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Manipulación Genética

Manipulación Genética

En 1944, un estadounidense, Oswald T. Avrey descubrió que el componente cromosómico que transmitía la información genética era la cadena molecular del ácido desoxirribonucleico, el ADN. A partir de este momento y debido al aporte de otros científicos, en 1972 el profesor norteamericano Paul Berg de la Universidad de Stanford, California, consiguió ligar dos cadenas de ADN, una de origen bacteriano y otra de origen animal.

Todas estas técnicas que permiten recombinar el ADN, dieron origen a otras ciencias, tal como la clonación.

La clonación es el arte de producir individuos genéticamente idénticos creados por reproducción asexual. Este método de reproducción es natural en criaturas unicelulares que se multiplican por simple división. Pero en el caso de animales superiores, como los vertebrados, el único caso de reproducción asexual espontánea eran los gemelos idénticos. Actualmente y gracias a la ingeniería genética o bioingeniería y debido al empleo de sofisticadas técnicas de micromanipulación celular es posible reproducir de manera artificial vertebrados de sangre caliente.

La técnica consiste en la inyección de un núcleo de célula embrionaria, procedente de un blastocisto muy joven, es decir del animal donador, en un huevo recién fecundado del cual se han extraído previamente los dos pronúcleos, el masculino y el femenino, antes que se fusionen. Este huevo procedente del animal receptor, es cultivado "in vitro" hasta el estado de blastocisto, siendo posteriormente implantado en el útero de una hembra, que viene a ser la madre adoptiva.

Por 25 años aproximadamente, los científicos han estado conduciendo experimentos con la recombinación del ácido desoxirribonucleico. Fusionan los genes de una forma de vida con los de otra, para producir formas híbridas. Los resultados han sido variados. Se han logrado cultivar una gran variedad de vegetales, granos y nueces de mayor tamaño y en algunos casos más resistentes a las plagas.

En un artículo publicado en la revista Time del 3 de abril de 1995, se informaba que ahora hay una raza de moscas de la fruta con ojos de más que crecen en su cabeza y patas. Este artículo informa que "investigadores de la Universidad de Basilea en Suiza describieron cómo ellos reprogramaron enjambres de moscas de la fruta, no como un despliegue de destreza para llamar la atención, sino como parte de un serio esfuerzo por entender cómo la naturaleza forma algo tan magnífico como un ojo".

En su grotesco experimento ellos simplemente insertaron el gene en los embriones de esas moscas y ¡allí estaba! a las moscas le salieron ojos. Pero los ojos les aparecieron grotescamente por todo el cuerpo, ¡sobre las patas, las alas e incluso sobre las antenas! Los ojos estaban completamente desarrollados, incluyendo su función sensorial normal. Pero hay algo más, cuando los científicos insertaron el gene que controla el desarrollo de los ojos en ratones, ¡una generación similar a la de moscas de la fruta también comenzó a desarrollar ojos precisamente en la misma forma que antes! ¡Los ojos no eran de mamíferos, sino de mosca! ¡A pesar de que habían sido estimulados por genes de ratones! Los científicos evolucionistas estaban más que satisfechos.

"La implicación es ineludible", concluyeron los científicos, "El gene de los mamíferos y el de la mosca están tan estrechamente relacionados que es casi seguro que se deriven de un gene precursor en un ancestro común, es muy posible que haya sido de una especie de lombriz que habitaba en el mar y que vivió hace unos 500 millones de años o cosa por el estilo. ¿Qué significa esto?’, pregunta el biólogo molecular Charles Zuker del Instituto Howard Hughes en San Diego, con una media sonrisa. ‘Significa que somos básicamente moscas grandes’ ".

El hombre hoy hasta cierto punto está jugando a ser Dios al recombinar el código genético. Nosotros tenemos en la naturaleza todas las características enumeradas en el capítulo 9 de Apocalipsis y ciertamente está entre el reino del conocimiento del hombre la habilidad para recombinar el código genético de una forma de vida con el de otra para dar origen a otra bien extraña. Ciertamente entre los límites de la investigación científica es posible dar origen a una criatura que tenga el cuerpo de un caballo, la cara de un león, el cabello de una mujer y que de su boca salga fuego y azufre y luego mediante la clonación hacer un ejército de criaturas iguales. Hoy por primera vez en la historia tenemos la habilidad para hacer que se cumplan literalmente estas profecías del capítulo 9 de Apocalipsis.

Los biólogos moleculares y genetistas están hablando con entusiasmo y seguridad de un futuro perfeccionado en el cual las enfermedades y las deformidades son finalmente erradicadas. Hablan incluso de una humanidad perfeccionada. Antes de eso, claro está, ellos tienen que vencer consideraciones éticas y morales "pasadas de moda". Sin embargo, no han pensado en que la cadena alimenticia podría ser destruida por mutaciones genéticas actuando como veneno a largo plazo. Se están haciendo planes para mutar radicalmente formas animales para proveer sangre humana sustituta y órganos para ser transplantados.

Jesús dijo: "Como fue en los días de Noé", para luego indicar que así como la gente era entonces, como fue el mundo de entonces, el mismo mundo volvería a repetirse:

"Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos" (Lc. 17:26,27).

Si nos basamos en estas palabras y no damos una mirada a esos... "días de Noé", diremos que lo que el Señor quería decirnos es que la vida sería, relativamente normal. La gente se estaría casando, habría compras, ventas, construcciones, etc. Pero cuando nos preguntamos ¿y cómo eran esos... "días de Noé?" entonces descubrimos que el Señor dijo mucho más que lo mencionado aquí.

Para poder entender esto mejor, debemos repasar de nuevo esos... "días de Noé".

"Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra (explosión demográfica diríamos hoy), y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.

Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal... Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo... Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová... Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra" (Gn. 6:1-12).

En Lucas 17 donde Jesús hace referencia a "los días de Noé", no menciona todas las maldades de aquella generación. Por ejemplo, él nada dice sobre esa extraña unión de esos... "hijos de Dios con las hijas de los hombres". Como consecuencia, se habla de unos gigantes malvados, cuya maldad era tan demoníaca que Dios destruyó a toda esa generación por medio del diluvio.

No todos los teólogos y predicadores en general, están de acuerdo que lo que entonces había sucedido, fue una especie de unión carnal entre «extraterrestres» con la descendencia de Adán y Eva. El texto nos hace ver que aquí no hay mucha alegoría y que no se trata de la descendencia de Caín y Set, respectivamente, porque toda la raza humana fue destruida por medio del diluvio, excepto Noé y su familia.

Cuando Jesús dijo que habría un gran parecido entre aquellos días y la proximidad de la partida de la Iglesia, sin duda se refirió a este fenómeno también. Solamente que ahora la «procreación» de monstruos será algo más aceptable, porque en lugar de los demonios uniéndose con mujeres, esto se hará en laboratorios. La manipulación de la genética es algo que muy poca gente entiende hasta dónde llevará a la humanidad. Dentro de no mucho tiempo, los hombres se verán aterrorizados al darse cuenta de lo que estos experimentos darán por resultado. Tengo una fuerte convicción que el mundo será enfrentado con innumerables clones de los cuales no podrán librarse.

A los interesados en estos temas, recomiendo el libro: "CLONACIÓN HUMANA" de los autores, Dr. Lane P. Lester y James C. Hefley. Una pregunta en la tapa dice: ¿Jugar a ser Dios o progreso científico?

No importa las leyes que impongan los países a favor o en contra de la clonación, de todos modos los hombres lo harán. Cuando la generación en los días de la torre de Babel decidieron levantar una especie de telescopio para comunicarse con esos seres extraterrestres, Dios tuvo que confundir el lenguaje, diciendo: "... Y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer" (Gn. 11:6b).

 Es demasiado probable que la clonación nos traiga seres tan inhumanos, grotescos, fuertes y perversos, que el mundo no pueda deshacerse de ellos y entonces Dios tendrá que intervenir. Incluso pudiera ser que el Anticristo (Satanás encarnado) tenga que "socorrer al mundo" y ponga fin a tan serio problema. El profeta dice:

 "Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes. Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo. Ninguno estrechará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán. Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones. Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos (el espacio)..." (Jl. 2:5-10).

Pero... ¿De quién habla el profeta? "Así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás.." (Jl. 2:2).

Probablemente el profeta describe a un ejército de clones, preparados en laboratorios, una especie de mitad hombre y mitad bestias o demonios. No sabemos, pero los científicos serios, especialmente los cristianos, están alarmados por lo que la clonación de humanos pueda producir. Aun cayendo sobre la espada no les hará daño, de manera que aunque los quieran matar, no lo lograrán. Cuando caminen lo hará en una sola dirección, porque seguramente los clonados no tendrán la coordinación que es natural en los seres creados.

Serán tan terribles aquellos días que "los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y anciarán morir, pero la muerte huirá de ellos" (Ap. 9:6). Luego Juan habla de langostas semejantes a caballos, tenían caras como caras humanas, cabello como cabello de mujer, dientes como de leones, corazas como de hierro. El ruido de sus alas como estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla, colas como de escorpiones... (Ap. 9:7-9).

Todo esto, hoy por hoy, se puede producir en los laboratorios y la clonación era de esperarse. Si quiere un mundo mejor para sus hijos, prepárelos para el cielo, porque la tierra se prepara para el fuego.

Pero tengamos bien presente que:

• Nadie podrá detener esta carrera de combinaciones genéticas.

• Es probable que los laboratorios nos entreguen versiones «humano-bestiales» tan grotescas y violentas que con el tiempo lleguemos a ser rehenes de nuestros propios productos de laboratorio.

• A fin de impulsar estos experimentos se están ofreciendo algunos beneficios, tales como cerdos que son modificados genéticamente para producir sangre humana y animales transgénicos cuyos riñones, hígado, etc, puedan ser trasplantados en seres humanos, y finalmente...

• Es probable que cuando la Biblia dice que el Anticristo, tiene una apariencia como de león, oso y algo de leopardo, esté describiendo realmente una versión humanoide producto de la recombinación de genes.

Dice la Escritura: "Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen" (Ro. 1:28).

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