año 1988: En 1988 se publicó un libro escrito por Edgar Whisenant titulado 88 Razones de por qué el rapto tendrá lugar en 1988.  El libro causó furor entre las iglesias evangélicas en Estados Unidos, ya que se había fijado como fecha del retorno de Cristo el 11 al 13 de septiembre de 1988.

Año 1989: Después que llegara la fecha y pasara, el autor Edgar Whisenant escribió otro libro titulado 89 Razones de por qué el rapto tendrá lugar en 1989. Este libro sólo vendió una fracción del número de copias que vendió el primero.

Año 1991: Un grupo en Australia predijo que Jesús retornaría al puerto de Sidney, a las nueve de la mañana del 31 de marzo de 1991.

Año 1992: Una secta coreana llamada La Misión para los Días Venideros, causó un gran alboroto entre la iglesia coreana en el otoño de 1992.  Ellos fijaron el 28 de octubre de ese año como la fecha para el rapto.  Usaron la numerología como la base de su predicción.

Año 1994: El pastor John Hinke de la Iglesia de Cristo en Los Ángeles causó gran alboroto cuando anunció que había recibido una visión de Dios en la que le advertía del rapto y la segunda venida de Cristo, para el 9 de junio de 1994.

Año 1994: Harold Camping de Colorado, Estados Unidos, predijo en su libro ¿Está usted listo?, que el Señor retornaría en septiembre de 1994.

Año 1994: Después de prometer que no harían más predicciones, los Testigos de Jehová proclamaron a 1994 como la conclusión de una generación de 80 años que comenzó en 1914.

Año 1996: El psíquico de California Sheldon Nidle predijo que el fin y la venida de Cristo tendrían lugar con la convergencia de 16 millones de naves espaciales y una hueste de ángeles sobre la tierra el 17 de diciembre de 1996.  Cuando la fecha pasó, Nidle explicó que los ángeles nos habían colocado en una proyección holográfica para preservarnos y darnos una segunda oportunidad.

Año 1998: Una secta de Taiwán que opera en Garldand, Texas, predijo que Cristo retornaría el 31 de marzo de 1998.  El líder del grupo Heng-ming Chen aseguró que Cristo regresaría y se llevaría a los miembros del grupo a bordo de un OVNI.  Este hombre había dicho que Cristo aparecería en el canal 18 de cada televisor en el mundo.  Pero tal vez el Señor no vino, porque se dio cuenta que el canal 18 en muchos lugares de Estados Unidos, corresponde a Playboy y que a Cristo no debió gustarle presentarse a través de un canal pornográfico.

Año 1998: Marilyn Agee, una predicadora y escritora reconocida en Estados Unidos, en su libro El fin de la edad, fijó el 31 de mayo de 1998 como la fecha del retorno de Cristo.  Después que su predicción no se cumplió, Agee determinó que había cometido un error y cambió la fecha para el 7 de junio, luego para el 14, 21 de junio y cerca de diez fechas más.

Año 1997: Stan Johnson, del Club de la Profecía, estimó que había 90% de posibilidades de que la tribulación comenzara el 12 de septiembre de 1997 y que el retorno de Jesús tendría lugar en el año 2000.

Año 1999: Después de que la señora Marilyn Agee fijara varias fechas erróneas para 1998, finalmente determinó que el rapto tendría lugar el 21 ó el 22 de mayo de 1999.

Año 2000: Los nombres de las personas y organizaciones que aseguraron que la venida del Señor tendría lugar en el año 2000, son tantos que es imposible mencionarlos.  Millones de personas estaban esperando al Señor el primero de enero del año 2000.

Vamos a formularnos algunas interrogantes y al mismo tiempo permitamos que la Palabra de Dios sea la respuesta a esas preguntas:

¿Qué se pretende con estas predicciones falsas?  ¿Ayudar a las herejías de los llamados Testigos de Jehová y otros grupos que también hicieron lo mismo?

¡No!  Se trata del esfuerzo de Satanás para ridiculizar las Escrituras, de manera que lo que tenemos ahora en cuanto a predicciones, es simplemente la continuación de lo que hace siglos han hecho muchos grupos que ostentaban doctrinas con mucha mezcla de superstición y herejías.

El mismo señor Camping está incluido en esta lista.  En 1988 Edgar C. Whisenant, quien falleció en mayo de 2001, escribió un libro titulado: 88 Razones de por qué el rapto tendrá lugar en 1988.

Ya sabemos que pasó el año y el Señor no regresó.  Bueno este hombre no se dio por vencido, sino que en 1989 volvió a escribir esta vez, 89 Razones de por qué el rapto tendrá lugar en 1989.

En definitiva, el interés de Satanás es pervertir la Palabra de Dios.

Veamos unos cuantos ejemplos de predicciones en el pasado.

El caso presente se suma a otros muchísimos que procedieron de la misma manera.  Pero… ¿Cuál es la intención de Satanás en este esfuerzo tan ridículo?

•    Es difícil entender qué es lo que motiva a una persona con conocimiento bíblico a dedicarse a este esfuerzo.
•    De hecho ya es difícil alcanzar a los perdidos para que acudan a Cristo, y lo que estas enseñanzas hacen es causar aún mayores dificultades a cuantos siguen todavía proclamando la sana doctrina.
•    Es fácil llegar a la conclusión de que quienes fijan fechas consideran al Señor indigno de crédito.
•    Debemos reconocer que en este caso no se trata de una doctrina que uno podría decir que... se presta para no interpretarla correctamente.  El contexto en el presente caso es que “el día y la hora nadie sabe”.
•    Ciertamente quienes lanzan tales predicciones no parecen personas que han nacido de nuevo, porque el mismo Espíritu Santo los guardaría de hacer estas declaraciones.
•    Es muy notable que quienes creen en una predestinación arbitraria en lo que a salvación se refiere, ponen en duda, no solamente la salvación por gracia, sino lo que el Señor declaró en cuanto a Su regreso.
Debemos aceptar que siempre una herejía lleva a otra, cada vez más comprometedora.
Es bastante difícil explicar cómo una persona que no ha militado abiertamente en una secta llega al extremo de fijar fechas, habiendo ya fracasado y sabiendo de tantos otros quienes lo hicieron, y también corrieron la misma suerte.
•    Mi única explicación es la siguiente: CON UN POCO DE DUDAS EN CUANTO A LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN POR LA GRACIA, ES POSIBLE LLEGAR A EXTREMOS INIMAGINABLES.  Los predicadores que siempre mezclan la gracia con las obras por lo visto nunca analizaron a fondo lo que es la gracia.  Cuando Pablo describe la vergonzosa conducta de la Iglesia de Corinto, jamás deja la mínima impresión, ni mucho menos insinúa, que por falta de buenas obras, seguramente no fueron salvos.
•    Todo predicador que cree que la buena conducta es la tarjeta de presentación de la salvación, por lo visto no ha descubierto que el Espíritu Santo fue quien envió a Pedro a la casa de Cornelio para que le predicara, a fin de que fuera salvo por medio de Cristo.
•    Quienes hasta ahora han fijado fechas para el regreso del Señor, todos han sido parte de alguna secta, tales como el ruselismo, el adventismo, el mormonismo y otros.

Pero el presente caso parece fuera de serie.  Es probable que el señor Camping tenga una conducta intachable, ¡pero sus doctrinas son herejías mayores!

Resulta más doloroso aún, si se tiene en cuenta que ellos con su Onda Corta llevan el mismo veneno a los hispanos en todo el continente.  ¡Qué Dios tenga cuidado de tantos ingenuos deseosos de conocer la verdad, que caen en esa red!

Lo que se persigue con todo esto, es que la fe cristiana aparezca insignificante, al igual que el mismo Señor, porque el evangelio es Cristo mismo.

Cuando se trata de las Escrituras Sagradas, la Biblia, ¡cuán importante es que el lector entienda lo que lee!

Cada cristiano debe formularse el siguiente interrogante: «¿Estoy preparado para responder a cuantos me sorprendan con algunas preguntas que parecen anular la salvación únicamente por la gracia divina, sin obras?».

El tema que hemos llamado «Pero… ¿Entiendes lo que lees?», son palabras que brotaron de los labios de Felipe, quien le preguntó a un etíope si entendía lo que leía acerca de Cristo en la profecía de Isaías: “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.  Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?  Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?  Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.  El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca.  En su humillación no se le hizo justicia; mas su generación, ¿quién la contará?  Porque fue quitada de la tierra su vida”(Hch. 8:29-33).

Notemos lo que ocurrió aquí:

•    Felipe fue obediente al Espíritu Santo quien le dijo que ayudara a ese hombre que buscaba una explicación a un texto que hablaba de los padecimientos de Cristo.
•    Felipe lo hizo tan bien que cuando llegaron “...a cierta agua...” el etíope le hizo la segunda pregunta: “¿Qué impide que yo sea bautizado?” (Hch. 8:36).  La respuesta del evangelista fue: “Si crees de todo corazón, bien puedes” (Hch. 8:37a).  Esto fue suficiente para Felipe y lo bautizó: “Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó” (Hch. 8:38).
•    Sabemos de la promesa que declara: “Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jer. 29:12, 13).
*   “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan” (Pr. 8:17).
* “Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová.  Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.  Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.  Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz” (Dt. 4:27-30).
*   “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.  Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre” (1 Cr. 28:9).
•    Saber responder correctamente a tantas preguntas que nos formulan, no es algo opcional.  No digo que debemos tener todas las respuestas, pero sí, tenemos la responsabilidad de responder a las declaraciones escritas en las páginas de la Biblia: “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.  Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 P. 3:14, 15).
•    Debido al silencio de quienes tenemos la obligación de responder a ciertas interrogantes, es que muchos cristianos han abrazado la enseñanza de los “privilegiados”, los “afortunados” por haber sido elegidos, escogidos por Dios para ser salvos.
•    ¿Cómo sabía Felipe que el etíope era uno de los elegidos?  Los predestinistas dirán: «Bueno, porque el Señor mismo, mediante el Espíritu Santo le mandó para que le hablase». Pero, ¿no ocurre lo mismo con todos cuando leemos Mateo 28:18-20?: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.  Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.  Amén”.

¿Qué significa “id, y haced discípulos a todas las naciones”?  Quiere decir que Dios quiere que en todas las naciones y en todos los continentes la gente oiga el evangelio.  Es un hecho que el Señor tenía una vista global y quiere que todos sean salvos, no los escogidos, sino aquellos que quieran ser salvos, y ninguno será defraudado:“Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.  Cuando una persona busca al Señor nunca será defraudada.

Él sabe dónde se encuentra y si es necesario usará un método sobrenatural, tal como en el caso del etíope, ya que el Espíritu le dijo a Felipe que fuera a determinado lugar de una carretera donde había un carruaje tirado por animales y donde había alguien que buscaba la verdad, y estaba confundido con la Escritura.  De allí en adelante, es el Espíritu Santo quien toma control de la vida de la persona que recibe a Cristo.  Antes de eso alguien le tiene que hablar.

El predestinismo no es Teología, sino “suertelogía” o “destinología”. Uno se salva por pura suerte.  Si no se salva, no es porque no creyó, sino porque no tuvo suerte.  Pero... ¿Ir al infierno por falta de suerte?
¿Sabe usted que el sortílego está prohibido en la Biblia?

La Biblia lo coloca junto con el agorero, el adivino, hechicero, encantador, mago y quien consulta a los muertos: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero... Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios” (Dt. 18:10, 14).

Los cristianos que nos consideramos bíblicos debemos aprender a responder a cuantos predican y enseñan un evangelio donde la salvación del pecador no depende de su arrepentimiento y la fe en la obra redentora perfecta que el Salvador nos ofrece mediante Su sacrificio.

Siempre tuve la impresión que Cornelio era un judío prosélito, quien se había “arrepentido para con Dios”, abandonando así todas sus prácticas paganas, pero no había... NACIDO DE DIOS, no había experimentado el nuevo nacimiento.

Algunos casos de una muerte prematura en el Nuevo Testamento, son el de Ananías y Safira: “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su esposa, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su esposa; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.  Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?  Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder?  ¿Por qué pusiste esto en tu corazón?  No has mentido a los hombres, sino a Dios.  Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró.  Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.  Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.  Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su esposa, no sabiendo lo que había acontecido.  Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad?  Y ella dijo: Sí, en tanto.  Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor?  He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.  Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido” (Hch. 5:1-10).

El caso de Simón el mago, que por poco sucumbe a los pies de Pedro: “Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.  A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios.  Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.  Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.  También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito... Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.  Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.  No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.  Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.  Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí” (Hch. 8:9-13, 18-24).  Simón no murió prematuramente, pero estuvo a punto.

Hay casos que requieren una RESTAURACIÓN: “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?  Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.  Él le dijo: Apacienta mis corderos.  Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?  Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.  Le dijo: Pastorea mis ovejas.  Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?  Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.  Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Jn. 21:15-17).

“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver” (Stg. 5:19).

Enfermedad por causa de algún pecado en particular: “¿Está alguno entre vosotros afligido?  Haga oración.  ¿Está alguno alegre?  Cante alabanzas.  ¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.  Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados” (Stg. 5:13-15).  ¿Qué quieren decir estos textos?  Restaurar para quien necesita restauración para que no muera prematuramente.

Advertencia de muerte prematura: “Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.  Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.  Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete.  Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.  Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.  El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” (Ap. 3:1-5).

Juan recibe este mensaje, no para una persona, sino para la Iglesia de Sardis.

Los nombres de los miembros de esa iglesia que vencieran, guardando lo que habían aprendido al comienzo, no serían borrados del libro de la vida.

Pero... ¿A cuál “libro” se refiere?  ¡Al registro de los vivientes!  Aparte de esto, “será vestido de vestiduras blancas”.

En segundo lugar, el Señor Jesucristo dice: “confesaré su nombre delante de mi Padre”.

Debemos recordar que algunos cristianos recibirán mención especial por no haber negado al Señor y haberse mantenido en la sana doctrina desde que fueron salvos hasta el día final de sus vidas.

Parece que la madre de Jacobo y Juan había entendido mejor este asunto que nosotros hoy: “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.  Él le dijo: ¿Qué quieres?  Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.  Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís.  ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?  Y ellos le dijeron: Podemos.  Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre” (Mt. 20:20-23).

Veamos rápidamente lo de Santiago 2:14-26: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?  ¿Podrá la fe salvarle?  Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?  Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.  Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.  Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.  Tú crees que Dios es uno; bien haces.  También los demonios creen, y tiemblan.  ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?  ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?  ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.  Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.  Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?  Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.

¿A quiénes va dirigida esta epístola?  ¡A los hermanos!  ¿Acaso no dice Pablo “hermanos míos”?

La fe sin obras es muerta.  Pero tal fe... “¿Podrá salvarle?”.

¿Cómo es posible que el salvo tenga la misma fe de los demonios?

¿Qué diferencia hay entre los cristianos y los demonios cuando de fe o de creer se trata?: “Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham” (He. 2:16).

La salvación por la fe en Cristo se ofrece a todo el mundo, pero no la hay para un sólo demonio.

¿Qué ocurre con la fe salvadora cuando le agregamos las obras?: “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.  Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.  Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?  Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Stg. 2:23-26).

¿Qué significa esta declaración?: “Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.  Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.  El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.  Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.  Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1 Jn. 3:6-9).

¿Y qué de las palabras “…y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (v. 9b)?

Esta declaración se interpreta generalmente, a la luz de que... «deja de pecar». ¡Cuántas veces yo mismo pensé y dije lo mismo!

Tenemos que mirar todo esto más de cerca.

Aquí se nos dice que... “no puede pecar porque es nacido de Dios”.

A modo de un flechazo se apoderó de mi mente la declaración de Pablo en Hechos 20:20, 21, donde dice: “Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”.

¿Qué significa... “arrepentimiento para con Dios”?

Algunas pocas preguntas nos bastarán para que logremos entender esto.

¿Peca el hombre porque es pecador, o es pecador porque peca?

¿Cuándo, dónde y cómo entró el pecado?

La respuesta para... CUÁNDO, es: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.  Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gn. 2:15-17).

¿Contra quién pecó el hombre?: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.  Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.  Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?  Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.  Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo?  ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?” (Gn. 3:7-11).

El pecado de la primera pareja pasó a toda su descendencia: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Ro. 5:12).

Cuando el hombre acepta su triste condición de ser pecador y arrepentido recibe a Cristo, el pecado heredado de sus antepasados nunca más podrá serle imputado, porque ahora ese pecador HA EXPERIMENTADO EL NUEVO NACIMIENTO, ES NACIDO DE DIOS.

Todo el que desea ser salvo hoy, de alguna manera ha tenido contacto previo con el evangelio.  En la actualidad es casi imposible que esto no sea así, porque casi todos tienen oportunidad de escuchar a un predicador, alguien le habla o lee un folleto bíblico sobre el plan de salvación.  Tal persona debe ARREPENTIRSE DELANTE DE DIOS y reconocer su condición de pecador.  En este tiempo el arrepentimiento es imprescindible, al igual que luego aceptar al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador.

Veamos mejor esto: “del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”.

¿Es posible que un pecador cumpla con la primera parte pero no con la segunda?  Tenemos el ejemplo de Cornelio: “Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.  Éste vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.  Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor?  Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.  Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.  Éste posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas” (Hch. 10:1-6).

Siempre tuve la impresión que Cornelio era un judío prosélito, quien se había “arrepentido para con Dios”, abandonando así todas sus prácticas paganas, pero no había... NACIDO DE DIOS, no había experimentado el nuevo nacimiento.  Tal como lo dice Hechos 20:21: “Arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”.

¿Recuerda lo de Juan 14:6 y 10:9a?: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6).  “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo…” (Jn. 10:9a).

No por suerte ni por predestinación, elección, ni obra buena.  Abraham fue justificado mucho antes de haber demostrado su auténtica fe: “Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.  Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar.  Y le dijo: Así será tu descendencia.  Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (Gn. 15:4-6).  “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” (Stg. 2:23).

¿No sabía Dios que Abraham sería luego un adúltero?: “Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.  Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora” (Gn. 16:3, 4).

¿Cambió la situación de Abraham ante Dios?

Si hay arrepentimiento de parte del pecador, pero no hay “fe en Jesucristo”, entonces tampoco hay salvación.  Pero si estos dos elementos se unen, allí hay salvación, no por suerte ni por predestinación, sino por medio del sacrificio de Cristo para salvarlo, como dice Pablo: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Ro. 3:28).

Este cuadro explica muy bien lo que dice Juan... “Y no puede pecar”.

Cornelio llegó a ser salvo cuando Pedro le habló de... “nuestro Señor Jesucristo”. El arrepentimiento para con Dios no le salvaba, porque Dios el Padre preparó la salvación, haciendo que su Unigénito Hijo tomara nuestros pecados y sufriera por nosotros.

El mensajero de Dios le comunicó a Cornelio que le era necesaria la segunda parte del componente divino de la salvación del pecador.  Debía depositar su fe en Jesucristo.

El arrepentimiento sólo no salva al pecador.

El cambio de conducta del pecador, producto de su arrepentimiento, tampoco.

Cornelio tenía todas las pruebas de su arrepentimiento, pero nada sabía de Cristo Jesús.

Cuando la Biblia dice que el salvo... “y no puede pecar” es lo mismo que... «y no puede perder la salvación».

¿En qué forma el cristiano todavía es pecador?

•   Puede pecar en la mente con sus pensamientos.

•   Puede pecar con sus deseos.

•   Puede pecar debido al orgullo.

•   Puede pecar con su cuerpo.

Pero su alma está protegida por el mismo Salvador.  Y esto ocurre recién cuando hay “ARREPENTIMIENTO PARA CON DIOS Y FE EN JESUCRISTO”. Cornelio es un ejemplo del “arrepentimiento para con Dios”, ¡y sin embargo NO era salvo!  Si hubo alguien que podría jactarse de haber sido salvo, ese alguien era Cornelio.

Si hubo alguien para quien habría sido difícil pensar que necesitaba algo más, habiéndose arrepentido, habiéndose apartado del paganismo, ese hombre fue Cornelio.  El arrepentimiento significa dejar muchas cosas, de lo contrario no es arrepentimiento.

Sin duda Cornelio era profundamente religioso.  Es probable que haya llevado una vida intachable, como quien había aceptado el judaísmo.

Otro ejemplo del arrepentimiento verdadero pero sin confiar en Jesucristo, es Judas Iscariote: “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente.  Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros?  ¡Allá tú!  Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó” (Mt. 27:3-5).

En el versículo 4 dice que “él dijo: Yo he pecado entregando sangre inocente”. Aunque admitió su culpa, no hubo arrepentimiento verdadero de su parte, ni confianza absoluta en el Salvador.

La gran diferencia entre Judas y Cornelio, es que Cornelio no había vendido al Salvador, no fue a los principales sacerdotes y ancianos, que lo condenaron, sino que dice la Escritura, que “Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.  Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro” (Hec. 10:3-5).  Cornelio no vaciló, sino que hizo exactamente como le fue ordenado.

Si Judas Iscariote se hubiera arrepentido para con Dios, no habría tenido problema alguno para depositar su fe en Cristo.  Judas era un hombre de confianza porque era el tesorero del grupo, a cargo del dinero: “Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?  Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella” (Jn. 12:4-6).

 CONCLUSIÓN

¿Cuántos casos de los no predestinados se mencionan en la Biblia?  ¡Ninguno!

¿Cuántos pecadores que desearon ser salvos, fueron rechazados por no formar parte de los privilegiados como predestinados?  ¡Ninguno!

¿Cuántos evangelistas, pastores y predicadores, advierten a sus escuchas de que serán salvos si reciben a Cristo y son predestinados por Él?  ¡Ninguno!

Cuando invitamos al pecador para que reciba a Cristo, ¡jamás se nos ocurre siquiera que bien podríamos estar frente a un pecador no predestinado para la salvación!  Si aseguramos lo que NO sabemos, ¿acaso no seríamos acusados de engañadores?  Bien podría preguntar el pecador al predicador: «¿Cómo sabe usted que he sido predestinado?». ¿Sabe usted cuál sería la respuesta para esta posible pregunta?  «Bueno, el hecho que usted haya respondido al llamamiento del predicador, significa que ha sido predestinado».

Y supongamos que este interlocutor es bastante inteligente y sigue preguntando a su consejero predistinista, diciendo... «Pero, en tal caso quien me predestinó fui yo mismo». ¿Por qué no hablan más bien de una... “Autopredestinación” para no culpar a Dios de tanta injusticia?  ¿Por qué hacen parecer que Dios se contradice?

¿Cuál sería la respuesta?  «Bueno’, dirá el predestinista: ‘Es que... existen textos en la Biblia que parecen difíciles de explicar y ciertos... ‘padres de la Iglesia’ han escrito sus comentarios y para nosotros son la respuesta exacta».

Si la persona que recibe a Cristo lo hizo porque fue predestinada para eso.  ¿Qué valor tiene la predestinación?  Yo no veo otra cosa que el valor de descalificar el amor de Dios.  Además Dios sería contradictorio pretender, que la Biblia habla, tanto de la libre elección como de una predestinación divina arbitraria.

¿Acaso no es cierto que el romanismo y muchas religiones insisten en que nadie puede saber si es o no es salvo?  El predestinista diría: «No, porque el predestinado para creer, al recibir a Cristo puede afirmar que es salvo, porque de otra manera, no habría creído».

volver arriba