Boletin dominical - 04/08/13
Un imaginario diálogo antes el tribunal de Cristo
El Señor: Hijo, ¿por qué fuiste tan negligente? Te mostraré lo que te había preparado, pero no te lo daré porque te hiciste inmerecedor.
El Cristiano: Señor, no creía que podría yo pretender algo porque era conciente de mis pecados, por lo cual te ruego que de todos modos me permitas ocupar el lugar que me habías preparado. Porque... ¿acaso no es cierto que tú eres “amplio en perdonar”?