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Tercera resolución de la UNESCO en contra de Israel

Artículo desactualizado, publicado a manera de información

  • Fecha de publicación: Miércoles, 10 Mayo 2017, 10:28 horas

La UNESCO, es la Organización de las Naciones Unidas, que se fundó en 1945 con el supuesto objetivo de contribuir a la paz y la seguridad en el mundo, mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones.   Su finalidad es orientar a los pueblos en una gestión más eficaz de su propio desarrollo, a través de los recursos naturales y los valores culturales, a fin de modernizar y hacer progresar a las naciones del mundo, sin que por ello pierdan su identidad y diversidad cultural.

Sin embargo, esta organización cuyos fines son aparentemente pacifistas, por tercera vez adoptó una resolución en contra de Israel, el 2 de mayo del 2017, el mismo día en que el pueblo judío conmemoraba su Independencia, declarando que Israel no posee derecho histórico ni legal a ninguna parte de Jerusalén, ignorando con esto los lazos milenarios del pueblo judío con la ciudad.

El gobierno de Israel, a través de su ministro de Educación y Cultura, Naftalí Bennett, decidió suspender toda colaboración con la Unesco, en respuesta a esta resolución que sostiene, que la llamada Explanada de las Mezquitas, para los musulmanes, o Monte del Templo, para los judíos, no tiene ningún vínculo con los hebreos.

Bennett acusó abiertamente a la Unesco de brindarle un “apoyo inmediato al terrorismo islamita”, en una carta dirigida a la directora general de esa organización, Irina Bokova, que fue publicada en las redes sociales.  A continuación anunció la suspensión de la comisión israelí de la Unesco de “todas sus actividades profesionales con la organización internacional”.

El ministro además sostuvo, que “Los terroristas del mañana pueden recibir inspiración y legitimación en ese acto deplorable, y pidió que el mundo se levante abiertamente y en voz alta contra la resolución presentada por Palestina”. Agregando, que “Ignorar la historia judía en Jerusalén es el primer paso de apoyo a los que se oponen al pluralismo religioso y cultural”.

Según informó el periódico The Times of Israel, la resolución fue adoptada por el Consejo Ejecutivo de la Unesco, compuesto por 58 países.  Sostiene que el lugar en cuestión ubicado en la Ciudad Antigua de Jerusalén, estuvo bajo control jordano hasta la guerra de 1967, después de lo cual fue anexado por Israel, y que no tiene vínculos con el judaísmo porque lo que hay allí, es considerado como centro de culto del Islam.

El texto fue aprobado por 24 votos a favor  entre los que se contaron Egipto, Argelia, Marruecos, Líbano, Omán, Qatar y Sudán.  Las naciones que se opusieron a la resolución fueron Estados Unidos, Italia, el Reino Unido, Holanda, Lituania, Grecia, Paraguay, Ucrania, Togo y Alemania, además de 26 abstenciones y dos ausencias, e incluye una enérgica condena a Israel por la gestión de los lugares sagrados de Jerusalén.

En octubre del 2016, la UNESCO aprobó dos resoluciones parecidas y ampliamente criticadas, que negaban los lazos históricos judíos con Jerusalén. De manera interesante, tales resoluciones fueron ratificadas casi en el mismo momento en que arqueólogos israelíes identificaban la localización por donde las tropas romanas atravesaron los muros de Jerusalén antes de destruir la ciudad y el Templo judío hace casi dos mil años.

También revelaron un manuscrito que data de hace 2.700 años de edad que contenía la referencia más antigua no-bíblica sobre Jerusalén en idioma hebreo. Ambos descubrimientos, entre otros más, dan fe de los estrechos lazos históricos entre los judíos y Jerusalén.

Aunque la resolución más reciente reconoce la importancia que tiene Jerusalén para las tres religiones abrahámicas, denomina a Israel como un “poder ocupador” en Jerusalén y ratifica la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la que condena la presencia israelí en el este de Jerusalén, donde se encuentran el Muro Occidental y el Monte del Templo.

El Secretario General de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, declaró la semana pasada ante una concurrencia del Congreso Judío Mundial, que negarle el derecho a la existencia de Israel, es una “forma moderna de antisemitismo”.   Sin embargo, aún no ha comentado respecto a esta última resolución de UNESCO.

Considerado el tercer sitio más sagrado del Islam, después de La Meca y Medina, la Cúpula de la Roca - la mezquita musulmana, fue erigida en el lugar en el que la tradición judía ubica los dos templos bíblicos: el de Salomón y el de Herodes.

Israel permite el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas donde se encuentra la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa,  para que puedan orar, si bien en ocasiones se producen restricciones por motivos de seguridad que determinan las autoridades israelíes.  Según la tradición judía la roca que cubre el domo es la misma donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo, Isaac.  Mientras que los musulmanes sostienen, que desde esa roca Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Alá.

Oremos para que Dios convenza de pecado a las personas que votaron a favor de esta resolución antisemita, y que los que se abstuvieron, reconozcan que también tienen un sentimiento equívoco en contra de Israel.  Pídamosle al Señor, que esta resolución sea vista claramente por lo que es, y que el Secretario General Guterres pueda hacer algo para contrarrestar este horrible mal.

 “Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota... Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará” (Isaías 33:20 y 22).

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