¿Necesita a Dios?
- Fecha de publicación: Sábado, 25 Febrero 2023, 20:26 horas
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¿Somos Dios?
La humanidad en años recientes ha dado pasos gigantescos. Pero a pesar de que progresamos en muchas formas, tal parece que retrocedemos en otras: hay más crímenes, divorcios, suicidios entre adolescentes, el promedio de los exámenes de aptitud escolar ha descendido, se ha incrementado el número de víctimas que padecen del VIH, las guerras, el terrorismo y el hambre crónica, todo esto en medio de un gran avance científico. Esta regresión debe decirnos algo, y ese algo es que no somos Dios y que debemos mirar más allá de nuestra raza para encontrarle.
Necesitamos que Dios no sea parte de la humanidad, por lo tanto, ¿cuál es el plan?
Tal vez usted diga que esas cosas terribles en el mundo prueban que no existe un Dios bueno. No necesariamente. ¿Le gustaría que Dios controlase cada decisión que hacen las personas, para que nunca ocurra nada malo? ¿Quiere una obediencia forzada? ¿O preferiría que Dios retuviera cierto control, pero que todavía permitiera a las personas tener libre albedrío para adoptar sus decisiones, a pesar de que las mismas pudieran ser malas y resultar en dolor y sufrimiento?
Necesitamos que Dios sea todopoderoso, pero que nos permita tener libre albedrío
¿Como la fuerza?
En estos días es muy popular pensar que Dios es una especie de campo de fuerza que existe en todas las cosas. Pero incluso, si todas las cosas existen y son sostenidas momento a momento por el poder de Dios, ¿nos gustaría que fuese simplemente una fuerza? Si Dios sólo fuera un campo de fuerza, podría hablarle, pero no le respondería. Dios sería impersonal, incapaz de relacionarse con nosotros en ningún sentido real.
Necesitamos conocer a Dios personalmente ¿a alguien usted le importa?
El ser aceptado y amado es una motivación para mucho de lo que hacemos. Pero imagine si la persona más importante en su vida le dijera: «No me importas para nada». O que, si le manifestara a cambio: «Me importas muchísimo», aunque usted sabe que no es así... ya que no importa lo que diga, sus acciones no verifican sus palabras.
Necesitamos que Dios realmente nos cuide
¿Qué significa conocerlo?
Típicamente pensamos de Dios como un ser remoto y distante. Pero... ¿No sería preferible tener un Dios involucrado en el universo y específicamente en lo que está ocurriendo aquí en la tierra? Hay algunas dificultades, responsabilidades y retos únicos que debemos enfrentar como seres humanos.
Necesitamos que Dios entienda nuestra experiencia humana
¿Tiene sed?
La mayoría de nosotros deseamos satisfacer nuestros deseos en la vida. Tal parece que hay algo parecido a la sed en nuestro interior que anhela ser apagado. Pero esa sed, a pesar de que tratamos, no se satisface con el tiempo, ni con cosas tales como dinero, posesiones, romance e incluso diversiones. Hay algo más en la vida, algo que perdemos si sólo contamos con nosotros mismos. Necesitamos que Dios le dé significado y satisfacción a nuestras vidas.
Las Buenas Nuevas
Así es Dios. Si los pensamientos anteriores reflejan con exactitud lo que usted desea o necesita de Dios, entonces es tiempo de presentarle al Dios de la Biblia:
1. Dios definitivamente no es parte de la humanidad: Sólo Él es el Dios eterno. “Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios” (Sal. 90:2). “Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí” (Is. 46:9b).
2. Dios definitivamente tiene todas las cosas bajo su completo control: A pesar de que nos permite adoptar decisiones libremente y sufrir sus consecuencias. Él dice: “¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?” (Lm. 3:37). “Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” (Is. 46:10b).
3. Es posible conocer a Dios: Él desea ser conocido. No es simplemente una fuerza. La Biblia dice que creó al hombre a “su imagen” y que desea relacionarse con nosotros. Asimismo, a esos que lo conocen les llama “hijos”.
4. Dios realmente cuida de nosotros: Él no sólo lo dice, sino que lo demuestra con sus acciones. Dios envió a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para que pagara el castigo que merecían nuestros pecados, para que pudiésemos ser perdonados por Él y tener vida eterna. “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Jn. 4:9, 10).
5. Dios entiende la experiencia humana: Jesucristo no era sólo el Hijo de Dios, era Dios como un hombre. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Jn. 1:1, 14). El Hijo es “... el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (He. 1:3a).
6. Dios ofrece la vida más completa: Jesús dijo, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10b). “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Jn. 6:35).
¿Qué piensa? ¿Es Dios alguien que le gustaría conocer? Si es así, entonces ¿por qué no se lo dice ahora mismo? Él afirma: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mt. 7:7). La Biblia también declara: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn. 1:12).
Si lo que desea es convertirse en hijo de Dios, usted puede acercarse a Él y pedírselo. Si es sincero, le escuchará y le abrirá la puerta. Usted puede decirle algo como esto: «Amado Padre Celestial: Creo que eres el Dios verdadero y que te has revelado en Jesús y la Biblia. Te necesito y te quiero en mi vida. Quiero ser tu hijo. Deseo que me perdones y me otorgues la nueva vida que Jesús hizo posible para mí al morir sobre la cruz y resucitar. Amén».