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¿Será éste? ¿Será ésta?

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Agosto 2011, 19:17 horas

 “Si partimos del 7 de junio de 1967, el día en que Israel capturó el Monte del Templo y le sumamos los 17.640 días, nos llevan exactamente al Yom Kippur del 23 de septiembre de 2015, y si contamos retrospectivamente siete años desde el Yom Kippur del 2015, llegamos al Yom Kippur del 9 de octubre de 2008. De acuerdo con estos cálculos, estudiosos de las profecías estiman que el rapto podría ocurrir en estos días. Y volvemos a preguntarnos: ¿Será así...? Bueno, tendremos que esperar”.

Los periódicos y los noticieros por televisión dieron el 9 de octubre la noticia, de que el Reloj que marca el conteo de la Deuda Nacional de Estados Unidos, avanza tan rápidamente que prácticamente se quedó sin números.

El Reloj de la Deuda Nacional en Estados Unidos fue inventado por el finado Seymour Durst in 1989, para destacar el nivel del adeudo ese año que ascendía a $2.700 millones de dólares. La deuda externa actual de este país, es como una bomba de tiempo, que crece a un promedio de un millón de dólares por minuto.

Una pregunta que hemos estado escuchando mucho recientemente es: “¿Será éste?... ¿Será ésta?”. Hay muchas personas que piensan que sí. Pero todo depende a cuál “éste” o cuál “ésta” se están refiriendo.

En este contexto “éste” o “ésta”, tiene un montón de definiciones, pero sólo un significado. Cada vez que la tierra tiembla en California, los californianos se preguntan: “¿Será éste?”. Pensando si acaso será el gran terremoto, que de acuerdo con los expertos en sismología, un día devastará el estado de California.

Las caídas estrepitosas en los mercados bursátiles del mundo, han hecho que las personas hagan comparaciones con 1929 y la subsecuente Gran Depresión, y que se pregunten: “¿Será ésta la gran depresión final?”.

La posibilidad cada vez más creciente de que los votantes en Estados Unidos, le entreguen la Casa Blanca a un desconocido, de quien no sé sabe cuáles son realmente sus verdaderas intenciones, con vínculos declarados con el islam, el terrorismo doméstico y la izquierda radical, ha hecho que muchos se estén preguntando: “¿Será éste el fin de la democracia en Estados Unidos?”.

Las recientes incursiones militares de Rusia en Georgia, y su apoyo al programa nuclear de Irán, hace que los estudiosos de las profecías bíblicas se pregunten: ¿Será ésto, lo que conllevará a la guerra de Gog y Magog?

Según los estimados de los líderes judíos, Irán tendrá suficiente material nuclear para construir un arma para fines de este año - lo cual quiere decir que Israel se encuentra en un momento decisivo, y que no hay marcha atrás. Circulan fuertes rumores, de que si el señor Obama de hecho gana las elecciones en el mes de noviembre, Israel lanzará un ataque contra las instalaciones nucleares en Irán antes de que tome posesión de la presidencia el 20 de enero de 2009.

Y nos preguntamos: ¿Desencadenará ésto, la guerra de Gog y Magog?
El 9 de octubre se celebró Yom Kippur, el Día de Expiación en Israel - la más solemne e importante de las fiestas judías. Yom Kippur tiene dos temas centrales - el arrepentimiento y la expiación. Es el décimo, de los Diez Días de Temor Reverente o arrepentimiento, que comienza en Rosh Hashana.

Sir Isaac Newton pensaba que la segunda venida del Señor Jesucristo tendría lugar al principio de un año de Jubileo, el cual comienza en un día de expiación. Pero leamos lo que dice la Biblia sobre el jubileo: “Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años. Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra. Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos, porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis” (Levítico 25:8-12).

Antes de continuar, tengo que aclarar que no estoy estableciendo una fecha para el rapto de la Iglesia, o para la tribulación, porque eso sólo lo sabe Dios. Lo que voy a presentar a continuación son sólo observaciones estadísticas realizadas por el señor Jack Kinsella, editor de la publicación The Omega Letter, estudioso de la Palabra de Dios, y experto en asuntos internacionales y del Medio Oriente. Esta información es para todos esos que gustan del estudio de las profecías, pero sin ser dogmáticos en nada.

Dice el señor Kinsella: “Añadirle 49 años bíblicos de 360 días a una de las fechas más significativas en la profecía bíblica, y que el resultado final coincida con un día de expiación, es igual a 365 probabilidades en contra, y una a favor’.

“Si tomamos cuarenta y nueve años judíos proféticos y los multiplicamos por 360 días, que son los días que tiene el año judío, tendremos diecisiete mil seiscientos cuarenta días’.

49 x 360 = 17.640

“Si partimos del 7 de junio de 1967, el día en que Israel capturó el Monte del Templo y le sumamos los 17.640 días, nos llevan exactamente al Yom Kippur del 23 de septiembre de 2015, y si contamos retrospectivamente siete años desde el Yom Kippur del 2015, llegamos al Yom Kippur del 9 de octubre de 2008. De acuerdo con estos cálculos, estudiosos de las profecías estiman que el rapto podría ocurrir en estos días. Y volvemos a preguntarnos: ¿Será así...? Bueno, tendremos que esperar”.

Los periódicos y los noticieros por televisión dieron el 9 de octubre la noticia, de que el Reloj que marca el conteo de la Deuda Nacional de Estados Unidos, avanza tan rápidamente que prácticamente se quedó sin números.

El Reloj de la Deuda Nacional en Estados Unidos fue inventado por el finado Seymour Durst in 1989, para destacar el nivel del adeudo ese año que ascendía a $2.700 millones de dólares. La deuda externa actual de este país, es como una bomba de tiempo, que crece a un promedio de un millón de dólares por minuto.

Pero ayer, la deuda ascendió a diez billones de dólares, un uno seguido por trece ceros. Un dígito más, de que los que tiene el Reloj de la Deuda Nacional, en Times Square, en Nueva York. También se anunció que dentro de poco se le añadirán más cifras en previsión de que el débito siga creciendo y que pronto llegue al trillón

¡Millones, miles de millones, billones y ahora trillón!... Pero, ¿qué significan estas cifras? Un trillón es un uno seguido de 18 ceros, un número increíble. Para poder entenderlo mejor, vamos a expresarlo en tiempo, y dice el señor Jack Kinsella al respecto: “Un millón de segundos equivalen a unos doce días. Mil millones de segundos a unos a 32 años. Un billón de segundos a 32.000 años, y un trillón de segundos equivalen a 320.000 años’.

“Dios creó a Adán hace aproximadamente 170 mil millones de segundos. Si contamos un trillón de segundos a partir de ahora, llegaríamos al 9 de octubre del año 322.008".

¡Son cifras inmensas! Por lo tanto, con los mercados mundiales colapsando como fichas de dominó en línea, uno se pregunta: ¿Será éste el principio de la Gran Depresión que llegará a su clímax en algún momento a mediados de la gran tribulación? No, no lo creo, pero permítame aclararle por qué.

Y sigue diciendo el señor Kinsella: “Los números no cuadran, pero voy a explicárselo en otra forma. Esto es más dinero del que existe. Es más dinero de lo que valdría Estados Unidos, si se dividiera en pedazos y se vendiera una porción cada vez’.

“Es más dinero que el que puede ser colectado por todas las naciones combinadas del mundo. Es una suma imposible en el sentido literal de la palabra ‘imposible’.

“Si se trata de más dinero del que existe, entonces ninguna nación puede darse el lujo de llamarlo su deuda, sin destruir el fundamento de su propia moneda en el proceso’.

“Por esa razón, ya están en funcionamiento planes para acuñar una nueva unidad monetaria global, a la cual le han dado ya el apodo de ‘dey’, una palabra compuesta por las iniciales de las tres monedas principales en el mundo, ‘d’ por dólar, ‘e’ por el euro, y ‘y’ por el yen. La idea ha estado circulando por años, pero todavía no ha sido puesta en vigor’.

“El problema ha sido, que el mundo ya tiene una unidad monetaria universal - el dólar de Estados Unidos, el cual ha sido el punto de referencia internacional desde mediados del siglo pasado, y hasta recientemente, que todo estaba marchando aparentemente bien’.

“Pero ya no más, por lo tanto el concepto de una unidad monetaria global centralizada administrada por un banco central, es una idea cuyo tiempo obviamente ha llegado’.

“Aquí es donde yo creo que el colapso en los mercados bursátiles y la profecía bíblica intersectan. No con la marcha del tercer jinete del Apocalipsis, sino más bien con la marca de la bestia. El apóstol Juan dice que la principal palanca de control popular es su control de una economía global centralizada’.

“Juan dice que nadie podrá comprar o vender sin la ‘marca de la bestia’. También agrega que la marca es tanto comercial como religiosa. Ningún hombre podrá comprar o vender sin ella, pero también nos deja saber que ninguno puede recibirla sin rechazar al Señor Jesucristo y ofrecer adoración a la bestia”.

Se necesitará mucho más que la abolición del dinero en efectivo para que la profecía tenga cumplimiento. También se requerirá una economía central globalizada - la cual no puede existir sin una unidad monetaria común centralizada.

El Anticristo sólo tiene siete años para hacer todo lo que la Biblia ha determinado para él. Si lo examina cuidadosamente se dará cuenta que es una agenda ambigua. Él primero tomará control del mundo y luego llevará a cabo su destrucción en sólo siete años, aunque Hitler no pudo hacerlo en doce años.

El Anticristo no tendrá tiempo para crear la infraestructura necesaria - escasamente dispondrá del tiempo suficiente para controlar la que ya esté establecida y ponerla a funcionar.

Es importante recordar que el rapto NO marca el comienzo de la tribulación. El rapto, incluso podría tener lugar hoy mismo y la tribulación todavía puede demorar sus años.

Pero no ha ocurrido, y la iglesia aún se encuentra aquí. Lo que es más, podemos ver señales de la tribulación, tantas que tal pareciera que ya comenzó, pero no, aún no se ha iniciado.
El Señor Jesucristo dijo que el tiempo de la tribulación será tan intenso, que si esos días no fuesen acortados, no habría sobrevivientes. Lo que estamos viendo hoy, son las sombras de lo que habrá de venir, eventos separados que un día se unirán para hacer una realidad el escenario profetizado en la Biblia.

Quienes participarán en el drama de la tribulación son personas reales, de carne y hueso, quienes estarán realizando cosas cotidianas, tal como fuera en los días de Noé - comiendo, bebiendo y dándose en casamiento.

Nosotros somos los llamados a dar testimonio de los eventos que habrán de venir sobre la tierra, y explicar, que lo que parece ser caos y destrucción, es realmente evidencia de que el Señor retornará pronto, y que queda poco tiempo para reclamar su oferta de salvación.

Por lo tanto: ¿Será o no será? No, aún no, pero sí pronto. “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá” (Lucas 12:40).