La iglesia católico romana promueve enseñanzas y dogmas que no podemos encontrar en la Biblia.  Por ejemplo en el Jubileo Católico, los fieles que integran esta congregación reciben el perdón de sus pecados al visitar  Roma y pasar caminando a través de una de las cuatro “Puertas Santas”.  Las personas que aseguran ser cristianas, ¿de hecho creen esto?

En la Biblia el término vigilante describe a una persona cuyo deber es la tarea específica de proporcionarle seguridad a los demás. Desde el punto de vista del Antiguo Testamento, el atalaya era el que permanecía de pie en el muro que rodeaba la ciudad, y que sonaba la alarma cuando se aproximaba el peligro.  ¿Llama Dios hoy, a hombres y mujeres para que sean sus vigilantes?

¡Vivimos en un tiempo profético muy especial, en el que Dios está cumpliendo sus promesas al pueblo de Israel ante la vista de todo el mundo!  Está llevando de regreso al pueblo judío a la tierra de su antigua herencia, en cumplimiento de su palabra profética.  El profeta Jeremías se refirió a estos días, cuando escribió: “No obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres” (Jeremías 16:14-15).

Los católicos carismáticos y los protestantes carismáticos están centrados en el Espíritu Santo.  Sabemos que la Biblia está colmada de referencias al Espíritu Santo, pero el Espíritu Santo es una persona y no una fuerza mística que puede ser invocada o manipulada.  Además, si bien un día tuvo lugar un Pentecostés, que ocurrió según lo registrado en el libro de Hechos, ¿cuál es la base bíblica para proclamar que está teniendo lugar un segundo Pentecostés?

La Biblia provee una vasta lista de personajes que Dios ha usado para llevar a cabo su plan en el planeta Tierra.  Pocos fueron tan dinámicos en la forma de cumplir su vocación como Jeremías, uno de los profetas del Antiguo Testamento.  Él fue un gran servidor de Dios cuyo mensaje es relevante para nosotros hoy. ¿Sabe usted por qué? 

  En la Biblia vemos, que Dios decidió representar a los seres humanos como ovejas. ¿Por qué no escogió a algún otro animal? ¿Qué con respecto a un asno, un caballo o un camello?  Si usted sabe algo sobre el comportamiento de las ovejas, lo entenderá.  Los humanos somos como ovejas y necesitamos un pastor.

De acuerdo a nuestra experiencia, hay una falta aterradora de conocimiento bíblico entre los miembros de las iglesias hoy.  Muchos pastores han admitido que la mayoría de los integrantes de su congregación no estudian la Biblia con seriedad.

 Dios nos dignificó con el libre albedrío, el poder para tomar nuestras propias decisiones, en lugar de ser Él quien predetermine nuestro destino.  Considere lo que enseña la Biblia.  Dios creó a Adán, el progenitor de la raza humana a su propia imagen: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:26).