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Preparando a la humanidad respecto a la existencia de vida extraterrestre (II)

Un experto de la NASA dijo a un reportero del periódico The Times: «Es posible que no descubramos vida en cien años.  O tal vez lo logremos la semana que viene».

El programa, según estos expertos, tiene como objetivo ofrecer respuestas a preguntas que han desconcertado a la humanidad desde el principio del tiempo, tales como ¿Qué es la vida? ¿Qué significa estar vivo? ¿Dónde trazamos la línea divisoria entre lo humano y lo extraterrestre? ¿Cuáles son las posibilidades de vida consciente en otros lugares?

Cada vez nos acercamos más y más a ese día cuando la Iglesia sea arrebatada y son millones los hombres y las mujeres, quienes serán engañados.  Los únicos preavisos que tenemos son la Biblia, las iglesias cristianas verdaderas que anuncian esos días venideros y cristianos individualmente que hablan de todo esto.  Sin embargo, hay que leer mucho la Escritura y en primer lugar ser regenerado para entenderla.

Desde hace muchos años se han llevado a cabo avances tremendos para implementar la tecnología de trabajar, comprar y vender usando sólo marcas, códigos y números de computadora en todo el mundo.

El plan de Satanás para estos últimos días ya está en marcha, y se llevará a cabo en parte por medio del transhumanismo, un movimiento cultural internacional, intelectual y creciente, que ha sido abrazado por las más profundas y tenebrosas cámaras de los laboratorios en Estados Unidos, los cuales están tratando de usar la tecnología GRIN: la combinación de la genética, robótica, inteligencia artificial y la nanotecnología, como instrumentos para rediseñar radicalmente nuestras mentes, nuestras memorias, fisiología, descendencia, e incluso nuestras almas, tal como lo dice Joel Garreau, un periodista norteamericano nacido en 1948, erudito y autor del libro éxito de ventas publicado en inglés “La evolución radical”: «La promesa y peligro de mejorar nuestras mentes, nuestros cuerpos y lo que significa ser humano».

El cambio tecnológico, cultural y metafísico que se está gestando, anticipa un futuro dominado por nuevas especies de seres humanos superiores e irreconocibles.  Parte de la doctrina del movimiento de la nueva era asegura que el origen de los dioses, y de la raza humana, tal como lo conocemos hoy, es el resultado directo de la actividad extraterrestre, de los Ovnis.  La Escritura registra en el capítulo 24 de Mateo, que el Señor Jesucristo dijo, que esos eventos que tuvieron lugar durante los días de Noé, serían semejantes a los que ocurrirán en los días previos al Rapto de la Iglesia.

Esta profecía es asombrosa, cuando uno se da cuenta, que la actividad aparente de estos seres celestiales cesó aproximadamente hasta 1940.  Luego, siguiendo al infame incidente de Roswell, que tuvo lugar en Nuevo México en 1947, las personas alrededor del mundo comenzaron a tener encuentros con criaturas extrañas que están llevando a cabo experimentos reproductivos con una regularidad cada vez más creciente. 

Uno se ve forzado a preguntarse: «¿Qué está pasando?  ¿Quiénes son estas criaturas?  ¿Son los visitantes actuales de los Ovnis, los mismos del tiempo de Noé?  Y si es así, entonces ¿de qué se tratan estos experimentos reproductivos?»  Quizá la respuesta a esta pregunta, se encuentra en el capítulo 6 de Génesis.

Otro de los factores que contribuyó a pavimentar el camino, fue la teoría de la evolución, la cual está en el corazón de todas estas enseñanzas.  La evolución niega la existencia de Dios y Satanás la ha usado para que las personas acepten la idea de que estamos evolucionando hacia otro nivel.  El transhumanismo alardea de que el hombre puede dirigir su propio destino al rediseñar el código de su ADN, y busca convertir a los hombres en dioses al dirigir su propia evolución.  En lugar de aceptar que el Creador originalmente hizo a Adán a su propia imagen, y que el hombre a pesar de que es un ser caído, mediante el Señor Jesucristo será restaurado a esa imagen original y perfecta, insisten en que pueden hacerlo por sí mismos.  De hecho, el transhumanista Richard Seed, un físico nuclear de Chicago, audazmente declara: «Vamos a convertirnos en dioses».

A fin de poder comprender el engaño, primero debemos entender que “de la simiente de la mujer vino el Salvador y de la simiente de Satanás vendrá el destructor” (Gn. 3:15), y que Dios es infinito, por lo tanto, hay cosas que nunca podremos saber acerca de Él.  Sin embargo, todo lo que revela la Biblia debemos aplicarlo firmemente a nuestro concepto de quién es Él y quiénes somos nosotros, porque la Escritura nos dice en Génesis 1:26: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.

Satanás usará el deseo del hombre de ser su propio dios para engañarlo y hacerlo que crea la última mentira: que sus mensajeros caídos son tanto los creadores como los salvadores.  Él no hará esto abiertamente, sino que engañará a la humanidad por medio de los demonios los cuales se disfrazan como “extraterrestres”, quienes están propagando el mensaje, de que los habitantes de la tierra pueden evolucionar, ser como ellos y obtener poderes trascendentes.  Finalmente llegará la simiente de la serpiente, quien será un hombre superior que sus semejantes, entenderá todos los escenarios siniestros y se convertirá en el Anticristo.

Usted puede mover la cabeza en señal de desaprobación, puede ignorarlo o rechazarlo como falsa alarma, pero esto no cambia las cosas, ¡porque el día de esta espantosa tiranía está muy cerca!

¡La creación de Dios es majestuosa y sublime!  La Biblia es clara en declarar que nuestro Dios es el Creador del mundo en el que vivimos y de todo el universo: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos... Él fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida... ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría” (Sal. 19:1; 104:5, 24).

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