¿Es usted un idólatra?
- Fecha de publicación: Sábado, 11 Diciembre 2021, 22:03 horas
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Aquí tiene usted una serie de preguntas sobre lo que la Palabra de Dios, la Santa Biblia, dice sobre la idolatría, los idólatras y el paradero final de cuantos la practican.
1. ¿Qué es idolatría?
Idolatría es tener cualquier imagen, ya sea de un hombre, una mujer, un animal o una cosa, con el fin de adorarla con el pretexto de acercarse así a Dios. ¿Sabe usted lo que dice Dios sobre esto?: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás...” (Ex. 20:3-5a).
2. ¿Sabe usted cuál es el castigo para cuantos son idólatras?
Dios dice que la maldición es tal, que pasa de generación a generación: “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Ex. 20:5, 6).
¿No será que nuestro país está como está por causa de este grave pecado de la idolatría, puesto que esto ocurre ya por varias generaciones?
3. ¿Por qué, cree usted, hay tantos homicidios, suicidios, asaltos, tanto alcoholismo y tanta drogadicción?
Como si lo del libro de Éxodo no fuera suficiente, el mismo texto aparece nuevamente en Deuteronomio 5:8, 9: “No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”.
Note que mientras el idólatra piensa que es muy devoto y ama mucho a Dios porque sale en procesión con algún ídolo y prende sus velitas a algún “jesús” imaginario, Dios dice que los idólatras le aborrecen. Dice que Él visita “la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”.
¿Qué culpa tienen sus hijitos que dependen de usted y que luego, por causa suya (padre y madre) heredan maldición en lugar de bendición?
4. ¿Sabe usted cuál es el paradero final de todos los idólatras? (Ap. 21:8).
Note la compañía que tendrán los idólatras por la eternidad: cobardes, incrédulos, abominables, homicidas, fornicarios, hechiceros y mentirosos, quienes “tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
¡Qué horrible, amarga y desesperante es la eternidad que les espera a todos los idólatras! ¿Cree usted que los idólatras paraguayos son mejores que los demás idólatras del mundo? Otra denuncia que hace Dios contra los idólatras la tenemos en Apocalipsis 22:15: “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”. Aquí el escritor sagrado los llama «perros, homicidas y mentirosos».
Puede estar seguro de que en el cielo no entrará un sólo idólatra, por bueno que sea como ciudadano y no importa cuánta obra de caridad haya hecho.
5. ¿Cómo es el “dios” de los idólatras?
“Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos” (Sal. 115:3-8).
6. Dios describe a los que tienen... “fábrica de dioses”
“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?” (Is. 44:9-20).
¿Es posible que una persona sea tan ciega que tome un montón de leña para hacerse un asado y del sobrante de esa leña se fabrique un... “dios”?
La explicación del cómo, vea en el versículo 20: “De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?” Dice que quienes lo hacen se alimentan de ceniza. Quienes practican la idolatría no se alimentan de la Palabra de Dios, sino de la ceniza de dogmas, doctrinas y tradiciones de los hombres. ¿Está usted entre ellos? ¿Por qué no aprovecha los manjares celestiales y comienza a vivir la verdadera vida cristiana?
7. ¿Qué hacer entonces?
¡Oh, mi amigo! Dios le ama y le perdonará si usted arrepentido abandona su religión saturada de idolatría: “Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra” (Dt. 4:15, 16).
HAGA LO SIGUIENTE:
1. Reconozca que está en el error y que no es salvo/a.
2. Reconozca que Dios aborrece la idolatría porque es grave pecado.
3. Reconozca que Él le ama y si usted se arrepiente y deja la idolatría, Él le perdonará y usted no dejará maldición para sus hijos, nietos y demás, sino bendición.
4. Confiésele al Señor sus pecados, incluyendo la idolatría, y abandone esa vida de falso cristianismo.
5. Acepte el perdón que Dios le ofrece a cambio del arrepentimiento y la fe en Él. El Señor le perdonará y le limpiará de todo pecado y esto para siempre.