Boletin dominical - 06/02/11

Mientras escribo esta nota estoy en espera de alguna noticia del hospital, especialmente del médico encargado de mi caso para saber la fecha de la intervención que corresponda.
Aprovechando esta oportunidad, me vino a la mente hacer una especie de descripción de lo que me es Paraguay.  Enumeraré algunos aspectos físicos, geográficos, culturales, etc.; y luego lo que más me interesa como cristiano.

1. Paraguay es un país sin salida al Mar (mediterráneo), lo que constituye una desventaja para la exportación de algunos de sus productos, especialmente agrícolas.
2. No cuenta con petróleo, de manera que depende para su movilización de combustible importado.
3. Su tamaño es del Estado de California (USA).
4. Su clima es tropical, razón por la cual hay tanta vegetación, ya que llueve con frecuencia y la mayor parte del año impera el calor.
5. Abundan las frutas, especialmente la papaya y los cítricos.

EN EL CAMPO ESPIRITUAL

1. Paraguay es el único país totalmente bilingüe (español y guaraní).
Cabe destacar que existe la Biblia traducida al idioma guaraní, incluso una versión de traducción aceptable para cuantos todavía permanecemos fieles al Libro de Dios.  Hay que reconocer que como ocurre en tantos otros países donde ciertas versiones bíblicas son cuestionables, lo mismo ocurre en este caso.
2. En general, el paraguayo es receptivo cuando se le presenta el evangelio.  Necesita mucho seguimiento, pero tiene gran respeto hacia aquellos que enseñan la Biblia.  Cabe señalar que la iglesia que por años fue la del Estado (Católica romana) ha perdido mucho espacio, brecha que algunos cristianos bíblicos están aprovechando muy bien.
Como ocurre en todo el mundo la “oleada” de la apostasía encontró su lugar también en este país.  Ya no necesitan importar algún gurú del extranjero porque tiene a los suyos propios, algunos de los cuales se dan el lujo de ser “apóstoles” y las hay “pastoras”.
3. A pesar de todo lo negativo que se podría decir, a mi juicio el Señor parece mantener esa parcela de tierra en nuestro continente para usar sus comodidades y sobre todo la libertad religiosa a fin de llevar la sana doctrina bíblica cristiana a todos los pueblos hispanos del mundo.

¡Quién hubiera imaginado hace apenas unos pocos años que un país, casi desconocido e insignificante, incrustado entre los gigantes, Argentina y Brasil, serviría de plataforma para cualquier siervo del Señor con algo de visión misionera a fin de lanzar las Buenas Nuevas de Salvación al mundo entero!  Sin embargo, esta es la verdad con Radio América y los demás ministerios.  Hoy estamos en nuestra emisora con 5 Kw de potencia (AM).  Estamos siendo retransmitidos por la FM 98.5 de Natalio-Itapúa, gracias al Hno. Juan Selent.  Estamos en internet las 24 horas.  La revista ¡ALERTA! ya ha llegado a su N° 37.  Se formó todo un equipo de distribución de folletos, especialmente poniendo al descubierto el engaño de la religión sin regeneración.  El equipo se formó, en cierto modo... “solo”, gracias a la visión del Hno. Magno Díaz y con él algunos jóvenes.
Se podría decir mucho más, pero esto es suficiente para demostrar a qué lugar hay que ir para lograr una buena pesca.
4. Conociendo como conozco tantos países de nuestro continente, no creo que encontraría una mejor plataforma para lanzar las enseñanzas de la Biblia a fin de que el mayor número posible entienda doctrinas tales como la gracia salvadora y la seguridad de la salvación.  Quiera el Señor darnos la oportunidad para que podamos hacer muchísimo más.
Tal vez no todos coincidan conmigo en esta crónica, pero es así cómo yo veo al país que llegó a ser mi segunda patria.
Pero... si Paraguay es un país tan bello, ¿significa que no hay nada negativo?
• ¿Hay crímenes?  Sí
• ¿Hay injusticia social?  Sí
• ¿Hay pobreza?  Sí
• ¿Hay peligros de asalto?  Sí
• ¿Hay soborno?  Sí
• ¿Hay robos y asaltos?  Sí
• ¿Hay niños desamparados por las calles?  Sí
¿Entonces?  Bueno, lo que digo es que «hay de todo».  Especialmente la libertad para proclamar el evangelio y elemento humano, al igual que la tecnología más reciente.  ¡Cómo no aprovechar estas puertas abiertas para un fin tan noble como la proclamación del evangelio!
Lo que pido a los hermanos, tanto los de la Iglesia Bíblica Misionera como cuantos son parte de este ministerio, pero nos captan vía internet, es continuar orando para que el Señor me sostenga y me permita volver a verlos muy pronto.

                        J. A. Holowaty, Pastor