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Prospecto profético para el año 2021

Este año, uno de los más tumultuosos en la historia de la humanidad, ha llegado a su fin.  Mientras los cristianos, recordamos el nacimiento de nuestro bendito Salvador en esta época navideña, las nubes oscuras y amenazantes del 2021 se ciernen sobre nosotros presagiando días aún mucho más tenebrosos. 

Creemos que es bueno para todos, poner en perspectiva lo que se proyecta en el futuro, comparándolo con el esquema presentado en la Palabra Profética de Dios, ya que ese es el único prisma, a través del cual podremos ver lo que está ocurriendo a nuestro alrededor y obtener una comprensión adecuada.

En términos de economía y la situación social, éste fue uno de los años más feos de la historia reciente, y ha sido algo inevitable.  La condición social en Estados Unidos y el mundo entero es caótica.  En Norteamérica, algunas personas ya han sido vacunadas contra el Covid-19, lo que ha hecho suponer a algunos, que estamos a punto de cruzar la cima de la montaña y que a partir de allí, todo va a mejorar, pero por desgracia éste no es el caso.  Los ojos del mundo entero se han centrado en el evento de la pandemia, y se piensa que una vez que “termine”, la crisis concluirá y todo volverá a la normalidad.

Pero en el Reino Unido se acaba de detectar una mutación diferente del coronavirus y millones de personas están asumiendo nuevas restricciones.  Los asesores del gobierno británico a cargo de las infecciones consideran, con un nivel de confianza “moderado”, que la nueva cepa es más contagiosa que otras variantes.

Sin embargo, toda la investigación se encuentra en una etapa inicial y persisten grandes incertidumbres y una larga lista de preguntas sin respuesta.  Como aseguran los expertos, los virus mutan todo el tiempo y es vital mantener mucha atención para comprobar si su comportamiento está cambiando.

Tal como nos han estado diciendo los globalistas desde que comenzó el brote, el mundo «nunca más volverá a ser como era antes».  Pero no es por la pandemia, sino porque ELLOS no permitirán que las cosas vuelvan a la normalidad. 
El “gran reinicio”, como así lo llama el Foro Económico Mundial, está destinado a durar muchos años.  El Foro Económico Mundial (FEM), también llamado Foro de Davos, es una fundación sin fines de lucro con sede en Ginebra, que se reúne anualmente en el Monte de Davos, Suiza.

Allí celebran una asamblea anual desde 1991, integrada por los principales líderes empresariales, políticos internacionales, así como periodistas e intelectuales selectos, a efectos de analizar los problemas más apremiantes que afronta el mundo, entre ellos, la salud y el medio ambiente.
Los globalistas pretenden que todos los aspectos de nuestras vidas cambien, que demos un giro de 180 grados, llevando a las naciones bajo el anhelado nuevo orden mundial, unificando la economía.  Pero no funcionará, porque todo está destinado a sucumbir y su total colapso causará una crisis sin precedentes.

Esto fue lo que comenzó a predicar desde la década de 1970 a través de la onda corta, nuestro Pastor José Holowaty en su programa Profecías Bíblicas, pero no se trataba de sus propios pensamientos, ni de elucubraciones de eruditos, sino que la Biblia, la Palabra de Dios anticipa este colapso gigantesco que tendrá lugar en el mundo, cuando el Creador intervenga cansado de la conducta inmoral y perversa de los seres humanos sobre la tierra.

Esa conclusión se basa en las propias palabras de Jesús en Mateo 24:36-42.
También sabemos que la corrupción en la tierra será similar a los días de Lot (Lc. 17:28-30).

Estas escrituras proféticas que acabamos de citar, tienen que estar refiriéndose al Rapto, porque enfatizan que la gente estará comprando, vendiendo, plantando, casándose y realizando todo tipo de actividades habituales y normales en la tierra.  Si estuvieran describiendo el tiempo de la segunda venida del Señor profetizada en Apocalipsis 19:11-15, las cosas serían muy diferentes.

Nos encontramos ahora mismo en el principio de dolores profetizado en el capítulo 21 de Lucas.  El bramido del mar y de las olas, es la angustia de las gentes alrededor del mundo, toda la agitación e incertidumbre que están experimentando, además de la pandemia global que azota al planeta.  Pero los negocios continúan, aunque la economía sigue socavándose y derrumbándose.  El Rapto marcará el comienzo del día del Señor, porque a partir de ese momento todo colapsará.  Eso es lo que vemos que está ocurriendo en este mismo momento, conforme la iniquidad avanza con cada día que pasa.

El globalismo continuará avanzando, mientras Satanás se prepara para colocar en el poder a su hombre de pecado.  Sin embargo, Dios ha prometido que cuando él esté a punto de ser revelado, el Espíritu Santo que mora en la Iglesia, restringirá el mal que Satanás desea infligir.
Y eso es exactamente lo que está sucediendo en este momento, mientras vemos cómo la maldad se ha ido incrementando, día a día, hora tras horas durante los últimos años, meses y días.

La profecía indica claramente esto mismo: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef. 6:12).
Esa batalla se está librando en los lugares celestes.  Mientras la mano restrictiva de Dios está haciendo Su obra para concedernos un poco más de tiempo, a fin de que la Iglesia y los cristianos podamos predicar con denuedo en estos días cruciales, porque en cualquier momento, “En un abrir y cerrar de ojos, el Señor Jesucristo dirá: ¡Sube acá!”

¡Así que, Hermanos y Hermanas, mantengámonos ocupados en las cosas del Señor, sin preocuparnos por lo que Él haya reservado para el año 2021, porque somos sus hijos, y su prospecto es glorioso!

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