Logo
Imprimir esta página

Separación de la Iglesia y el Estado

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17)

Isaac Backus nació en Connecticut  el 9 de enero de 1724, fue un líder bautista y predicador y durante la era de la Revolución Americana, e hizo campaña en contra de las iglesias establecidas en Nueva Inglaterra, ya que era un firme creyente de la separación de la iglesia y el estado.  En el tiempo de su nacimiento, la colonia establecida en el territorio norte americano, tenía una iglesia establecida y todos los ciudadanos debían pagar impuestos para sostenerla.

Estudió y se convirtió en pastor de una congregación Separatista y en 1749 rehusó pagarle impuestos a la iglesia, de tal manera que un amigo lo hizo por él.   Isaac llevó el caso ante la asamblea de Connecticut y les recordó que sus ancestros habían abandonado Inglaterra para escapar de una comunidad religiosa impuesta por el estado y adorar libremente tal como a cada uno le placiera, apoyando a la congregación de su preferencia, sin embargo no pudo cambiar la opinión de la asamblea.

Backus se unió en ese tiempo a la iglesia Bautista, la que para entonces era una denominación pequeña en Estados Unidos.  Pasó gran parte de su vida sobre la silla del caballo, viajando y predicando a un extenso circuito de iglesias bautistas.  En 1777 ya había 199 comunidades bautistas y para 1795, 325.  Apoyó la fundación del Colegio Superior Rhode Island, el que más tarde se convirtió en la Universidad Brown  y continuó presionando para que no se impusiera la adoración de congregaciones religiosas en Estados Unidos, librando a las personas de tener que pagar impuestos o apoyar a una iglesia del estado a la cual no asistían.

Fue la llamada Revolución Americana, lo que le puso fin a este conflicto.  Inglaterra, el país que colonizara esa nación, tenía la larga tradición de una iglesia estatal, pero un nuevo país estaba emergiendo.  Los bautistas respaldaron al lado norteamericano en la guerra, esperando que no habría iglesias establecidas en él. Sin embargo, se vieron desilusionados con Massachusetts donde se mantuvo la iglesia impuesta por varias décadas, mientras que en el sur y este de la nueva nación, no las había y los centros religiosos establecidos por los bautistas prosperaron allí.  Con el tiempo ya no había ninguna iglesia implantada en Estados Unidos.

Sin embargo, la fuerza motivadora de la vida de Isaac Backus no era establecer una iglesia determinada como deseaban la mayoría de predicadores de su tiempo, sino que su anhelo era salvar las almas.  A pesar de todo, sus creencias respecto a las iglesias impuestas tuvo un efecto profundo en la nueva nación.

          “Señor, te alabamos y bendecimos por librarnos del pecado, y ayudarnos a vivir para Ti, bajo cualquier sistema político.  Amén”.

Diseño © Radio América