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Debemos orar por Israel - III

  • Fecha de publicación: Sábado, 25 Noviembre 2023, 21:22 horas

Este nuevo antisemitismo, basado en una teoría racial, era mucho más peligroso para el judío que el primero.  Era posible escapar de la persecución al “convertirse”, aunque sólo fuese de boca, pero no podían cambiar su raza.  Una vez que eran condenados por el simple hecho de ser judíos, sin importar lo que creían, no tenían esperanza de escape.

El odio no muere fácilmente, sino que como un camaleón cambia de color y se adapta a un nuevo ambiente.  Fue así como se inventó el término “antisemitismo”, para describir un sentimiento antiguamente religioso, como un reflejo de una edad científica.  Era una palabra moderna que expresaba lo que por tantos siglos había sido descrito como antijudaísmo.

Ya para comienzos del siglo XX, cualquiera que basaba su prejuicio en la religión, era considerado como atrasado.  Para que fuese aceptable, el nuevo prejuicio tenía que tener base científica.  Es interesante notar que el nuevo antisemitismo no religioso del siglo XX fue producto del europeo intelectual, no de la persona común y corriente.  Fueron los científicos, pensadores, filósofos, escritores y periodistas, quienes formularon el más peligroso de los antisemitismos, el que culminó con el Holocausto.

Este antisemitismo se diferenciaba en estilo al de las clases pobres y menos educadas. No obstante, el antisemitismo intelectual y el callejero convergieron entre 1930 y 1945 para dar lugar a la más grande maquinaria asesina que jamás haya existido, basada simplemente en cierto tipo de raza.

A partir de entonces los judíos, pasaron a ser considerados una raza supuestamente inferior.  El estudio científico de las razas y el movimiento eugenésico que perseguía el estudio de la herencia en favor del perfeccionamiento de las cualidades de la raza humana, proveyeron la plataforma para el antisemitismo nazi del siglo XX.

Este movimiento se dedicó a comprobar “científicamente”, que la raza y la inteligencia estaban relacionadas con asuntos como productividad, criminalidad y valor humano, colocando así el fundamento para el experimento científico nazi en Alemania.

Mucha de la política racial adoptada por Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial, se debió a este experimento supuestamente cien-tífico.  La sociedad a finales del siglo XIX y principios del XX, necesitaban desesperadamente justificar sus prejuicios.

Para mediados del siglo XIX, la ciencia aportó evidencia, que aparentemente defendía la noción de la superioridad racial, la que fue aceptada como legítima. 

El antisemitismo nazi era esencialmente racial, aunque estaba fundamentado en la política y sentimiento antijudío de tiempos históricos, previos a la era cristiana.

Los nazis no eran antisemitas porque querían castigar a los judíos por “matar a Jesús”.  A ellos no les importaba quién mató a Jesús.  Su prejuicio era racial.  Para los nazis, los judíos, al igual que otros pueblos y razas, eran biológicamente inferiores y tenían que ser exterminados.

Los nazis entonces tomaron las teorías raciales basadas en una supuesta ciencia, y las aplicaron a los israelitas y a otros que no eran de su agrado.  La superioridad del caucásico se convirtió en la superioridad del ario. 

En muchas formas, la vieja distinción entre cristiano y judío fue sustituida por ario y judío.

Es un hecho histórico que el catolicismo fue uno de los principales perseguidores del pueblo de Israel, y el peso colectivo de ese pasado contribuyó en gran manera para que los nazis pudieran estructurar la ideología que culminó con el Holocausto en el que fueron exterminados seis millones de judíos.

Sin embargo, los católicos no fueron los únicos en hacer esto.  La ciencia, el secularismo, el comunismo, el islam, los persas, los griegos y los egipcios, todos sirvieron como instrumentos de Satanás y le añadieron peso a la miseria del pueblo judío. 

A veces de manera voluntaria y otras quizá por ignorancia, a Israel le ha tocado cargar un peso extraordinario por causa de la Palabra de Dios, por llevar la antorcha y ser mensajeros de luz.

La actualidad en Israel

La guerra Israel-Gaza del 2023 es un conflicto armado en curso que comenzó el 7 de octubre del 2023, mientras los israelíes festejaban la fiesta de Sucot, que es una festividad judía, llamada también Fiesta de las Cabañas o Fiesta de los Tabernáculos, cuando grupos armados de terroristas palestinos, principalmente de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, junto con otras agrupaciones como el Frente Popular para la Liberación de Palestina y la Guarida de los Leones, con el apoyo de Irán y Corea del Norte, lanzaron un gran ataque contra Israel desde la Franja de Gaza con una andanada de cohetes y vehículos transportados.  Considerada como una intifada, el ataque fue inesperado, tomando a Israel completamente por sorpresa. 

El país respondería poco después con una represalia denominada “Operación Espada de Hierro”, que incluyó bombardeos e incursiones militares contra Gaza.

Los terroristas armados de Hamás capturaron un gran número de rehenes, tras sucesivas razias en el sur de Israel, lo que llevó al Gobierno de Israel a declarar el Estado de guerra por primera vez desde 1973. 

Los ataques con cohetes fueron acompañados por infiltraciones de militantes en varios kibutz que rodean Gaza y la ciudad israelí de Sderot.

Como resultado del ataque sorpresa del grupo terrorista palestino Hamás en comunidades cercanas a la Franja de Gaza y de las bases de las Fuerzas de Defensa de Israel, murieron centenares de personas, mientras otras tantas fueron tomadas cautivas. 

Por lo menos 1000 personas entre hombres, mujeres, niños y bebés fueron asesinadas, el primer día del ataque, incluidos unos 85 ciudadanos de otros países, y unas 1500 personas resultaron heridas.

“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman” (Sal. 122:6).
                        Continuará...

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