Boletín dominical 20/11/11
- Fecha de publicación: Viernes, 25 Noviembre 2011, 03:05 horas
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Boletín dominical 20/11/11
El domingo pasado usted recibió la primera parte sobre lo que se conoce como… el Club Bilderberg. Entonces aclaramos el por qué de su existencia, personajes que lo integran, el poder que tienen y cómo
cuentan con la capacidad para que, llegado el momento, puedan “entronar” al Anticristo para que gobierne el mundo entero. Lo que entonces no le dijimos, sigue a continuación:
La nómina de los bilderbergers es sorprendente. Por ello, la revista The Economist escribió hace unos años que «cuando alguien hace escala en Bilderberg, ya llegó». La frase tiene sentido si se tiene en cuenta que Bill Clinton y Tony Blair asistieron a las cumbres poco antes de convertirse en los gobernantes de sus respectivos países. También son sonadas las gestiones de Kissinger y Agnelli para convencer al primer ministro italiano Silvio Berlusconi de la importancia de que Renato Ruggiero, en la actualidad presidente del Citigroup en Suiza y vice presidente del Banco Citigroup’s European Investment y presidente del Consejo de Asesoría Internacional de UniCredit, fuese nombrado ministro de Relaciones Exteriores. Jaap de Hoop Scheffer, quien sirviera como secretario de la OTAN desde 2004 hasta el primero de agosto del año 2011, también asiste a las reuniones del Club.
En sus reuniones se diseña la política mundial. Las decisiones que toman los Bilderberg son las que después se pasan en el G8 y en el Foro de Davos (El Foro Económico Mundial), una fundación privada en la que sus miembros pagan importantes cantidades de dinero para participar en la cumbre anual, ser escuchados y codearse con la flor y nata de la política y las finanzas. Lo que se aprueba en estas reuniones es lo que luego a su vez pasan a los gobiernos nacionales, consiguiendo de esta forma legitimarlas.
Este grupo incluye a los más importantes políticos, empresarios y medios de comunicación de Europa, Estados Unidos, y Canadá, es decir, de los países pertenecientes a la OTAN. Además hay otros dos poderosos grupos: El Concilio de Relaciones Extranjeras y la Comisión Trilateral que incluye a Europa, Asia y las Américas. Entre sus asistentes se encuentran banqueros, expertos de defensa, dueños de la prensa, ministros de gobierno, primeros ministros, realeza (sobre todo europea), financieros internacionales y líderes políticos de Europa y América del Norte.
Algunos de los financieros más importantes del mundo occidental y estrategas de la política extranjera acuden a Bilderberg. El político norteamericano Donald Rumsfeld quien en dos períodos: de 1975 a 1977 y de 2001 a 2006 ocupara la posición de Secretario de Defensa es un bilderbergiano activo, también lo es Peter Sutherland de Irlanda que estuvo en la comisión de la Unión Europea y fue presidente de Goldman Sachs y BP.
Rumsfeld y Sutherland se embarcaron juntos en el año 2000 a bordo de la compañía sueca/suiza de energía ABB. El anterior subsecretario del Ministerio de Defensa de Estados Unidos y posterior presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, es también miembro, al igual que Roger Boothe, Jr. Étienne Davignon, político y hombre de negocios belga, ex presidente de la Comisión Europea es el actual presidente de la conferencia anual Bilderberg.
Los objetivos del Club Bilderberg, según relata Daniel Estulin en su libro La verdadera historia del Club Bilderberg, son:
• El establecimiento de un gobierno planetario, con un mercado único globalizado, con un sólo ejército y una unidad monetaria única regulada por un Banco Mundial.
• Una iglesia universal, que canalice a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial. El resto de las religiones serán destruidas.
• Unos servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior. Sólo se permitirá que florezcan los valores universales.
• El control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental. Este plan está descrito en el libro publicado en inglés Era tecnotrónica, escrito por Zbigniew Brzezinski, miembro del club.
• En el Nuevo Orden Mundial no habrá clase media, sólo sirvientes y gobernantes.
• Provocar crisis artificiales para mantener a la gente en un perpetuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional.
• Confundir y desmoralizar a la población para evitar que decidan su propio destino, hasta el extremo de que la gente «tendrá demasiadas posibilidades de elección, lo que dará lugar a una gran apatía a escala masiva».
• Un férreo control sobre la educación.
• El control de la política externa e interna de las naciones.
• Una ONU más poderosa que se convierta, finalmente en la sede de un Gobierno Mundial.
• La expansión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte por todo el hemisferio occidental, como preludio para la creación de una Unión Americana similar a la Unión Europea.
• Una Corte Mundial de Justicia con un sólo sistema legal, y
• Un estado de bienestar socialista, donde se recompensará a los obedientes y se exterminará a los inconformistas.
J. Holowaty, Pastor