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Boletin dominical - 09/08/09

Esto, mi amigo, es Roma.  Estos son los dogmas que asociamos con el catolicismo.  No son escriturales.  Son la antítesis del Nuevo Testamento.  En diferencia a una membresía un tanto más educada e iluminada, la iglesia concede hacer pequeñas modificaciones aquí y allí.  Por ejemplo, en el año 1966 el papa Pablo IV proclamó el fin de la obligación tradicional que los católicos tenían de abstenerse de comer carne los viernes.  Abolió el índice de Libros Prohibidos, y degradó una constelación de santos que habían sido canonizados por la iglesia.  Por siglos a estos santos se les había rezado y eran reverenciados por los fieles desde tiempo inmemorial.  Cambios así no han afectado las bases del romanismo.

¡Cuánto cuidado debemos tener cuando clavamos la vista en algún libro cuyo título nos cautiva!  Este es el caso del libro Una Vida con Propósito escrito por Rick Warren.  ¿Quién no quisiera tener una vida con propósito?  ¿Quién no quisiera aprender de algún hombre dotado de esa sabiduría divina para orientarnos?  ¿De qué sirve una vida sin propósito?  Es como viajar sin saber hacia dónde, sin tener un destino cierto escogido de antemano.  Permítame explicarle algo siquiera, acerca de este hombre que en pocos años se ha hecho tan popular.

En el comercio existen los MAYORISTAS: que venden en cantidades muy grandes para que otros vuelvan a vender su mercadería al consumidor; y los MINORISTAS: que compran como consumidores.  Digamos que Warren es un... mayorista, incluso fabricante exclusivo de herejías muy bien embaladas, sutiles y atractivas.  Se hizo famoso, tanto en las filas de los cristianos como en el mundo y la prensa secular.

El 5 de julio, el periódico Washington Times publicó un artículo a través de internet informando que el pastor Warren le dijo a su audiencia musulmana, la Sociedad Islámica de Norteamérica, cuyas siglas en inglés son ISNA, que visualizaba «una coalición de credos».  Así sea que el pastor Warren lo sepa o no, este es sólo otro intento por integrar la religión mundial única descrita en los capítulos 13 y 17 de Apocalipsis.

Realmente, no me gusta hablar ni de Warren ni de ningún otro pastor, que como él ha extraviado el camino.  Sin embargo, considero que como ministro del Señor tengo la obligación de mantener informados a los hermanos de todo lo que está ocurriendo.

Después de leer lo que el Washington Times comentó acerca de su mensaje a un grupo de musulmanes espiritualmente perdidos, siento que es necesario dejar saber esto a través de una carta abierta, a quien muchos consideran como el pastor más influyente en Estados Unidos, o como algunos dicen, en el mundo.

     «Pastor Warren, usted le suplicó a los ocho mil radio escuchas musulmanes que estaban oyéndole el sábado 4 de julio de 2009, que trabajaran unidos para solucionar los problemas más grandes del mundo, cooperando en una serie de proyectos entre personas de diferentes grupos religiosos.  Usted dijo: ‘Los musulmanes y los cristianos podemos trabajar unidos en favor del bien común, sin comprometer ni mis convicciones ni las convicciones de ustedes’.

     Pastor Warren, usted comprometió las convicciones de los musulmanes que le escuchaban.  El hecho de decir: ‘Mi fe más profunda está en Jesucristo’, no es suficiente para esas pobres personas que están perdidas, y quienes cualquier día van a enfrentar una eternidad en el infierno sin Cristo.  Usted tuvo y tiene la oportunidad de presentarles el evangelio, pero no lo hizo ni lo hace, y por eso tendrá un día que rendir cuentas.

     Los ‘problemas más grandes del mundo’ siempre estarán con nosotros.  El Señor Jesucristo así lo dijo en Mateo 26:11: ‘Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis’.  Discúlpeme, pero tengo que concluir diciéndole que usted está más interesado en la unidad ecuménica, en solucionar los problemas del sida, la pobreza y otros asuntos sociales, que en la salvación de los perdidos.  El sábado pasado tuvo la oportunidad de oro que 99,9% de los cristianos norteamericanos jamás tendrán.

     Usted les dijo que no estaba interesado en entablar un diálogo religioso con ellos.  Como en cada ocasión en que ha tenido contacto con diferentes denominaciones y grupos religiosos, ni siquiera mencionó el evangelio.  Cuando se dirigió a grupos judíos, incluso hasta les explicó cómo podían también ellos estructurar una mega sinagoga, tal como su propia Iglesia Saddleback en Lake Forest, California.  ¿Cree qué es posible ponernos de acuerdo en esto, siendo que siempre omite las buenas nuevas?  Hay salvación en Cristo, sólo en Cristo: ‘Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos’ (Hch. 4:12).  El tiempo que queda es corto, por lo tanto le recomiendo que adopte una decisión consciente y sea un verdadero seguidor del Señor Jesucristo.

     Usted le dijo a este grupo de musulmanes: ‘Hablar es algo barato, pero amar es algo que podemos realizar unidos.  Debemos hacer algo para modelar lo que es vivir en paz, vivir en armonía’.  Pastor Warren, usted conoce su Biblia mucho mejor que eso, ¿cierto?  La Biblia dice que nunca estaremos en paz y armonía en este mundo hasta que gobierne el Mesías desde su reino teocrático.  La Organización de las Naciones Unidas pregona esta misma clase de ‘conceptos paganos’.  ¿Cree que está por encima de eso?  Usted nunca se atrevería a sugerirle a su audiencia musulmana que ore por la paz de Jerusalén, tal como nos insta Salmos 122:6 con estas palabras: ‘Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman’.  ¡Sin embargo, está presionando en favor de una necia e imposible paz ecuménica!

     En su discurso, incluyó tres sugerencias:
1.  Crear una coalición para ponerle fin al estereotipo religioso,
2.  Trabajar unidos para restaurar la civilidad en la sociedad norteamericana, y
3.  Adoptar una posición común en contra de los ataques a la libertad de religión y libertad de expresión».

J. A. Holowaty, Pastor
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