La edad de la iglesia comenzó el día de Pentecostés  hace unos dos mil años y llegará a su conclusión cuando tenga lugar el  Rapto.  Será entonces cuando tendrán  cumplimiento las palabras del apóstol Pablo: “Tampoco queremos, hermanos,  que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los  otros que no tienen esperanza.  Porque si  creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que  durmieron en él.  Por lo cual os decimos  esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta  la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.  Porque el Señor mismo con voz de mando, con  voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en  Cristo resucitarán primero.  Luego  nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados  juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así  estaremos siempre con el Señor.  Por  tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1  Tesalonicenses 4:13–18).  Este pasaje,  junto con 1 Corintios 15:51-58, anticipan el retorno del Señor Jesucristo por  su Iglesia.