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Boletin dominical - 18/08/13

  • Fecha de publicación: Sábado, 07 Septiembre 2013, 18:12 horas

¿Puede usted creer en todas las cosas que la Iglesia Católica Romana le enseña?
Si Roma le dice una cosa y Dios por medio de la Biblia le dice lo opuesto ¿A quién le va a creer usted?  ¿A Dios o a Roma?  La Iglesia Católica Romana cree en muchas doctrinas que van en contra de la Biblia y que no eran conocidas en la temprana Iglesia, como las mencionadas a continuación:

 1. LOS SACERDOTES QUIEREN QUE SE LOS LLAME «PADRE»
Jesús nos advierte: “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos” (Mt. 23:9).

2. ORACIONES (REZOS) A MARÍA
Por ejemplo: «Ave María purísima, llena eres de gracia…», pero Cristo nos manda: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos…” (Mt. 6:9).  Roma le presenta a un Cristo duro y severo y a una María misericordiosa, pero Jesús nos invita: “Venid a MÍ todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mt. 11:28).
Jesús nos asegura la aceptación en Su bienvenida.  “…Y al que a mí viene, no le echo fuera” (Jn. 6:37b).
Jesús es “misericordioso y fiel sumo sacerdote”.  Él puede confortar a aquellos que son tentados (He. 2:17).

3. A LOS SACERDOTES Y LAS MONJAS SE LES PROHÍBE CASARSE
Dios y Pablo insisten en… “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola esposa…” (1 Ti. 3:2).
Pedro era casado, porque Cristo sanó a su suegra (Mt. 8:14, 15; Lc. 4:38, 39).
“¿No tenemos derecho de traer con nosotros a una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?” (1 Co. 9:5).
“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia esposa, y cada una tenga su propio marido” (1 Co. 7:2).
     “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad” (1 Ti. 4:1-3).  Esta es la descripción de Dios sobre el celibato católico.  Practicar el celibato es permitido si uno así lo escoge.  No debe ser un mandamiento.

4. NUNCA ESTÁN SEGUROS SI VAN AL CIELO
Los católicos, desde su infancia, han sido enseñados que, para poder ir al cielo, uno debe cumplir con los sacramentos, la misa, también las buenas obras y aun así, ellos nunca pueden estar seguros si van o no al cielo.  ¡Qué preocupación!  La muerte para un católico es un temor, porque deben entrar al fuego del purgatorio y el miedo de no saber si algún día volverán a ver otra vez a sus seres queridos.  El sacerdote les dice que nadie puede estar seguro si irá al cielo.  Para la gente que confía en sus buenas obras o la religión para salvarlos, esto sí es verdad, nunca logran saber si las buenas obras realizadas fueron suficiente.  Ni aún el mismo Papa sabe si va al cielo, entonces...  ¿Cómo puede él ayudar a los católicos a estar seguros?  La manera que Dios nos presenta para ir al cielo, es todo lo opuesto a las buenas obras que Roma enseña.  Dios nos insta a no confiar en nuestras buenas obras, sino poner nuestra confianza en la muerte de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, como pago completo por nuestros pecados.  Podemos estar seguros el cien por ciento del cielo, porque Dios dice: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.  Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Jn. 5:12, 13).
“Esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna” (1 Jn. 2:25).
     “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Ro. 10:13).
Pregunta: ¿Estádispuesto usted a pedir al Señor Jesucristo que le salve de sus pecados, o prefiere tomar el camino al cielo por medio de la Iglesia Católica Romana y sus sacramentos?

5. PEDRO LA ROCA
     “Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.  Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.  Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.  Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” (Mt. 16: 16-19).
Respuestas a tres falsas conclusiones de Roma en cuanto al pasaje bíblico anterior:
1- Cuando Cristo dice: “Sobre esta Roca”, Él se está refiriendo a sí mismo (esta Roca, Hijo del Dios viviente), sobre la cual, Él edificará Su iglesia, NO sobre Pedro, porque los doce discípulos que ya conocían el Antiguo Testamento estaban bien familiarizados que siempre que se habla de “LA ROCA” se refería al nombre de Dios:
a) “Jehová, roca mía y castillo mío…” (Sal. 18:2a).  “Él es la Roca, cuya obra es perfecta…” (Dt. 32:4).  Notamos aquí que no hay OTRA ROCA aparte de Dios, ni aún Pedro.
b) Jesucristo es la piedra del fundamento sobre la cual está fundada Su iglesia, NO Pedro: Jesús se refirió a sí mismo cuando dijo: “…La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo…” (Mt. 21:42), Pablo se refiere a Jesús: “…Porque bebían de la ROCA ESPIRITUAL que los seguía, y la ROCA era Cristo…” (1 Co. 10:4).  Pedro se refirió a Cristo como: “…He aquí, pongo en Sion la principal PIEDRA DEL ÁNGULO, escogida, preciosa; y el que creyere en ÉL, no será avergonzado” (1 P. 2:4-8).
c) Cuando Pedro trató de impedir a Cristo para que no fuera a la cruz, Jesús lo reprendió diciendo: “…¡Quítate de delante de mí, Satanás!...” (Mt. 16:23), ¿piensa usted que Cristo edificaría Su iglesia sobre Satanás?
d) En Marcos 9:33-35, los discípulos discutían entre sí, quién había de ser el mayor entre ellos.  Si Jesús hubiera dado el rango de Papa a Pedro, él hubiera sido elegido, pero Él no lo hizo.  Por lo tanto, la Biblia es muy clara en expresar que Cristo nunca le dio el rango de Papa a Pedro.

2- A Pedro le fueron dadas las llaves del Reino de los Cielos (una responsabilidad cristiana en la edad de la iglesia), hay que entender esto como que Pedro fue el que abrió la puerta de la predicación del Evangelio, una oportunidad para el pueblo de Israel en el día de Pentecostés (Hch. 2:38-42) y a los gentiles en la casa de Cornelio (Hch. 10:34-46).  Pedro abrió la puerta por ser el primer predicador y ver que tanto judíos como gentiles eran salvos en la edad de la iglesia.  Cada persona que haya recibido a Cristo como su Salvador, tiene entrada al Reino por medio de Cristo y no por Pedro.

3- Pedro y los sacerdotes no tienen el poder para atar, desatar, perdonar o no pecados, porque solo Dios tiene este poder.  Jesús dio a todos sus discípulos (y como extensión a todos los cristianos) el privilegio de anunciar en términos celestiales, de cómo una persona puede recibir el perdón de sus pecados.  Si la persona recibe a Cristo como su Salvador, entonces cada cristiano puede y tiene el derecho de anunciar Su perdón.  Si la persona rechaza a Cristo como su Salvador, entonces podemos claramente decir que tal persona no tiene el perdón de sus pecados.

Continúa en el próximo boletín

J. A. Holowaty, Pastor

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