El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, aseguró que está interesado en reunirse con el titular de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, cuando ambos estén en Nueva York para participar de la Asamblea General de la ONU. En el encuentro solicitado por Netanyahu realizaría un último intento para que haya negociaciones directas para el reconocimiento de un estado palestino.  

"Llamo al presidente de la Autoridad Palestina a abrir negociaciones directas en Nueva York, las cuales continuarán luego en Jerusalén y Ramalá" informaba un comunicado de la oficina del primer ministro Netanyahu.

En ese mismo comunicado, aclaran que "el primer ministro está interesado en un encuentro con el presidente de la Autoridad Palestina en Nueva York".

Abbas, en su llegada a los Estados Unidos, ya anunció que realizará el pedido de reconocimiento de un estado palestino, en forma unilateral y sin negociaciones directas con Israel. Sin embargo, Netanyahu parece estar jugándose sus últimas cartas para que la presentación no se lleve a cabo.

Luego de los incidentes en Egipto, el congelamiento de relaciones con Turquía y los posibles incidentes en la Embajada israelí en Jordania, la seguridad en las fronteras aumentó notablemente por temor a cualquier intento de ataque e irrupción de población a Israel por lo que pueda suceder luego de la declaración unilateral de un estado palestino en Naciones Unidas.  

Desde la oficina del primer ministro, Binyamin Netanyahu, se ordenó que haya 1.500 soldados adicionales en las fronteras.

Además, el control fronterizo de Kalandia, entre Jerusalem y Ramallah fue cerrado el sábado por la mañana sin previo aviso. Justamente, ese mismo día se registraron incidentes menores en esa frontera.

También existe una gran preocupación por los 500 mil israelíes que conviven con poblaciones árabes en Jerusalem Este.

Así lo aseguró el canciller israelí, Avigdor Liberman, por la iniciativa palestina de ser reconocidos como estado en forma unilateral y por fuera de las negociaciones directas con Israel. Va a haber "consecuencias duras y graves" advirtió.  

Cabe recordar que Israel realizó acuerdos con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1994 en París en el que se le otorga a los palestinos un reembolso de parte de Israel de las tasas aduaneras y del IVA sobre los bienes importados que cruzan por los puertos y aeropuertos israelíes.

Esa devolución, de 60 millones de euros mensuales, representa más del 60 por ciento de los ingresos de los palestinos.

"La asistencia futura y la cooperación podría comprometerse severa e irremediablemente si la dirección palestina continúa en esa vía violatoria de los acuerdos firmados que reglamentan las relaciones económicas entre Israel y la Autoridad Palestina", aseguró el viceministro de Relaciones Exteriores, Danny Ayalon, quien también aclaró que "Israel no tendrá en absoluto ninguna obligación hacia el supuesto estado palestino (...) creado artificialmente en violación de todos los acuerdos".

Muchos de los principales analistas de la temática en Medio Oriente, destacan que los acuerdos firmados entre Israel y la OLP perderían vigencia ante el reconocimiento unilateral de un estado palestino, ya que no existen convenios firmados entre Israel y el estados palestino.

Por último, el ministro de Finanzas de Israel, Yuval Steinitz, aclaró que "quieren establecer un Estado sin la paz, sin la seguridad, sin poner fin al conflicto, sin reconocer el Estado de Israel, sin asumir el más mínimo compromiso. Todo eso representa nuestra peor pesadilla, y eso tiene un precio".

El portavoz de la oficina del primer ministro de Israel, Mark Regev, aseguró que en el discurso que dará Binyamin Netanyahu ante los representantes de los países en Naciones Unidas hablará sobre la "conexión del pueblo judío con su tierra ancestral", las repercusiones de la denominada Primavera Árabe y la idea de "una solución de dos Estados al conflicto entre israelíes y palestinos".  

Mark Regev destacó que el primer ministro "hablará de nuestro deseo de paz y reconciliación con los vecinos árabes y los palestinos, la idea de una solución de dos Estados para dos pueblos, un Estado judío y un Estado palestino y extenderá una vez más su mano a la paz".

"Si no existen arreglos en materia de seguridad y fronteras será una receta para la inestabilidad y la violencia", aclaró el portavoz de Netanyahu.

Además, hay preocupación por los hechos de violencia que se pueden generar luego de la votación en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General.

En el día de ayer ya se registraron enfrentamientos entre soldados y un centenar de palestinos, y en una aldea del distrito de Nablus entre judíos y palestinos.

También, en Hebrón el Ejército de Defensa de Israel informó que palestinos colgaron banderas en una posición militar desierta, a la que posteriormente prendieron fuego.

"La petición palestina a la ONU da al traste con todo, nada positivo saldrá de ella", advirtió Igal Palmor, portavoz del Ministerio de Exteriores.

Así lo confirmó el ministro de Exteriores de la Autoridad Palestina, Riad Malki, quien se encuentra en Nueva York negociando con los representantes de los diferentes países para lograr una votación favorable en el Consejo de Seguridad, y de esta manera obligar a Estados Unidos a ejercer su poder de veto.  

"El tener esos nueve votos podría cerrar el camino a Estados Unidos", aseguró Al-Malki, luego que Gabón (miembro no permanente del Consejo de Seguridad), le informó al diplomático palestino que votaría a favor de ellos.

Según la información que ronda la Asamblea General, Estados Unidos preferiría no tener que usar su derecho a veto, y que la "resolución palestina" sea votaba negativamente por la mayoría de los integrantes de Consejo.

El primer ministro israelí confió en que otros líderes mundiales apuesten a las negociaciones directas en lugar de respaldar el pedido diplomático de los palestinos.  

"Estoy convencido de que no hay un camino corto que lleve al final del conflicto, que ya dura décadas. La paz es un trabajo duro y no llegará a través de comunicados y resoluciones en la ONU, si fuera así de fácil, ya lo hubiéramos hecho", dijo Barack Obama ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

El presidente estadounidense se reunió luego de su intervención con Benjamín Netayahu, quien le manifestó su agradecimiento por el respaldo. El primer ministro israelí también aprovechó la ocasión para reiterar su llamado a los palestinos a retomar las conversaciones directas. Y se mostró esperanzado en que otros jefes de Estado se decidan por apoyar esa opción. "Sé que estos líderes están sometidos a una gran presión", apuntó en relación al intenso trabajo diplomático que realizan en Nueva York funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El discurso del mandatario estadounidense también fue alabado por la oposición israelí, cuya jefa, Tzipi Livni, consideró que "Obama se ha puesto del lado de Israel, pero Netanyahu debe actuar". Añadió que "de otra forma el mes que viene nuestra situación será mucho peor que éste".

En su discurso ante la ONU, Barack Obama advirtió que "no hay atajos" para la paz entre árabes e israelíes. Tomó así distancia del pedido de Palestina para ser miembro pleno del organismo. Sarkozy propuso que se los acepte como Estado observador.  
Escuche la palabra del presidente norteamericano    

"Quiero hablar sobre un tema que es crucial para la ONU, la búsqueda de la paz en un mundo imperfecto", así abrió su discurso el mandatario estadounidense. En esta reflexión, hizo referencia a la creación de los organismos internacionales y resaltó la génesis de la Organización de Naciones Unidas.

Obama aseguró que "la paz perdurable depende de un sentido de justicia, de dignidad y de libertad. Depende de lucha y de sacrificio".

"Podemos vernos involucrados en guerras, aun cuando la odiemos. La paz es difícil de conseguir, pero los pueblos la demandan. Durante siete décadas, la ONU ha evitado una Tercera Guerra Mundial, pero vivimos en un mundo cuyos conflictos nos ponen en peligro", declaró.

El estadounidense marcó los avances de su gobierno en este tema: "Yo asumí cuando los EEUU estaban en medio de dos guerras. Estamos terminando la guerra en Irak. EEUU y sus socios también comenzaron la transición en Afganistán. Allí aspiramos a un gobierno afgano más estable".

Y agregó: "Estamos emergiendo de los conflictos con fortaleza. La reconstrucción de las torres gemelas es un símbolo de la fortaleza. Bin Laden no volverá a amenazar la vida de nadie. Ha sido una década difícil. Tenemos la posibilidad de avanzar hacia la paz. La Carta de la ONU nos pide que unamos las fuerzas".


Luego se refirió en forma específica a la cuestión Palestina, y al pedido que hará el viernes el presidente Mahmoud Abbas ante la Asamblea General para que se lo reconozca como Estado de pleno derecho. "Se que especialmente en esta semana ven como un reto para esos principios el conflicto entre israelíes y palestinos. Hace un año me pronuncié por una Palestina independiente. Lo creía y lo sigo creyendo este año. Pero una paz duradera sólo se puede concretar con diálogo", declaró.

Y agregó que frente a esta situación, en mayo de este año, propuso una nueva base para negociaciones. "Los israelíes deben saber que cualquier acuerdo que se logre debe contemplar seguridad. Los palestinos deben conocer los límites territoriales. Todos nos frustramos, pero yo estoy convencido de que no hay atajos. La paz es muy difícil. La paz no es producto de resoluciones en la ONU, sino ya se habría concretado. Al fin de cuentas, la paz es sólo fruto de compromisos entre los pueblos".

En este marco, reafirmó: "Nuestro compromiso con la seguridad de Israel es inquebrantable. Por eso pensamos que cualquier acuerdo de paz debe contemplar sus preocupaciones de seguridad".

Obama fue claro: "Seamos honestos, Israel está rodeado de vecinos que han emprendido guerras contra él. Los niños israelíes crecen sabiendo que en países vecinos hay niños a quienes se les enseña a odiarlos. El pueblo judío arrastra el peso de siglos de persecución y el recuerdo de 6 millones de personas asesinadas, estos son hechos que no se pueden negar. Merecen reconocimiento, y los amigos de los palestinos no están ayudando".

Francia apuesta por una hoja de ruta

En si discurso ante la Asamblea General, el presidente Nicolas Sarkozy propuso que la ONU otorgue a los palestinos el estatus de Estado observador, mientras se discute un calendario para negociar la paz en Medio Oriente. "Dejémonos de debates interminables sobre los parámetros y comencemos la negociación para un calendario preciso", dijo.

"Hoy afrontamos una elección muy difícil. Todos nosotros sabemos que Palestina no puede obtener el reconocimiento pleno total de miembro de Naciones Unidas, ¿pero quién puede dudar de que un veto en el Consejo de
Seguridad amenaza con desatar un ciclo de violencia en Oriente Medio", se preguntó. Fue en ese momento en donde consideró oportuna la opción de un estatus intermedio. "Lo más importante, significaría salir de un estado de inmovilidad que sólo favorece a los extremistas. Recuperaríamos la esperanza haciendo progresos hacia el estatus final", argumentó.

Alrededor de 15.000 palestinos se hicieron presentes en la principal plaza de Ramala (Yaser Arafat) para pedir por el reconocimiento de un estado palestino en forma unilateral en Naciones Unidas. En Israel le incrementó la seguridad por temor a agresiones.  

En el evento, el secretario general de la Presidencia de la Autoridad Nacional Palestina, Tayeb Abderrahim, aseguró que "no descansaremos hasta que nuestros derechos sean recuperados (...) como el derecho de recuperar la tierra y el del retorno de los refugiados".

Cabe destacar que en una reunión entre Obama y Abbas después del discurso del presidente norteamericano en la ONU, se le informó al titular de la Autoridad Palestina que los Estados Unidos vetaría cualquier medida del Consejo de Seguridad de reconocer un estado palestino.

"Habría que oponerse a cualquier acción en el Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo, si fuera necesario, vetar", dijo Ben Rhodes, portavoz de la Casa Blanca.

La diplomacia internacional intensificó la presión para que se retomen las negociaciones con Israel. EEUU ya piensa en "el día después". Mientras, miles de palestinos en Cisjordania y Gaza esperan con expectación el discurso que dará hoy en la Asamblea General de la ONU el presidente Mahmoud Abbas, en el que pedirá el reconocimiento del Estado palestino.  

La actividad diplomática no se detendrá hasta último momento, pero las esperanzas de lograr que el titular de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, desista de solicitar ante la Asamblea General la aceptación como Estado miembro del organismo parecen haberse esfumado.

"Al margen de lo que pase mañana (por hoy viernes), seguimos centrados en el día después en Naciones Unidas", dijo la secretaria de Estado de los EEUU, Hillary Clinton. Sus palabras sonaron como un reconocimiento de que las presiones fracasaron y no ya no hay tiempo para torcer la decisión palestina.

Se prevé que tras su discurso en el recinto de debates públicos Abbas entregará el pedido al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. La propuesta pasará entonces ante los 15 miembros del Consejo de Seguridad, donde los Estados Unidos ejercerán su opción de veto, según adelantó el gobierno.

Esa decisión, sin embargo, no estará exenta de riesgos, puesto que la administración de Barack Obama asumirá una postura incómoda justo en momentos en que el mundo árabe atraviesa una crisis política aguda.

Pese a que desde la ANP volvieron a afirmar que no darán marcha atrás con la iniciativa, los líderes internacionales mantuvieron este jueves la presión para que Abbas y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, vuelvan a la mesa de negociaciones y lo hagan cuanto antes.

"La reanudación de las conversaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina es la prioridad ahora", afirmó el presidente del Consejo Europeo, el ex primer ministro belga Herman Van Rompuy, durante su intervención ante el pleno de la Asamblea en nombre de la Unión Europea (UE).

El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, pidió a israelíes y palestinos "dar los pasos necesarios" para lograr la paz en la mesa de negociación, al tiempo que destacó el derecho de los palestinos a tener un Estado "propio y viable" que conviva en paz junto a un Estado de Israel seguro.

Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, propuso en la Asamblea General "presionar a Israel" para que haga la paz con los palestinos y que se vea que los israelíes "no están por encima de la ley", además de destacar que su país apoya la petición. El discurso de Erdogan se produce en momentos en que las relaciones entre ambos países pasan por un bache importante tras la muerte de nueve activistas turcos.

Las reuniones entre Abbas y el presidente estadounidense, Barack Obama, el miércoles dieron aparentemente pocos resultados y sólo sirvieron para que la Casa Blanca reiterase su apoyo al establecimiento de un Estado palestino, que "debe surgir de conversaciones directas con Israel y no a través de iniciativas unilaterales en la ONU".

La única alternativa existente hasta el momento es la presentada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que considera que "hay que dejar de debatir hasta el infinito y comenzar la negociación según un calendario preciso". Mientras tanto, el mandatario galo propone contemplar que Palestina logre el estatuto de estado observador en la ONU.

En Israel –cuyo primer ministro tiene previsto dirigirse a la Asamblea después de que lo haga Abbas–, las autoridades advirtieron a la policía para que se mantenga en máximo estado de alerta ante la posibilidad de que se den manifestaciones violentas por parte de palestinos.  

En una carta enviada al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, la cual fue promovida por el presidente del Congreso Judío Mundial y diputado del partido Kadima, Shai Hermes, la Knesset solicitó que "no se apoye la petición unilateral" de los palestinos para ser reconocidos como un Estado de pleno derecho".  

El documento fue firmado por los representantes de siete fuerzas parlamentarias que representan a 104 de los 120 miembros de la Kneset. Likud, Kadima, el partido Laborista, fuerzas ortodoxas como el sefaradí Shas y el Partido Religioso Nacional, adhirieron a la petición.

El documento se solicita el "rechazo al reconocimiento por Naciones Unidas de un Estado palestino declarado unilateralmente". Además, aclara que el recurso palestino a la ONU "socava resoluciones pasadas" de la organización internacional así como los acuerdos firmados entre Israel y la Autoridad Palestina.

"Un acuerdo final entre ambas partes se alcanzaría mediante negociaciones que comprendiesen los diferentes puntos de controversia", aclara la petición.

También en el mismo se pide que "en su lugar llame a todas las partes a volver a la mesa de negociación para renovar el diálogo y esforzarse por lograr un acuerdo que garantice la paz, la seguridad y la prosperidad de los dos pueblos".