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Marzo 2018 - 27 Aniversario de Radio América

  • Fecha de publicación: Domingo, 18 Marzo 2018, 09:33 horas

Marzo es un mes de grandes aniversarios, el 26 marca un año de la partida del Pastor José Holowaty, fundador de Radio América y de la Iglesia Bíblica Misionera, siervo de Dios quien partió ese día a su presencia.  Fue una fecha de gozo para todos los que le conocimos, pero también de mucha tristeza.  Gozo porque sabíamos que había llegado ante el Creador un siervo que dedicó toda su vida a servirle, a predicar la sana doctrina sin contaminación, a llevar el mensaje de la Gracia Salvadora a todo el mundo hispano y a apoyar y defender al pueblo terrenal de Dios: la nación de Israel.  Sin embargo, como seres humanos lamentamos y lamentaremos siempre su ausencia física, su guía y dirección.

Este siervo, quien fuera director por muchos años de la emisora KGEI en California, y director de Profecías Bíblicas a través de la Southwest Radio Church, en la ciudad de Oklahoma, era conocido en todo el mundo hispanohablante a través de la onda corta.  Él sabía que la radio era una forma segura y eficaz para difundir el Evangelio, por eso para la década de los ochenta, cuando apenas comenzaba Internet, tuvo la visión de usar este medio para predicarle el Evangelio, literalmente al mundo entero.  Sometió su corazón a Dios y dedicó toda su energía y empeño para llevar a cabo este logro, y a pesar de las muchas dificultades, escollos y fracasos que tuvo que superar, el Señor se lo concedió.

Después de un intento fallido para comenzar una obra en Chile que ocasionó grandes pérdidas económicas, Dios abrió puertas en Paraguay.  Fue entonces cuando algunos de los siervos más fieles de la Iglesia Bíblica Misionera en California se dispusieron a cooperar una vez más para la consecución de esta obra.  Ellos fueron Sonia Barillas; Olcidia Santacruz Medina; Gustavo, Rosa Rodríguez y familia;  Zenobio,  Lidia Ramírez y familia; Héctor y Sara Villanueva; Hilda Morataya; Ana Salas,  y otros más, que colaboraron y todavía lo siguen haciendo para ayudar a cubrir las necesidades de la radio.  Asimismo de hermanos a distancia como Samuel Vásquez y Lino Vera, de México, sin embargo todavía faltaba dinero.

Para poder concretar la compra de la propiedad, incluyendo la emisora, el arquitecto Eduardo Casco, quien era el dueño en ese momento, le dio un plazo al Pastor para terminar de pagar lo que faltaba.  Fue entonces que se conformó un equipo de “rescate” en Paraguay.  El grupo de hermanos que trabajaron para conseguir el dinero necesario para adquirir definitivamente la emisora, estuvo integrado por Jorge Loffler, Andrés Mongelós, el Dr. Daniel Cantero y su familia, el Comisario Arévalos, Alejandro Quintana, Amada de Quintana, Ana María Acevedo, Magno Díaz y Marta Giumarresi.  Gracias a Dios lograron el objetivo.

Comenzamos con un transmisor de 1 KW de potencia y con una antena de 48 metros, con un alcance muy reducido.   Actualmente contamos con un transmisor de 5 KW y una antena de 122,5 metros, y con ello hemos logrado mejorar el alcance y la calidad de la señal.  Ubicada en la ciudad de Ñemby, Radio América se mantiene en el aire las 24 horas, difundiendo el Evangelio: alabando a Dios por medio de la predicación, enseñanza y música cristiana. 

Estos son algunos de quienes integraban el personal de Radio América, en sus inicios: Pedro y Silvia Clever, David Pelegrina, Gabriel Toledo, Arnaldo Folle, María Samaniego, Ana Kurilowich, Sofía Holowaty y otros cuyos nombres no recordamos.

Aunque el número de personas que contribuyen hoy en mantener la emisora en el aire es mínimo, Dios designó a siervos especiales para que hicieran posible llevar a cabo la continuidad de esta obra.  El equipo que en la actualidad lucha día a día para seguir llevando a través de las ondas radiales, la Sana Doctrina Bíblica - el Evangelio de Salvación, es el mismo que el Pastor integró antes de su partida  y, está formado por:

Rosanna de Holowaty: Locutora y responsable de la dirección de la radio.

Leonardo Ortiz: Administrador general y responsable de mantener los equipos electrónicos en buenas condiciones.

Sixto González: Encargado de todo cuanto tiene que ver con el sistema informático en la radio, por ejemplo: la página en Internet www.radioiglesia.com.  La página en Facebook.  En la filmación y difusión de los videos a través de YouTube

Vidal Giménez: Responsable de la programación de Radio América, y de la edición de todos los mensajes que se difunden por la radio.

María Cabañas: Locutora y responsable de la programación juntamente con Vidal.

Mariela Cabañas: Recepcionista y locutora de noticias.

Patricia Quintana: Recepcionista y responsable de la limpieza.

Angel Holowaty (9 años): Locutor del programa infantil “Joyas Para Niños”.

Milciades Maiz: Misionero locutor del programa “Respuesta Bíblica”.

Gladys González: Quien contribuye en mantener al personal saludable y con energía, en la preparación de una alimentación adecuada y balanceada.

Isidro Sánchez, Angel Paredes y el Hno. Aguilar: Encargados de la vigilancia y cuidado de la propiedad.

Judith Rojas: Por 38 años colaboró a distancia con el Pastor José Holowaty, en la recopilación y traducción de noticias relacionadas con el cumplimiento de las profecías relacionadas con los eventos mundiales, el Medio Oriente y con los descubrimientos arqueológicos y científicos.  Además de la traducción y preparación de libros, quien todavía colabora con nosotros.

Por favor no deje de orar por cada uno de quienes hemos mencionado.

Radio América cuenta con una variada y exquisita programación, perfecta para toda la familia.  Programas con contenido estrictamente bíblico y de interés general.  Algunos de ellos son: A través de la Biblia; Joyas para Niños; Noticias; Respuesta Bíblica; Esto es recibir a Cristo; Profecías Bíblicas; Temas Bíblicos; Mensajes desde el púlpito; Estudio Bíblico Dominical; Lectura Bíblica; Sala de Concierto; Momento Decisivo; Llamada de Medianoche: Estudio Bíblico; Revista Radial y Viajeros; Un Mensaje a la Conciencia, Momentos de la Creación; De Regreso a Génesis; En esto Pensad; Tu Historia Preferida; El Camino de la Vida; Reflexión; El Amor que Vale; y De Nuestro Estante de Libros.  Además, retransmitimos simultáneamente cada domingo, todo el servicio desde el Templo de la Iglesia Bíblica Misionera.

Radio América depende 100% del Señor y de quienes nos ayudan con sus ofrendas y donaciones.  Han sido 27 años de servicio incansable para bendición y beneficio de todos: de ustedes, sus familias, y nosotros, quienes a pesar de nuestra indignidad e insignificancia somos partes de esta magna obra, ya que ninguno de los que conformamos el ministerio tiene títulos universitarios, ni somos eruditos, teólogos o escritores, sino que   “... a lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte” (1 Co. 1:27).

Las Escrituras enseñan que todos hemos sido llamados a ser misioneros, ya sea que sirvamos en misiones en nuestro pueblo natal o en el extranjero.  Dijo el Señor Jesucristo en Mateo 28:19: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

No obstante, para la gran mayoría, esto es bien difícil y a veces hasta imposible.  Nos vemos limitados por la familia, la edad, enfermedades, etc. Sin embargo todos sí podemos ofrendar y transformarnos en misioneros. Si usted ofrenda para la radio, se estará convirtiendo en ese misionero invisible que puede llegar diariamente a miles y miles de hogares con el mensaje del Evangelio.

Es bueno que recordemos que Dios determinó llevar a cabo el trabajo de las misiones a través del apoyo financiero de los santos fieles.  Está registrado en la Escritura en Lucas 8:1-3, que “Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes”.

El ministerio del Señor fue sostenido por el apoyo fiel de otros, específicamente el de las mujeres, quienes eran consideradas en cierta forma como inferiores, en la sociedad de ese tiempo.  De manera similar, cuando envió al profeta Elías a Sidón, le ordenó a una viuda que proveyera para sus necesidades, y le dijo al profeta: “Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente” (1 R. 17:9).  Mientras que Pablo recibió el apoyo de los filipenses quienes eran extremadamente pobres, y sobre los cuales dijo: “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad” (2 Co. 8:1, 2).

Tal vez Dios le esté hablando a usted ahora mismo para que apoye la obra misionera de la radio con sus finanzas, pero quizá estima que no cuenta con los medios.  No olvide que Dios es muy superior a nuestras finanzas, es dueño de todo y debemos discernir respecto a lo que Él quiere que hagamos.

Muchos cristianos dan su diezmo mensual y no sienten la necesidad de sobresalir en el trabajo de dar.  Sin embargo, ésta es una comprensión errónea de lo que significa dar. De hecho, el Nuevo Testamento nunca ordena el diezmo y continuamente declara que ya no estamos bajo la ley.  Pablo dijo: “... Pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Ro. 6:14b).  “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.  Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo” (Gá. 3:24, 25).

En 1 Corintios 16:1, 2, Pablo enseña acerca de cómo dar semanalmente, dice: “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.  Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”.

Allí nos deja saber que debemos dar de acuerdo con nuestros ingresos o como Dios nos prospera.  En contraste con aportar simplemente nuestro diezmo semanal, Pablo nos insta a que abundemos en todo: “Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia” (2 Co. 8:7). El apóstol dice que debemos tratar de abundar en todo, lo cual incluye el dar, en la misma forma como tratamos de abundar en amor, fe, palabra y conocimiento de Dios y de la Escritura.

Servimos a un Dios que dio todo lo que tenía: que nos dio a su Hijo unigénito; y su Hijo - el Señor Jesucristo, dio su vida sobre la Cruz para expiar por los pecados de todos nosotros.  Si estamos creciendo conforme a su imagen, nuestras vidas de alguna forma deben exhibir el sacrificio en la forma cómo damos y lo que damos.  Pablo dijo refiriéndose a sí mismo: “En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad” (Fil. 4:10).

El apóstol no se regocijó porque los creyentes estaban proveyendo para él, lo hizo porque Dios les había otorgado la gracia para dar, y al apoyarlo económicamente estaban realmente honrando al Creador.  Por eso dijo más adelante: “No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.  Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios” (Fil. 4:17-18).

Las ofrendas que le dieron a Pablo, fueron realmente para Dios, y era Él quien los recompensaría.  Por lo tanto, Pablo se regocijó porque esto acarrearía bendiciones sobre todos ellos de parte de Dios.  De la misma forma, ésta debería ser nuestra mentalidad también en el ministerio de dar, que sea algo que nos alegre, que nos regocije, porque no sólo estaremos llevando salvación y ayuda a esas personas que nos escuchan a través de las ondas de la radio, sino que estamos glorificando a Dios.  El sacrificio de todos ustedes, honra a Dios.

De hecho, cuando Pablo enseñó acerca de dar dijo: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Co. 9:7).  Pablo dice que si ofrendamos por coacción o por obligación, es mejor que no lo hagamos.  Dar al ministerio del Señor es algo que debe causarnos gozo, porque honra a Dios.

Si quiere participar en esta evangelización masiva contribuya con su ofrenda misionera para la radio.  Recuerde no hay donativo pequeño o insignificante, porque unido a otros puede ser usado para la gloria de Dios.  Así a través de este medio podemos llegar simultáneamente a lugares que hace 50 años eran prácticamente inaccesibles.

No tenemos más que bendecir el amor y misericordia de Dios para con nosotros, porque esta obra queridos hermanos, no es sólo del siervo de Dios que ya partió, sino de todos los que han colaborado y colaboran en ella.  De cada uno de los hermanos que integran la Iglesia Bíblica Misionera, quienes dan sus diezmos y ofrendas, los que sirven fielmente en los trabajos relacionados con la radio, la Internet, la literatura que se imprime, la predicación, la preparación de los mensajes, en mantener limpias las áreas de trabajo, preparar los alimentos y cuidar la propiedad.  Radio América y la Iglesia Bíblica misionera, son un esfuerzo conjunto de todos los que dispusieron sus corazones para servir al Señor.

Radio América y la Iglesia Bíblica Misionera, son patrimonio de toda la familia Holowaty: Del Pastor José Holowaty; de Esperanza, su primera esposa; de sus hijas Melody y Janelle; de sus yernos; de sus nietas; hermanos y hermanas; sobrinos y sobrinas; de su segunda esposa Rosanna y sus hijos Angel y Josué.  Y de todos ustedes que contribuyen para que esto sea posible.  “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.  Porque Él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.  ¿Quién subirá al monte de Jehová?  ¿Y quién estará en su lugar santo?  El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño.   Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación” (Sal. 24:1–5).

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