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¿Es el Islam una religión de paz?

¿Es el Islam una religión de paz?

La cortina islámica que separa las naciones musulmanas del resto del mundo es mucho más impenetrable que lo que fuera la cortina de hierro.  Pero... ¿acaso hemos oído a los medios de comunicación hacer un solo comentario sobre esto?   En Arabia Saudita, por ejemplo, en donde los norteamericanos mueren por protegerla, no se permite nada que tenga que ver con el cristianismo.

  Uno no puede llevar una Biblia en la mano, o tener un estudio bíblico en la privacidad del hogar. Incluso en la embajada norteamericana, sobre la cual ondea la bandera americana, están prohibidos los servicios cristianos. En Arabia Saudita y en algunas otras naciones islámicas está decretada la pena de muerte, para los musulmanes que se convierten a cualquier otra religión.

Sólo los que profesan su credo, pueden ser ciudadanos de Arabia Saudita. Incluso en las naciones árabes, en que la ley islámica no es impuesta por el gobierno, la influencia del islam impide la libertad de expresión, de prensa, de religión y de conciencia.  En los territorios controlados por la Organización de Liberación Palestina, los árabes cristianos que en el pasado gozaban de libertad bajo el gobierno de Israel, hoy sufren persecución, encarcelamiento y muerte por motivo de su fe.  A pesar de todo, ni las Naciones Unidas, ni el gobierno norteamericano protestan contra la opresión de la cortina islámica.

Dorchester: “El islam es... mucho más antagónico con la fe cristiana, que lo que fuera jamás el comunismo...  En la China comunista actual, el cristianismo sigue creciendo.  Pero si  una persona nativa hoy, en una nación islámica, decide seguir a Cristo se considera como alta traición. En los países islámicos ni siquiera se permite una iglesia oficial, algo que sí consentían los gobiernos comunistas”.

         Desde lo ocurrido el 11 de septiembre del 2001, los líderes mundiales y los medios noticiosos insisten en que el islam ama la paz, que lo sucedido sólo fue el producto de un grupo aislado de terroristas que nada tienen que ver con la religión musulmana.   Sin embargo, es una verdad absoluta que su libro sagrado - El Corán, sí promueve la violencia en contra de quienes no profesan sus creencias.  Este libro contiene por lo menos 109 versículos que instan a los musulmanes a exterminar a los no creyentes por el bien del dominio islámico.

Dada la abundancia de textos que promueven la violencia y el asesinato, en un libro que supuestamente debería ser perfecto, ya que proviene de un dios perfecto, los musulmanes contemporáneos ejercitan su preferencia personal sobre la violencia justificable,  para interpretar esos pasajes de su “santo libro que instan a sus seguidores al salvajismo y el asesinato”.

Algunos son bastante gráficos, con órdenes explícitas de cortar las cabezas y los dedos y de darle muerte a los infieles dondequiera que puedan estar escondidos.  A los musulmanes que no se unen a la lucha les llama “hipócritas”, haciendo Alá la advertencia de que sino participan de la masacre los enviará al infierno.

Por desgracia, son muy pocos los versículos sobre tolerancia y paz que abrogan o incluso equilibran, para que los no creyentes sean combatidos en forma suave, sino que todos declaran que de no convertirse al Islam deben morir.  El legado de Mahoma, junto con la notable presión sobre la violencia que se encuentra en el Corán, han dejado un rastro de sangre y lágrimas a lo largo de la historia del mundo.  A continuación permítannos compartir unos cuantos versículos tomados del Corán:

Sura 2

190-191.    “Combatid por Alá contra quienes combatan contra vosotros... Matadles donde deis con ellos, y expulsadles de donde os hayan expulsado. Tentar es más grave que matar.  No combatáis contra ellos junto a la Mezquita Sagrada, a no ser que os ataquen allí.  Así que, si combaten contra vosotros, matadles: ésa es la retribución de los infieles”.

193.  “Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá.  Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos”.

Sura 3

56.    “A quienes no crean les castigaré severamente en la vida de acá y en la otra. Y no tendrán quienes les auxilien”.

151. “Infundiremos el terror en los corazones de los que no crean, por haber asociado a Alá algo a lo que Él no ha conferido autoridad. Su morada será el Fuego. ¡Qué mala es la mansión de los impíos!”.

Sura 4

74.    “¡Que quienes cambian la vida de acá por la otra combatan por Alá! A quien. combatiendo por Alá, sea muerto o salga victorioso, le daremos una magnífica recompensa”.  (Los mártires del Islam a diferencia de los primeros cristianos que se dejaban masacrar humildemente como testimonio de su fe, mueren en las batallas mientras están asesinado a otros y causando destrucción por la causa de Alá.  Esta es la base teológica de todos los que se inmolan hoy en día.)

76a.  “Quienes creen, combaten por Alá...”

89.    “Querrían que, como ellos, no creyerais, para ser iguales que ellos.  No hagáis, pues, amigos entre ellos hasta que hayan emigrado por Alá.  Si cambian de propósito, apoderaos de ellos y matadles donde les encontréis.  No aceptéis su amistad ni auxilio”.

95.    “Los creyentes que se quedan en casa, sin estar impedidos, no son iguales que los que combaten por Alá con su hacienda y sus personas.   Alá ha puesto a los que combaten con su hacienda y sus personas un grado por encima de los que se quedan en casa.  A todos, sin embargo, ha prometido Alá lo mejor, pero Alá ha distinguido a los combatientes por encima de quienes se quedan en casa con una magnífica recompensa”. (Este pasaje critica a los musulmanes “pacíficos” que no se unen en la violencia, haciéndoles saber que son menos dignos ante los ojos de Alá.) 

104.  “No dejéis de perseguir a esa gente. Si os cuesta, también a ellos, como a vosotros, les cuesta, pero vosotros esperáis de Alá lo que ellos no esperan...” (¿Acaso el perseguir y lastimar al enemigo que se retira de la batalla, es un acto de defensa propia?)

Sura 5
49.    “Y, si se apartan, sabe que Dios desea afligirlos por algunos de sus pecados”

33.    “Retribución de quienes hacen la guerra a Alá y a Su Enviado y se dan a corromper en la tierra: serán muertos sin piedad, o crucificados, o amputados de manos y pies opuestos, o desterrados del país. Sufrirán ignominia en la vida de acá y terrible castigo en la otra”.

51.    “¡Creyentes! [musulmanes]  ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Dios no guía al pueblo impío”.

Sura 8

12.    “... Yo estoy con vosotros. ¡Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. ¡Cortadles del cuello, pegadles en todos los dedos!”.

15-16         “¡Creyentes! Cuando os encontréis con los infieles marchando, ¡no les volváis la espalda!   Quien ese día les vuelva la espalda - a menos que sea que se destaque para acudir a otro combate o para incorporarse a otra tropa - incurrirá en la ira de Alá y tendrá la gehena por morada. ¡Qué mal fin...!”

59-61         “¡Qué no crean los infieles que van a escapar! ¡No podrán! ¡Preparad contra ellos toda la fuerza, toda la caballería que podáis para amedrentar al enemigo de Dios... Si, al contrario, se inclinan hacia la paz [si aceptan el Islam], inclínate tú también hacia ella...”

Sura 9

5.   “Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes!  Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz! Alá es indulgente, misericordioso”.  (De acuerdo con este versículo, la mejor manera de mantenerse a salvo de la violencia musulmana es convertirse al islam.  La afirmación popular de que el Corán sólo se refiere a la violencia en el contexto de la autodefensa, la contradice este pasaje.   Aquí no se alude a musulmanes que están bajo ataque. Si así fuera, no se diría que si los otros se arrepienten y hacen la ‘azalá’, es decir expresan la oración tradicional de los musulmanes, y además de eso les pagan a ellos ‘el azaque’ - el tributo, entonces deben dejárseles en paz.  En otras palabras “si se convierten” - lo cual no tiene nada que ver con defensa.)

Sura 9

8-9      “¿Cómo podrán los asociadores concertar una alianza con Alá y con su Enviado, a no ser aquéllos con quienes concertasteis una alianza junto a la Mezquita Sagrada?  Mientras cumplan con vosotros, cumplid con ellos.  Alá ama a quienes le temen.  ¿Cómo si, cuando os vencen, no respetan alianza ni compromiso con vosotros? Os satisfacen con la boca, pero sus corazones se oponen y la mayoría son unos perversos”.

29. “¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Alá ni en el último día, ni prohíben lo que Alá y su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!”.

41-42. “¡Id a la guerra, tanto si os es fácil como si os es difícil! ¡Luchad por Alá con vuestra hacienda y vuestras personas! Es mejor para vosotros.  Si supierais... Si se hubiera tratado de una ventaja inmediata o de un viaje corto, te habrían seguido, pero el objetivo les ha parecido distante. Jurarán por Alá: «Si hubiéramos podido, os habríamos acompañado a la guerra». Se pierden a sí mismos. Alá sabe que mienten”.  (Estos versículos contradicen el mito de que los musulmanes luchan solamente en defensa propia, ya que el texto implica que la batalla se libra a larga distancia de la casa, y de acuerdo con los historiadores, en este caso en tierra de cristianos.)

73. “¡Profeta! ¡Combate contra los infieles y los hipócritas, sé duro con ellos!” (Sura 9:73).

Sura 47

3-4      “Y esto es así porque los infieles siguen lo falso, mientras que los creyentes siguen la Verdad venida de su Señor. Así es como Alá los pone como ejemplo a los hombres.  Cuando sostengáis, pues, un encuentro con los infieles, descargad los golpes en el cuello hasta someterlos.  Entonces, atadlos fuertemente.  Luego, devolvedles la libertad, de gracia o mediante rescate, para que cese la guerra.  Es así como debéis hacer.  Si Alá quisiera, se defendería de ellos, pero quiere probaros a unos por medio de otros.  No dejará que se pierdan las obras de los que hayan caído por Alá”.  (Los infieles que rechazan a Alá tienen que ser asesinados en el Jihad.  Los heridos deben ser mantenidos cautivos hasta que paguen el rescate.  La única razón de por qué Alá no hace el mismo el trabajo sucio, es para poner a prueba la fidelidad de los musulmanes.  Esos que matan pasar la prueba.)

Sura 48

17. “No hay por qué reprochar al ciego, al cojo o al enfermo.  Y a quien obedezca a Alá y a Su Enviado, Él le introducirá en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos.  A quien, en cambio, vuelta la espalda, Él le infligirá un castigo doloroso”.  (Este versículo echa por tierra el mito moderno de que Jihad no significa guerra santa en el Corán, sino que se trata de una lucha espiritual. Es claro que esta palabra no se refiere a nada espiritual, ya que dice claramente que las personas impedidas o minusválidas están exentas.  Además, el Hadith una colección de tradiciones musulmanas que contiene los dichos del profeta Mahoma, revela el contexto del pasaje, refiriéndose a un ciego que no puede participar en el Jihad.  Esto no tendría sentido si significara una lucha interna).

El problema principal con el terrorismo islámico es la forma como sus seguidores devalúan la vida de quienes no son musulmanes, todo lo cual ha resultado en asesinatos insensibles, tortura y sometimiento, e incluso hasta amenazas de muerte contra cualquier musulmán que piensa en convertirse al cristianismo, junto con amenaza y ataques a los cristianos evangélicos.  Una de las cosas que más impulsa el terrorismo islámico es que los musulmanes ven a quienes no profesan su religión, como idólatras, cayendo por consiguiente bajo esta clase de cláusulas.

      Hay asimismo una cláusula en El Corán que prohíbe la amistad con esos que no siguen el islam. 

  •     “Cuando estéis de viaje, no hay inconveniente en que abreviéis la azalá, si teméis un ataque de los infieles. Los infieles son para vosotros un enemigo declarado” (Sura 4:10).

      También es clara la forma cómo El Corán, ataca a todos los no musulmanes:

  •     “Pero quienes no crean y desmientan nuestros signos morarán en el fuego de la gehena” (Sura 5:86).
  •     “¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a gente que ha incurrido en la ira de Alá! Desesperan de la otra vida, como los infieles desesperan de los sepultados” (Sura 60:13).
  •     “Los judíos dicen: ‘Uzayr es el hijo de Alá’. Y los cristianos dicen: ‘El Ungido es el hijo de Alá’.  Eso es lo que dicen de palabra.  Remedan lo que ya antes habían dicho los infieles.  ¡Que Alá les maldiga!  ¡Cómo pueden ser tan desviados!” (Sura 9:30).

 Pero... ¿Qué debemos hacer?  Primero que todo debemos tener bien claro, que para los musulmanes los pactos no significan nada.  La historia registra que Mahoma rompió los pactos y asesinó a sus enemigos.  Muchos de ellos aseguran que viven en conformidad con su libro sagrado, pero cuando se trata con convenios es imposible confiar en ellos.

En parte, Dios ha permitido que el islam gane preponderancia en el mundo, porque la gran mayoría de países que se consideran cristianos, tal como el caso de Estados Unidos, aunque profesan serlo no viven en conformidad con las normas Divinas.  Ese bien puede ser un factor, pero también existe la posibilidad de que Dios esté tan cansado de ellos que les haya permitido alcanzar algunas victorias, para que el mundo finalmente pueda unirse en contra la amenaza que significan.

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