El nuevo gobierno de Israel fue designado el domingo por la noche del 13 de junio de 2021, después de ser aprobado por un solo voto de confianza al Knesset - el  Parlamento, poniendo así fin a los 12 años de mandato del primer ministro Benjamín Netanyahu.

Naftali Bennett prestó juramento como el decimotercer primer ministro de Israel, después de una votación de 60 a 59 en su favor, sustituyendo al señor Netanyahu, quien había estado al frente desde el año 2009, y servido tres años anteriormente desde 1996 hasta 1999.

El socio de la coalición de Bennett, el exlíder opositor Yair Lapid, juró como el decimocuarto primer ministro de la nación. Según un acuerdo, él se desempeñará como primer ministro, y Lapid como primer ministro alterno y ministro de Relaciones Exteriores hasta el año 2023, luego los dos intercambiarán lugares.

El señor Bennett, líder del partido de derecha Yamina, y Lapid, jefe del partido centrista Yesh Atid, están marcando el comienzo de una nueva era con un gobierno de unidad integrado por miembros de derecha, izquierda, centrista e incluso con el primer partido árabe islámico de la nación, conformando así una coalición.

 Él dijo en su discurso en la ceremonia de juramentación del domingo por la noche: “Este gobierno representa a muchos de los ciudadanos de Israel... Y por esta misma razón implica una gran oportunidad.  Nuestro principio es que nos sentaremos juntos y seguiremos adelante con lo que acordamos.  Definiremos muchas cosas en las que estamos de acuerdo, tal como transporte, educación, etc.  Dejando a un lado, lo que nos separa”.

En su discurso aseguró: “El nuevo gobierno es uno que trabajará por el bien de todo el pueblo. Haremos todo lo posible para que nadie tenga miedo. Estamos aquí en nombre del bien y para trabajar”.  Además, hizo eco al voto repetido del señor Netanyahu, de que “Israel no permitirá que Irán esté equipado con armas nucleares”.

Al abordar el enfrentamiento de once días del mes pasado con Hamás y el ataque de cohetes desde Gaza, declaró que “Si el grupo terrorista ataca nuevamente, se encontrará con un muro de hierro”. 

El nuevo gabinete se reunió en la residencia del presidente el lunes 14 de junio por la mañana, para una foto en grupo: un recuerdo del cambio de guardia en el estado judío. Este evento fue uno de los últimos protagonizados por el presidente Reuven Rivlin en su capacidad oficial, ya que su mandato ha terminado y será reemplazado el 9 de julio por el presidente electo Isaac Herzog.

Por su parte el señor Netanyahu ahora que concluyó su era como primer ministro de Israel con más años de servicio, intervendrá como líder de la oposición.  Bennett será el primer judío ortodoxo en ocupar el cargo de primer ministro y el primero en usar una kipá - una pequeña gorra ritual usada tradicionalmente por los varones judíos.

Concluyendo con su discurso inaugural el domingo, el señor Bennett dijo: “Le pido a Dios que me conceda sabiduría y entendimiento para liderar a Israel, así como una oración de bendición, paz y protección sobre el estado judío”.

Este cambio en el gobierno, ha hecho que algunos se pregunten si será que los cristianos fundamentalistas tal vez le retirarán su apoyo incondicional a Israel debido a esta coalición recién integrada.  Queremos que todos sepan que el amor y protección por el pueblo de Israel, no depende de quiénes los gobiernen, sino de la Palabra de Dios.

Desde que fuera refundado como nación el 14 de mayo de 1948 hasta la fecha, ha experimentado la transición de muchos líderes políticos que han sido elegidos para encabezar su gobierno.  No hay duda de que cada funcionario electo aporta una ideología política diferente, algunas más congruentes con el destino bíblico de la nación y otras no. Sin embargo, a pesar de esto, los cristianos bíblicos jamás le retirarán su apoyo a Israel, ni a su pueblo, en función de quién se sienta en la silla como primer ministro. Si bien hay personas que suponen, que el apoyo cristiano a Israel y al pueblo judío es condicional, esto es incorrecto.

Nosotros hemos sido llamados a amparar a esa nación y a su gente en todo momento: en tiempos de paz, de crisis y de incertidumbre.  A demostrar nuestra protección inquebrantable a la nación y al pueblo de Dios, independientemente de los cambios en su liderazgo. No nos dejamos influir por un sentimiento político, sino que nos impulsa el llamado de Dios, su imperativo bíblico y eterno de bendecir a su nación, consolar a su pueblo y apoyar a Israel y Jerusalén, tal como dice su Palabra: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” (Gn. 12:3).  “Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman” (Sal. 122:6).

Un hombre dijo orgullosamente: “He ido a la iglesia sólo dos veces en mi vida.  En la primera ocasión me rociaron la cabeza con agua y en la segunda me rociaron con arroz”.

Un conocido ministro inglés predicaba un domingo en Boston para el doctor Phillips Brooks.  Después del servicio comenzó a caminar en dirección a su hotel.  Necesitaba que lo guiaran, así que le preguntó a un hombre que estaba detrás de él que le indicara el camino. Y el caballero le dijo: “¡Oh! Usted es el ministro que acabo de escuchar, reconozco su voz.  Estoy ciego, pero puedo indicarle el camino, puedo llevarlo hasta la puerta”.