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Boletin dominical - 18/04/10

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
  Nee Shu-Tsu, mejor conocido como Watchman Nee, nació en 1903 y murió en 1972 en un campo de prisioneros en China.  Su madre una metodista convertida, más tarde le cambió el nombre a «Watchman», palabra inglesa que significa «vigilante, guardián»,

WATCHMAN NEE

       Nee Shu-Tsu, mejor conocido como Watchman Nee, nació en 1903 y murió en 1972 en un campo de prisioneros en China.  Su madre una metodista convertida, más tarde le cambió el nombre a «Watchman», palabra inglesa que significa «vigilante, guardián», con todas las connotaciones cristianas.  Watchman aseguraba que se convirtió en abril de 1920.  Es considerado como “uno de los teólogos contemporáneos más populares” y muchos cristianos aceptan sin cuestionar sus escritos, a pesar de que muy pocos saben algo sobre sus antecedentes.  La gran mayoría se siente impresionada por el volumen de su obra, el dogmatismo y el sentimiento de profunda espiritualidad que caracteriza sus escritos.  Sus ideas y libros influencian a carismáticos y hasta fundamentalistas.

Los escritos de Watcham Nee tienen una tendencia marcada hacia el misticismo.  Aunque contienen algunas cosas buenas para la edificación, también encierran errores peligrosos.  Cada día se están publicando más libros, los que supuestamente escribió mientras se encontraba en la prisión comunista en China.  Aparentemente, el libro El poder latente del alma, fue compilado por el propio Nee en 1933.  Su premisa básica, al igual que las enseñanzas de Benny Hinn, es que Adán fue un super hombre, con habilidades por lo menos “un millón de veces” superiores a las nuestras, así lo afirma en la página 15, y dice en la página 18, que «Adán estaba poseído de una habilidad oculta, la cual hacía posible que pudiera llegar a ser como Dios.  Que ya era como él en su apariencia exterior».

Contrariamente, quien ambicionaba “llegar a ser como Dios” era Satanás.  Adán dependía totalmente de Dios desde su propio aliento.  Mientras que para el hombre de ahora, Cristo es su vida.  Tampoco, fue hecho Adán como Dios en “su apariencia exterior”, sino moral y espiritualmente.  Dios no tiene un cuerpo que pudiera haber servido como modelo para el cuerpo del hombre.  Nee dice incluso, en las páginas 20, 22 y 33: «Con su caída el poder milagroso de Adán quedó inmovilizado.  Él no perdió sus poderes... sino que ahora están sepultados en su interior... y tales poderes se encuentran en el alma de cada ser humano... Las obras del diablo, sacuden el alma y liberan este poder latente... a fin de ganar control sobre el hombre... La liberación de la maravillosa energía latente en el alma del ser humano, resultaría en el despliegue de poderes milagrosos, incluso hasta el punto de alcanzar la condición de una hado o un ‘buda’... El poder en el alma del hombre es el instrumento de trabajo de Satanás, por medio del cual lleva a cabo sus malvados propósitos», concluye afirmando.

Nee advierte a los cristianos contra lo que él llama «el poder del alma».  Y mientras condena su uso, está de acuerdo con el reclamo de los miembros de la Nueva Era y de los parapsicólogos de hoy, de que el potencial humano es infinito.  Eso no es cierto.  No fue el potencial humano lo que le dio poder al endemoniado para romper las cadenas y los grillos que lo ataban, sino la legión de demonios que lo poseían (Mr. 5:2-20).  Tampoco Cristo como el “segundo hombre” y “postrer Adán” (1 Co. 15:45, 47) tenía el poder que según Nee tenía el primer Adán.  Sus milagros siempre fueron una demostración del hecho, que “era Dios manifestado en carne” (Jn 1:48-51; 1 Ti. 3:16).

No se necesita ser teólogo para descubrir que los cristianos deben tener mucho cuidado y escudriñar sus enseñanzas antes de aceptarlas.  Es mucho lo que podemos aprender del señor Nee con sólo leer superficialmente algunos de sus libros y los escritos de sus seguidores representados hoy en día por la Iglesia Recobro.  Estos demuestran, que desarrolló su teología gracias a encuentros con cuatro personas diferentes y que fue de ellos de quienes “tomó prestadas” sus ideas.

En una escuela bíblica en Shanghai, quedó bajo la influencia de una maestra, la señorita Yu, y por instrucción de ella se dedicó a buscar ansiosamente una “segunda bendición”.  Luego lo puso en contacto con la señora M.E. Barber, quien le enseñó el concepto “Keswick” de la llenura del Espíritu Santo o la santificación completa.  En febrero de 1922, Nee aseguró que había sido “bautizado en el Espíritu” y se sometió a la instrucción continua de la señora Barber, quien fue la responsable de la teología perfeccionista que desarrolló.  Barber también convenció a Nee de la verdad de la teoría del “rapto parcial”, asignándole a los creyentes carnales una especie de “purgatorio protestante”.  Nee admitió, que en sus comentarios sobre el Apocalipsis, dependió del libro de Robert Gonett de la biblioteca de la señora Barber, el que enseña el rapto parcial.  Vemos entonces de dónde recibió estas “revelaciones” que se convirtieron en la base para sus libros y escritos.

Más tarde, cuando la señora Barber pensó que Nee estaba lo suficientemente maduro, le permitió que leyera las obras de Jesse Penn Lewis, un místico con antecedentes metodistas.  Su literatura considerada “de santidad” fue la fuente espiritual para las series de libros escritos por Nee sobre el hombre espiritual, en los cuales presenta un punto de vista gnóstico del ser humano.  También tomó buenas dosis del misticismo católico de los escritos de Madame Jeanne Guyon.

Durante ese tiempo, comentó que era guiado por sus líderes internos.  Justificó estos medios subjetivos de revelación diciendo que las formas de Dios no eran conocidas por medios externos sino “internos”.  Una vez más rechazó la autoridad externa.  Nee ya había desarrollado su propio sistema ecléctico cuando en 1935 encontró a otra mujer, Elizabeth Fischbacker quien lo introdujo en la teología pentecostal de hablar en lenguas.  Aunque no lo consideraba antibíblico, nunca habló en lenguas.

Las enseñanzas que desarrolló Nee a lo largo de su vida y sus encuentros con estas mujeres y las instrucciones que recibió de ellas, son peligrosas para los cristianos.  Considero que no hay necesidad de ahondar demasiado en sus enseñanzas, ya que todo lo que dicho habla por sí solo.

Únicamente me voy a limitar a enumerar unos cuantos problemas más en su teología.  Él no seguía método alguno para su estudio e interpretación de la Biblia y negaba la hermenéutica evangélica.  En su libro Autoridad Espiritual, se colocó a sí mismo y a sus ancianos como las autoridades incuestionables.  Es aparente que se consideraba no como un siervo, sino como un gurú.

También enseñaba que todos los cristianos deben tener una “Protección” una persona que tiene autoridad delegada y quien debe ser obedecida e imitada incondicionalmente.  Esta “Protección” no se limita a asuntos de fe y doctrina, sino que se extiende a lo personal y secular, tal como decidir respecto a un empleo, lugar dónde vivir, matrimonio, etc.  En adición, Nee enseñaba que sólo debía haber una congregación en cada ciudad, por tal razón sus seguidores se proclaman como la única iglesia aprobada por Dios.

Fue de sus enseñanzas, de las que Witness Lee adoptó la teología de la Iglesia Local o Recobro.  Nee todavía es tenido en alta estima como un gran líder espiritual con profundo discernimiento.  Aunque su posición teológica fue profundamente mística, sus libros continúan influenciando la interpretación de la Biblia en los círculos evangélicos, raras veces se escucha una voz de cautela cuando se menciona su nombre.  De hecho, muchos cristianos sinceros se sienten impactados y hasta ofendidos cuando alguien sugiere que sus escritos deben ser leídos y escudriñados por errores mayores.  Tal como estamos viendo, su teología no es tan inofensiva como parece, sino que ya ha dado origen a errores trágicos.

La iglesia Recobro tiene su propia Biblia, la Versión Recobro anotada por Witness Lee, junto con un buen número de miembros locales.  El Nuevo Testamento Recobro está colmado con extensas notas escritas por Witness Lee y originalmente se le conocía como «La Barra de Oro», nombre que se le dio a la primera edición del Nuevo Testamento. Según ellos, es la única versión correcta de la Biblia, exactamente lo mismo que afirman los testigos de Jehová con respecto a su Versión Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras.

         La Iglesia Recobro desde el punto de vista teológico es una secta con la que se debe tener precaución.  Aseguran creer en el Dios que revelan las Sagradas Escrituras, pero la realidad es que en sus enseñanzas se maneja el concepto de que literalmente Dios se convirtió en la Iglesia, y que la Iglesia es Dios.  Ellos de ninguna manera quieren decir que iglesia o los creyentes son la morada del Espíritu Santo o algo así, sino que la iglesia es realmente ¡Dios mismo!  Witness Lee dice al respecto en las notas marginales del Nuevo Testamento: «...En naturaleza somos exactamente iguales».

J. A. Holowaty, Pastor

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