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Boletin dominical - 01/07/12

  • Fecha de publicación: Sábado, 30 Junio 2012, 12:30 horas

Ofrecemos a continuación un interesante intercambio epistolar entre un sacerdote Católico Romano y Radio América, gracias al Hno. Alex quien nos hizo llegar la misiva del cura. Nos pareció interesante publicar, tanto esa carta como la respuesta que le fue enviada. Lamentablemente no nos fue posible acomodar la respuesta completa, dejando el resto para el próximo boletín.

     «Termino de leer recién su libro Hecho, la verdad es que falta una cita de la Sagrada Escritura que es muy importante, la de la carta del apóstol Santiago capítulo 2 versículos 20 a 26.  Resumiendo dice que «la fe sin las obras está muerta».  Quiero ver si tiene alguna respuesta a esto.  Y el versículo 24 dice que “el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”.

Espero que se dé cuenta que como dice en verdad el libro Hecho, hay dos religiones: Una verdadera que es la Religión Católica fundada por nuestro Señor Jesucristo y una falsa que son todas las demás religiones que niegan las verdades que Dios hecho hombre enseñó (y sigue enseñando por el catolicismo).

Con respecto a que Constantino fue el primer Papa, es una falsedad como una casa grande, ya que antes de él hubo 32 Papas que gobernaron la Iglesia fundada sobre la roca que fue San Pedro, primer Papa, cuando Dios le dijo: «tú eres Pedro (Kefas) y sobre esta (Kefas) edificaré mi Iglesia». Et ego dico tibi: Tu es Petrus, et super hanc petram aedificabo Ecclesiam meam; et portae inferi non praevalebunt adversum eam. El texto en arameo, lengua original del Evangelio, es bien claro y se refiere a Pedro sin ocasión de dudar nada.

Espero me responda, pero cuando tenga tiempo nos reuniremos a tomar un café y quiero ir con un amigo experto en Sagrada Escritura, ya que yo no lo soy.

Le mando un gran abrazo a usted y a su señora».

                   Padre Francisco

     Paso a continuación a contestar la misiva que nos mandó.  Aunque de antemano sé que es inútil hacerlo, pues es como tratar de demostrar a un ciego de nacimiento el aspecto del arco íris, los diferentes colores, una hermosa aurora o la hora del crepúsculo con sus atractivos colores.

¿Por qué no se le puede demostrar?  ¡Porque espiritualmente está ciego! (Lc. 6:39; Jn. 9:39-41), aunque para entenderlo bien, sería mucho mejor leer con atención todo este capítulo de Juan 9.

Cuando una persona está espiritualmente ciega y no quiere ver, es imposible convencerla.  Es como si uno predicara a un cadáver, solo que en este caso se trata de un muerto espiritualmente.

El hecho que los carentes del verdadero Salvador no entiendan la Biblia y la tergiversan a cada paso, se debe a que no han nacido de nuevo (Jn. 3:1-8).

Debido a esta falta del “nuevo nacimiento”, aunque hubo nacimiento “natural” (físico), es fácil entender lo que dice Pablo en 1 Corintios 2:14.  Mientras el pecador se resista a humillarse delante de Dios, jamás podrá ser salvo.  Usted puede gritar a los cuatro vientos que pertenece a “la única religión verdadera”, pero, como no es la religión la que salva al pecador, ¿de qué le sirve?

Luego usted pasa a Santiago 2:14-26.  ¿Cuál es el problema aquí?  Ninguno.
Lo que Santiago dice, es que “la fe sin obra es muerta”, pero no dice que el cristiano cuya fe es muerta no sea salvo.  Note bien el ejemplo que Santiago plantea en los versículos 15-17.  En el versículo 18 Santiago desafía al cristiano de fe muerta para que la muestre sin obras.  Es fácil entender que esto es imposible.  Una cosa es explicar lo que es la fe y otra muy diferente es mostrarla cómo funciona.

En cuanto a Santiago 2:22-26, cuando habla de la fe de Abraham, no dice que para ser justificado se perfeccionó su fe.  Note bien lo que dice en Génesis 15:6, Romanos 4:3 y Gálatas 3:6.  Primero Abraham “creyó a Dios”.  Esto hizo que fuese justificado.  Pasaron muchos años, incluso él cometió adulterio con la sirvienta de su esposa Sara, del cual nació Ismael.  Así que... no era tan “santito” que digamos, sin embargo Dios le dio la oportunidad de perfeccionar su fe cuando le dijo que ofreciera en sacrificio a su hijo Isaac al cual tanto amaba.  Así que, Dios justificó a Abraham y a su vez Abraham justificó su fe al obedecer a Dios.  ¡Cuán maravilloso es saber todo esto!

El único lugar donde se menciona la “religión” es en Santiago 1:27.  Fácil es darnos cuenta de que hay muchísimas personas que de ninguna manera quieren saber de la fe en Cristo, pero que son generosas, dadivosas y filántropos dignas de todo encomio.  ¿Esto los salva?  ¡No!: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Ef. 2:8, 9).  No se invocan las obras para la salvación, la gracia divina carece de sentido.  Gracia significa recibir de Dios lo que no merecemos.  En cambio misericordia, significa que Dios no nos da lo que merecemos, ya que todos debido al pecado, merecemos la condenación en el infierno.

Ahora note que cuando Pablo aclara cómo el pecador se salva, agrega que una vez salvo, tiene la oportunidad de pasarse el resto de su vida practicando las buenas obra: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef. 2:10), pero ya no para salvarse, porque primero el Señor lo salva y luego, siendo hijo de Dios por la fe en Cristo, puede producir buenas obras guiado por el Espíritu Santo.

En cuanto a Pedro como “primer Papa” y supuestamente el fundamento de la iglesia, ¿notó lo que el texto dice cuando el Señor dice que... “tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia”?, ¿acaso se refiere a Pedro?

Pedro jamás actuó como los Papas de los que conocemos, quienes destruyeron a miles y millones de cristianos que no aceptaron el paganismo papal católico romano.  ¿Leyó usted alguna vez lo que hicieron en toda Europa, incluso cuando llegaron a nuestra América y trajeron su religión y sembraron la superstición?

            J. Holowaty, Pastor

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