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La nueva iglesia

  • Fecha de publicación: Viernes, 01 Febrero 2008, 19:20 horas

La nueva iglesia

¡Qué vergüenza!Mientras cristianos en países del Medio y Lejano Oriente están sufriendo todo tipo de persecución, torturas y hasta la muerte, en las naciones donde disfrutamos de libertad para adorar y predicar, las “congregaciones cristianas” se han convertido prácticamente en un circo.

 Rick Warren

La Iglesia Saddleback, una de las megaiglesias en California, dirigida por el conocido pastor Rick Warren, autor de Una vida con propósito, publicó la siguiente promoción en su página de internet: «Nuestras danzas se han convertido en uno de los eventos sociales más anticipados, con la asistencia de cientos de personas. Las noches de danzas de verano en nuestro Centro de Adoración prometen ser lo mismo. Comenzarán con una comida ligera estilo buffet, seguida por danza, con el sonido de nuestro ‘Disc Jockey’, en un salón gigantesco de 279 metros cuadrados, con piso para competencia, luces profesionales, efectos y sonidos, todo mezclado para una experiencia de alta calidad, ¡además a un precio extremadamente razonable! Ya sea que venga con un amigo o amiga especial, solo o con un grupo, ¡esté seguro que vendrá a divertirse! La música consistirá de una amplia variedad de danzas específicas y estilo libre. Pero... ¿Qué es una noche de verano sin algo de música de playa y reggae, de música jamaiquina?»

Por otra parte, el 29 de junio de 2005, las noticias informaron que las autoridades chinas habían iniciado brutales medidas represivas contra las iglesias en los hogares, en una región específica en ese país. Cientos de hermanos cristianos fueron hechos prisioneros y han sido brutalmente golpeados y torturados por su fe en Cristo. Estas iglesias chinas no tienen salones de danza gigantescos, ni comidas bailables para matarle el aburrimiento a los miembros de la congregación. Si los tuvieran, las autoridades chinas jamás los habrían molestado. Todas esas iglesias tienen un compromiso imperecedero con el Señor Jesucristo, y sus miembros están dispuestos a morir por el salvador de sus almas. Los líderes chinos comunistas no gustan de quienes mantienen un compromiso de lealtad, por eso consideran la iglesia del Señor Jesucristo como una amenaza contra su régimen. Hoy, en más de 40 países del mundo, confesar a Cristo como salvador, puede costarle a quien lo hace todo lo que tiene, incluso la vida.

Mientras tanto en las Américas: Norte, Sur y Central, las fiestas continúan, particularmente en Estados Unidos. Es difícil imitar a estas gigantescas megaiglesias que cuentan hasta con salones de belleza, salones para aplicar tatuajes “cristianos”, tropas de danzarines de hula, espectáculos de circo con animales vivos, danzas, pastores vestidos de payasos, salones para “yoga cristiano”, plegaria contemplativa y quién sabe cuántas otras cosas más.

Randy Phillips

En la Iglesia Pentecostal Promiseland(La Tierra Prometida), en Austin, Texas, los domingos el pastor Randy Phillips tiene las bandas de rock and roll dando alaridos desde el púlpito y haciendo sonar las baterías y las guitarras, mientras que dice: «El rock sí que hace mover a la gente».

Dorian Baxter

Pero todo esto es superado por un pastor anglicano, el reverendo Dorian Baxter, quien se pavonea danzando desde el púlpito disfrazado como Elvis Presley. Baxter personifica a Elvis y danza en forma muy sensual, moviendo la pelvis en una forma que trastorna a las damas de la feligresía.

Maggie Hampton, quien en una ocasión trató de subir al púlpito, dijo: «Me encanta como mueve sus caderas. De verdad se mueve. Yo sólo quería bailar con él».

Y dice el galante predicador Baxter: «Sí, sé que las personas en realidad se vuelven locas cuando me ven danzar. Pero lo hago todo para Cristo, porque ese es mi llamado».

Ed Young

En otro estilo tenemos a Ed Young, quien es pastor de la Segunda Iglesia Bautista en Houston, Texas, una de las más numerosas en Estados Unidos. Esta iglesia que semeja un lujoso y gigantesco club, cuenta con todo: salón de teatro, de conciertos, sauna, SPA, salones para aeróbic y toda clase de ejercicios, salón de belleza, librería, escuela, lo más sofisticado que usted pueda concebir.

El señor Young fue presidente de la entera Convención Bautista del Sur, la que cuenta con más de quince millones de miembros. Y dice en la página 10 de la revista Christianity Today de noviembre de 2005, que «el señor Young habló ante una congregación de diferentes denominaciones, entre los que había un grupo de imanes musulmanes, mormones, monjes budistas y sacerdotes y monjas católicas. Young con entusiasmo citó las palabras del finado gurú hindú Mahatma Gandhi, quien en una ocasión dijo: ‘Usted debe ser ese cambio que busca en el mundo’».

Un ex presidente de la Convención Bautista, olvidó completamente Juan 3:16, y del cambio que sólo se logra por medio de la salvación en Cristo.

Alabando a Young por haber citado las palabras de un gurú muerto, Timothy Morgan, editor de Christianity Today efusivamente escribió: «Está amaneciendo un día diferente».

Carlton Pearson

Carlton Pearson, el fundador y obispo del Compañerismo de Iglesias Cristianas Interdenominacional Azusa, y pastor de la Familia de Iglesias de las Dimensiones Superiores, en Tulsa, Oklahoma, que cuenta con más de 5.000 miembros, evidentemente también es parte de este “día diferente”.

Acepta el dinero de un acaudalado hombre de negocios hindú, quien patrocina su programa nacional radial. Pearson invita a hindúes, budistas, judíos y a otros para que se integren como miembros de su iglesia, permitiéndoles que lleven hasta el templo a sus propios dioses y diosas. Pearson insiste en que Dios ama y acepta a todos los dioses y religiones.

Jack Hayford

El desastre evangélico en la historia cristiana ha producido una nueva generación de creyentes que no tienen idea alguna de cuál fue el precio que se pagó para que ellos ahora estén danzando y tengan espectáculos con perros poodles amaestrados y payasos, los domingos por la mañana.

Cuando el pastor pentecostal Jack Hayford, les dijo a las 40.000 personas reunidas en la Conferencia de Clérigos de los Guardianes de la Promesa celebrada en 1996, que «danzaran en el Señor», comentando que había aprendido la danza en África y que más tarde el Señor le había dicho: «¿Puedo bailar contigo?», ¿acaso la audiencia se puso de pie y se marchó ante su comportamiento tan absurdo? ¡No, para nada! En lugar de eso gritaron como locos en aprobación y se pusieron de pie bailando la danza de los chamanes africanos.

Hacia donde uno mira, lo único que encuentra son hombres y mujeres blasfemando a Dios, danzando, riéndose, imitando a los animales, revolcándose en el suelo. Sin duda Dios debe estar dolido ante todo lo que está ocurriendo.

Joel Osteen y Marcos Witt

En medio de todo esto, también tenemos a otro tipo de predicadores, que son lobos con piel de oveja, pero que en lugar de eso llevan puestos elegantes trajes de las marcas más prestigiosas y cuentan con miles de seguidores. Tal es el caso de Joel Osteen, pastor de la Iglesia Lakewood en Houston, Texas. Esta iglesia abarca un área de aproximadamente 23 hectáreas, cuenta con unos 35.000 miembros, 40% blancos, 30% negros, 30% hispanos y el 10% restante de otros grupos étnicos. Los servicios transmitidos por televisión a través de los 25 mercados de televisión más importantes del mundo, alcanzan a millones en más de 40 países, entre ellos Europa y Medio Oriente. Sólo en Estados Unidos cuenta con una teleaudiencia de 220 millones.

En el año 2002, el pastor Joel invitó a Marcos Witt para que se uniera a su equipo ministerial, como Ministro Internacional de Alabanza y Adoración, además de agregar una nueva reunión en español y de enviar los cassettes y videos de los servicios de Marcos Witt, para distribuirlos a todos los países que hablan español.

Ni siquiera el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, quien mantenía el récord por haber firmado un contrato de diez millones de dólares por sus memorias, ni el fallecido Juan Pablo II quien recibió ocho millones y medio de dólares en 1994 por su libro, han podido superar a Joel Osteen, el telepredicador preferido por los estadounidenses, considerado por los medios noticiosos «como la mayor estrella de la televisión religiosa y el más importante guía espiritual de millones de almas en Estados Unidos», quien rompió todas las marcas del mundo editorial, con un contrato que superó los diez millones de dólares.

Ningún ex gobernante o líder social y económico ha alcanzado nunca la cifra que cosechó este carismático predicador por un libro de no ficción, por el cual no sólo le pagaron diez millones de dólares, sino que además percibe una cantidad adicional como coeditor y un 15% por cada copia del libro que vende.

Osteen llena estadios gigantescos durante sus homilías, cobrando diez dólares por entrada, aunque en ocasiones se han revendido las boletas de entrada a través de internet hasta por 190 dólares. Ha vendido millones de copias de su libro Tu mejor vida, ahora: Siete pasos para vivir tu pleno potencial. Este libro que fuera publicado en el año 2004 por Warner Faith, estuvo durante 71 semanas en la lista de best sellers del diario The New York Times.

Con su sonrisa a flor de labios e increíbles dotes de comunicación, Osteen ha construido todo un imperio en torno a su palabra, desde Lakewood, en Houston, Texas, en donde dirige la mayor congregación evangélica del país. El pastor Marcos Witt comentó: «Los fieles llegan a la Iglesia Lakewood como moscas a la miel».

Pero... ¿Qué es lo que enseña esta famosa estrella del firmamento “cristiano? La predicación y mensaje de Osteen han sido descritos como «un mensaje simple de autoayuda... que según los asistentes es tanto animador como accesible». Osteen exhibe con orgullo el título del «predicador sonriente». Se dice que su teología es como «algodón de azúcar», que sabe bien, pero que carece por completo de sustancia.

Sin embargo, antes de proceder a examinar las perturbadoras enseñanzas de Osteen, vamos a repetir una vez más algunos textos de la Escritura que echan por tierra el argumento que se esgrime en nuestros días de “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mt. 7:1).

Quienes se aferran a este texto, condenando a esos que delatan el error, deberían leer el entero capítulo 7 de Mateo, porque más adelante Jesús añade:“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt. 7:15).

¿Cómo vamos a determinar si alguien es un falso profeta si no lo juzgamos de acuerdo con la Palabra de Dios? Y si no somos capaces de identificar a los falsos profetas al confrontarlos con la Palabra de Dios, ¿cómo podemos entonces advertir al rebaño de los “lobos rapaces?” Son incontables las advertencias que encontramos en la Biblia de que debemos identificarlos y delatarlos.

El Señor Jesucristo dijo: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos” (Mt. 7:16, 17). ¿Implica esto que no podemos juzgar a otro hermano por el fruto de su vida y doctrina? ¡Es obvio que no! Porque es imposible reconocerlo sin confrontar sus enseñanzas con la Biblia. Todo juicio debe hacerse sobre la base de la enseñanza bíblica, y no de acuerdo a caprichos ni prejuicios. En la Escritura encontramos varios ejemplos de cristianos que fueron juzgados.

El Señor Jesucristo también les dijo a los fariseos religiosos de su tiempo: “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt. 12:34). ¡Pero eso no fue todo! Además de llamarlos “...guías ciegos... insensatos...” (Mt. 23:16, 17), también les dijo: “...escribas y fariseos, hipócritas... llenos de robo y de injusticia... sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad” (Mt. 23:23-28).

El capítulo 7 de Mateo y muchas otras Escrituras nos dicen que debemos usar discernimiento. Si nosotros como cristianos no exponemos a estos predicadores a la luz de la Palabra de Dios, ¿cómo podemos obedecer la clara amonestación del Salvador en Mateo 7:15, quien nos dijo: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces?

Si no juzgamos a los falsos profetas, ¿cómo pueden los hermanos saber que se trata de falsos profetas, que están vestidos de ovejas, pero que en realidad se trata de lobos rapaces? Hay sólo una forma de saberlo, confrontar su vida y enseñanzas con la incambiable Palabra de Dios. El Señor Jesucristo dijo “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt. 12:34). “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (Mt. 15:19).

Ahora, no voy a juzgar al señor Osteen por enseñar la doctrina de la prosperidad, los milagros, las sanidades, las lenguas, la risa, ni cosas por el estilo, a pesar de que practica todo esto. Lo que me aterró en extremo fue lo que salió de su corazón y boca durante la entrevista de televisión que sostuvo con Larry King el 20 de junio de 2005.

Como cristiano estudioso de la Biblia, he investigado muchos tópicos, muchos temas culturales y a muchos falsos profetas, pero lo que escuché que salió de la boca de Joel Osteen una y otra vez, fueron las palabras más perturbadoras que puedan salir de labios de un predicador que se da a sí mismo el calificativo de cristiano.

Antes de examinar sus palabras, permítame añadir que no soy “...testigo falso que habla mentiras, y ...que siembra discordia entre hermanos” (Pr. 6:19). Tampoco se trata de algo personal en contra del señor Osteen. Como creyentes de la Biblia podemos estar en desacuerdo sobre ciertos asuntos doctrinales, pero nunca en la obra redentora y la persona del Señor Jesucristo. ¡Dios no lo permita! Por eso considero que es necesario exponer el serio error doctrinal del señor Osteen y no pasarlo por alto, porque se trata de algo muy serio, demasiado serio.

El tema primero y más importante de la Biblia es la salvación sólo por medio de la obra redentora del Señor Jesucristo en el Calvario. Nada es más importante, ni más evidente en la Escritura. La Biblia proclama a Cristo como el único y sólo medio de salvación, sin ningún espacio para las malas interpretaciones, esto es claro como el cristal. En otras doctrinas existe la posibilidad del argumento, pero no en esta:

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6).

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hch. 4:12).

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Jn. 3:36).

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo” (1 Ti. 2:5, 6).

En un programa de televisión en vivo, con el tan conocido entrevistador Larry King, tuvo lugar la siguiente conversación entre King y el señor Joel Osteen:

King: «¿Qué pasa si usted es judío o musulmán, y no acepta a Cristo?»

Osteen:«¿Sabe?  Siempre tengo mucho cuidado en no decir quién irá o quién no irá al cielo, porque no se puede saber...»

En este punto, incluso Larry King parecía sorprendido ante la respuesta de Osteen.  Luego le pidió que explicara mejor y Osteen una vez más negó abiertamente que el Señor Jesucristo es el único medio de salvación.

King:«Si usted cree, porque supongo que tiene que creer en Cristo...  ¿No quiere decir esto que ellos (los que no creen así) están equivocados?»

Osteen:«Bueno, yo no sé si ellos están equivocados... eso es lo que enseña la Biblia y por la fe cristiana es lo que creo.  Pero pienso que sólo Dios puede juzgar el corazón de una persona.  Pasé mucho tiempo en India con mi padre.  No comprendo todo sobre la religión de ellos, pero sé que aman a Dios.  Por eso no lo sé.  He visto su sinceridad, por eso...  vuelvo y le repito, no lo sé.  Sé lo que la Biblia enseña y deseo tener una relación con Jesús».

Osteen negó la obra redentora del Señor Jesucristo y alabó a los falsos dioses paganos de India cuando dijo: «Sé que aman a Dios».  ¿Increíble, cierto?

Tal vez usted que lee este artículo podría pensar: «Bueno, tal vez fue que King sorprendió al señor Osteen desprevenido, en ese momento no estaba preparado.  Seguro que si le hubiera dado otra oportunidad de testificar sobre  la obra redentora del Señor Jesucristo, lo habría aclarado todo».

Pero el señor Osteen sí tuvo otra oportunidad.  Después que King abrió las líneas telefónicas, una dama cristiana preocupada le pidió a Osteen que clarificara su declaración anterior.

Hermana:«Hola Larry y Joel.  Gracias Joel por tu mensaje tan positivo y tu libro.  Me he estado preguntando... ¿Por qué fuiste tan evasivo para responder la pregunta que te hiciera Larry acerca de cómo podemos llegar al cielo?  La Biblia nos dice claramente que Jesús es el camino, la verdad y la vida, y la única manera para llegar al cielo es por medio de él.  Esto realmente no es un mensaje de condenación, sino una verdad».

Osteen:«Sí, estoy de acuerdo, pero creo que...»

King:«¿Entonces eso quiere decir que un judío no va al cielo?»

Osteen: «No.  Y esto es lo que yo pienso Larry, que no podemos juzgar el corazón de nadie.  ¿Me entiendes?  Sólo Dios conoce el corazón, no yo.  Creo que no es mi asunto decir que éste irá al cielo, pero aquél otro no.  Yo sólo digo: Esto es lo que enseña la Biblia y voy a depositar mi fe en Cristo... Pero...»

King:«Pero entonces sí crees en tu forma».

Osteen: «Creo en mi forma.  Creo en ella con todo mi corazón».

King:«Pero si alguien no comparte esto contigo, entonces ¿está equivocado, verdad?»

Osteen: «Bueno, sí...  Bueno...  en realidad yo no lo veo en esa forma.  Le voy a compartir mi forma, pero voy a dejar que sea Dios quien lo juzgue.  Yo no sé, no lo sé».

King:«¿En otras palabras no juzgas a nadie?»

Osteen: «No, pero..

Entonces Larry, realmente sí que lo puso en aprietos cuando le preguntó: «¿Y qué pasa entonces con un ateo que desafía a Dios?»  Y una vez más Osteen no afirmó que Jesucristo es el único camino de salvación.  Y King le volvió a preguntar: «¿Qué pasa con los ateos?»

Osteen:«¿Sabes qué?  Yo no voy a juzgar a nadie, voy a dejar que Dios sea el juez respecto a quién va al cielo y quién no.  Sólo presento la verdad y lo digo cada semana.  Creo que debemos tener una relación con Jesús.  Pero...  Sabes?  No voy a andar diciéndoselo a todo el mundo, si no quieren creer, esa es su decisión.  Dios mira el corazón de cada uno, y sólo Dios sabe eso».

Estimado amigo, la Biblia es clara.  Sólo hay un camino y un sólo medio para evitar el infierno eterno y es la sangre del Señor Jesucristo, no simplemente “una relación con Jesucristo”.  Judas Iscariote tuvo una relación con Cristo, caminó y habló con él.  Dice Lucas 22:47 que incluso hasta lo besó, pero Hechos 1:25 también afirma que Judas fue al infierno.  Leemos en Apocalipsis 1:5: “Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”.

¿Qué nos limpia de nuestro pecado?  ¡Sólo la sangre de Cristo!  La enseñanza que profesa el señor Osteen de que «Dios mira el corazón de cada uno, y sólo Dios sabe eso», está terriblemente equivocada y es mortal.  Dios ya ha mirado el corazón del hombre, y dijo: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jer. 17:9).  También dice el libro de Proverbios: “El que confía en su propio corazón es necio...” (Pr. 28:26a).  Mientras que el Señor Jesús manifiesta en el capítulo 15 de Mateo: “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (Mt. 15:19).

El rechazo del señor Osteen a confesar la obra redentora del Señor Jesucristo como el único medio de salvación, impactó a todos los que estaban escuchándole.  Debido al número de llamadas, cartas y correos electrónicos que recibió, Osteen se excusó en su página de internet, explicando que no era su intención negar a Cristo, sino que no quería alejar a esos otros que no conocían nada respecto al Señor.

Lamentó no haber sido lo suficientemente claro respecto a su compromiso con Cristo.  Sin embargo, estimo que fue más que claro, porque de manera consistente y repetida negó a Cristo como el único medio de salvación.  Y permítame señalar: No estamos hablando de un bebé en Cristo, sino del pastor con la congregación más numerosa en Estados Unidos, de alguien que es considerado “como la estrella más resplandeciente en el firmamento religioso”.  Supuestamente era un embajador del Señor Jesús quien estaba en uno de los programas de televisión más populares de Estados Unidos, y se negó a reconocerlo como el único medio de salvación.  ¿No cree que se trata de algo muy serio?

Otras de sus declaraciones durante la entrevista, también estaban en clara oposición a la Palabra de Dios.

King:«¿Pero tú no hablas de fuego y azufre?  ¿No hablas del infierno, ni de condenación?»
Osteen:«No, eso no es para mí.  Nunca lo ha sido.  Siempre he animado a las personas de corazón.  Cuando ocupé el lugar de mi padre, cuyos antecedentes se remontan a la Iglesia Bautista del Sur de hace unos 40 ó 50 años, había mucho de eso.  Pero... ¿Sabes?  Yo no creo en eso.  Tal vez lo creí por un tiempo, pero no tengo en mi corazón el condenar a las personas.  Estoy allí para animarlas.  Me veo a mí mismo como un entrenador, como un motivador para ayudarlas a que experimenten la vida que Dios tiene para nosotros».

Amigos, ¡el más grande predicador que habló del fuego y azufre fue nuestro Señor Jesucristo!  Él predicó del infierno más que de ninguna otra cosa.  Si usted no cree en el fuego y el azufre, tal como Osteen confesó abiertamente, no cree en la Biblia.  ¡Así de simple!

El Señor Jesucristo consideró el infierno como algo muy serio, y dijo: “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.  Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.  Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno” (Mr. 9:43-47).

Si el infierno no es real, ¡entonces el Señor Jesucristo fue el mentiroso más grande que haya existido jamás!  Tal vez Osteen suene muy piadoso y devoto cuando dice: «No tengo en mi corazón el condenar a las personas», pero el Señor Jesucristo afirma que ellos ya están condenados.  Declaró: “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.  El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Jn. 3:17, 18).

El mensaje cristiano no es de condenación, sino que nos muestra el camino para librarnos de esa condenación.  Si no hay un infierno con fuego y azufre, no había razón alguna para que Jesús muriera sobre la cruz.  ¡Fue un desperdicio!  La doctrina del infierno es una parte tan importante del evangelio, como lo es la sangre de Cristo.  Si no hay infierno, no se necesita sangre.  Si no hay cielo, tampoco necesitamos el evangelio.

Si creemos en la Biblia, ¡es nuestra obligación y es decente advertir a las personas del infierno!  Advertir a alguien del fuego eterno, no es condenarlo, es exactamente lo opuesto, ¡porque estamos tratando de impedir que vaya allí, que no sea condenado al infierno!

Debido a las respuestas vagas y confusas del señor Osteen, King terminó por preguntarle si realmente creía en la Biblia.  ¡Qué pregunta más extraña para hacerle al pastor de la iglesia más numerosa de Estados Unidos!

King:«¿Cree literalmente en la Biblia?»

Osteen:«Sí, creo, creo».

Pero aquí tenemos un problema serio, muy serio.  Tenemos a un hombre que asegura creer literalmente en la Biblia.  Y la Biblia advierte una y otra vez de un lugar llamado infierno, un sitio de fuego y tormento eterno:

•   “Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mt. 13:49, 50).

•   “Él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.  Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre” (Ap. 14:10, 11).

•   “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Ap. 20:15).

¿Cómo puede el señor Osteen o cualquiera que declare creer en la Biblia, rehusarse deliberadamente a advertir a otros sobre el infierno?  ¿Es que las personas son tan malas, odiosas o tan depravadas, que por eso no merecen que se les advierta del infierno?  ¿O será posible que un hombre pueda ser tan cruel y tan criminal, que de hecho cree en el infierno, pero se niega a prevenir a otros acerca de su realidad?

No hace mucho, los canales locales de televisión en Estados Unidos, entrevistaron a un hombre hispano que libró de la muerte a una familia que estaba durmiendo en una casa en llamas.  El hombre estaba pasando por el frente de la casa cuando vio el fuego, y sin pensar en su propia vida, se lanzó contra la puerta, la hizo pedazos y entró al inmueble en medio de las llamas dando gritos y despertando a la familia para que saliera de allí.  El reportero que lo entrevistó le preguntó: «¿Cómo se siente al ser un héroe?», y su respuesta fue simple: «No soy ningún héroe, sólo hice lo que cualquier otro ser humano decente habría hecho».

Cualquier hombre que profesa creer en la Biblia, pero se rehúsa en advertir a otros del infierno, necesariamente uno tiene que concluir: O realmente no cree en la Biblia, ¡o es uno de los peores criminales y villanos de la tierra!  No me importa cuán numerosa pueda ser su iglesia, o cuán amable, dulce, compasivo y devoto parezca, es un perverso, un lobo con piel de oveja.

King una vez más puso a Osteen en una situación apurada cuando le preguntó sobre los pecados del aborto y la homosexualidad, enfatizando que hasta los perdidos se oponían a estos “pecados evidentes”.

King:«¿Y qué opina usted respecto a asuntos tan controvertidos entre la iglesia, tal como el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto?»

Osteen:«Sí. ¿Sabes qué, Larry?  Yo no voy hasta allá.  Yo...»

King:«Pero supongo que tendrás una opinión al respecto».

Osteen:«Sí, tengo mi propia opinión.  ¿Sabes?  No pienso que los matrimonios entre personas del mismo sexo fue la forma cómo Dios quiso que fuera.  Tampoco pienso que el aborto es lo mejor, que hay otra forma, una mejor para vivir la vida.  Pero no voy a condenar a esas personas, les digo todo el tiempo que nuestra iglesia está abierta a todos».

Una vez más King se muestra sorprendido ante las vacilaciones de Osteen, y quiso permitirle que clarificara su confusa posición.  Pero nuevamente Osteen abiertamente contradijo las palabras del Señor Jesucristo.

King:«¿Usted no les llama pecadores?»

Osteen:«No, no lo hago».

King: «¿Es esa una palabra que usted nunca usa?»

Osteen: «No la uso.  Nunca pienso en ella, y probablemente nunca lo haré.  Porque la mayoría de personas ya saben que están haciendo mal.  Cuando están en mi iglesia, me gusta decirles que pueden cambiar, que puede haber una diferencia en sus vidas.  Por lo tanto nunca me dedico a condenarlas».

Mi estimado lector, ¡la palabra «pecado» aparece en la Biblia 830 veces!  Después de todas estas respuestas sorprendentes, King le volvió a preguntar a Osteen si creía en la Biblia.

King:«¿Cree literalmente en la Biblia?»

Osteen:«Sí, creo, creo».

Éste otro segmento de la conversación de Osteen durante la entrevista, demuestra cuánto difiere de la Biblia:

King: «¿Es difícil vivir la vida cristiana?»

Osteen: «No creo que sea tan dura.  Para mí es divertida.  Tenemos gozo y felicidad.  Nuestra familia.  No pienso así para nada.  Estoy tratando de seguir una serie de reglas y cosas.  Sólo estoy viviendo mi vida».

King:«Pero... ¿Tienes reglas, verdad?»

Osteen: «Sí tenemos reglas. Pero la regla principal es honrar a Dios con nuestras vidas.  Vivir una existencia de integridad.  No ser egoístas. Ayudar a otros, porque esa realmente es la esencia de la fe cristiana».

La “esencia de la fe cristiana de Osteen es ayudar a otros”, mientras que a lo largo del camino se embolsa unos cuantos millones de dólares.  El apóstol Pablo nos dice cuál es la esencia de la fe cristiana: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Co. 15:3, 4).

¡Apártese de Joel Osteen, de Marcos Witt su pastor asociado, y del falso evangelio de la autoestima sin condenación que predican!  ¡Advierta a otros!

•   Reconozca que es un pecador: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” (Ro. 3:10).  “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 3:23).

•   Reconozca que no puede salvarse por sí mismo: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” (Is. 64:6).

“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tit. 3:5).

•   Reconozca que Cristo murió para pagar por sus pecados: “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” (1 P. 2:24).  “Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Ap. 1:5).

•  Reciba por fe a Jesucristo como su Señor y salvador personal: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn. 1:12).  “...Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?  Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hch. 16:30, 31).  “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16).

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