La costumbre de Roosevelt
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Theodore Roosevelt acostumbraba a asistir a la iglesia todos los domingos y continuó haciéndolo todos los años en Washington, incluso cuando era presidente de Estados Unidos.
Theodore Roosevelt acostumbraba a asistir a la iglesia todos los domingos y continuó haciéndolo todos los años en Washington, incluso cuando era presidente de Estados Unidos.
Todo el mundo ha conocido o ha oído hablar de un anciano que vive 100 años y arrogantemente le atribuye su longevidad a la bebida alcohólica, a los cigarrillos, a las mujeres hermosas y al hecho que nunca ha asistido a la iglesia.
Una investigación médica realizada por la Universidad Johns Hopkins demostró lo que el Presbyterian Ministers’ Life Fund Insurance ha sabido por más de dos siglos: Que asistir a la iglesia es bueno para su salud.
Hace años importaron de Inglaterra un buen número de alondras y las dejaron en libertad en un sector oriental de los Estados Unidos en donde pronto hicieron sus nidos y comenzaron a procrear. Un día un estudiante de aves estaba escuchando con gran interés el canto de los pájaros inmigrantes en el paisaje norteamericano.
Por primera vez en dos mil años, un grupo de Kohanims - de varones de la casta sacerdotal judía, que viven cerca de la Ciudad Antigua de Jerusalén están estudiando las leyes judías pertinentes, para poder ascender al Monte del Templo y entrar en el lugar Santísimo, donde se dice que mora la presencia de Dios.
Dos cristianos conducían a través de un área en la que se estaba ampliando la vía. Al final de la zona en donde se llevaban a cabo las reparaciones, un letrero le informaba a los viajeros. “Fin de la construcción. Gracias por su paciencia”.
Un conocido ministro inglés predicaba un domingo en Boston para el doctor Phillips Brooks. Después del servicio comenzó a caminar en dirección a su hotel. Necesitaba que lo guiaran, así que le preguntó a un hombre que estaba detrás de él que le indicara el camino. Y el caballero le dijo: “¡Oh! Usted es el ministro que acabo de escuchar, reconozco su voz. Estoy ciego, pero puedo indicarle el camino, puedo llevarlo hasta la puerta”.
Sir William Blackstone fue un jurista inglés, juez y político del siglo XVIII. Es mas conocido por haber escrito los Comentarios sobre las Leyes de Inglaterra. En una ocasión lo llamaron para que definiera lo que significaba “hogar”. Un noble británico había muerto. Había heredado títulos y castillos de sus antepasados en Inglaterra y en Escocia, pero había vivido la mayor parte de su vida en el extranjero. Si se decretaba jurídicamente que su patria era Escocia, sus bienes serían administrados bajo la ley escocesa, pero sí se decía que era Inglaterra, bajo la ley inglesa. Pero... ¿Cuál era su hogar?
El señor Blackstone, gran intérprete de la ley escribió: “Hogar es ese lugar desde el cual, cuando un hombre ha partido es un peregrino hasta que no regresa”.
Donald Grey Barnhouse
En el siglo XIX las personas que pasaban por la mansión de los Rothschild en un elegante barrio de Londres, notaban que el extremo de una de las cornisas estaba inconcluso. Y todos se hacían esta pregunta: ¿Acaso el hombre más rico en el mundo no podía pagar para que se concluyera la cornisa, o todo se debía a un descuido?