Menu

Escuche Radio América

Principios Bíblicos para el año 2022

  • Fecha de publicación: Sábado, 22 Enero 2022, 18:03 horas

Si vamos a dejarnos guiar por los principios bíblicos para este año, debemos depender de Dios dedicando más tiempo a la oración y a la lectura de la Biblia todos los días.

“Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio” (Col. 1:3-5).

De este pasaje, especialmente del versículo 3, rescatamos cuatro principios que tenemos que repasar, antes de fijarnos nuevas metas para este año:

• EL PRINCIPIO DE LA DEPENDENCIA: Siempre orando…
• EL PRINCIPIO DEL SERVICIO: por vosotros…
• EL PRINCIPIO DE LA GRATITUD: damos gracias…
• EL PRINCIPIO DE LA GLORIA DIVINA: a Dios, Padre…

Veamos estos principios uno por uno:

EL PRINCIPIO DE LA DEPENDENCIA:
Es interesante notar que muchos cristianos ya no oran fervientemente, por diversos motivos.  Pablo hablaba directamente con Cristo, tenía dones milagrosos, escribía el Nuevo Testamento mucho más que todos y, sin embargo, siempre oraba.  Es una lección que aprendió de Cristo y que nosotros debemos recordar siempre.

EL PRINCIPIO DEL SERVICIO:
Si vamos a proyectarnos a unos principios bíblicos para este nuevo año, debemos enfocarnos en los demás antes que en nosotros mismos.

Pablo decía: “siempre orando por vosotros”.  Con esta expresión nos enseña que su prioridad de oración y de su ministerio se encontraba en los demás antes que en él mismo.  Esto sólo es posible de hacer cuando el sentir de Cristo reina en el corazón (Fil. 2:2-8).

Pablo, en su oración, estaba más enfocado en los demás, así expresa: “damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo habiendo oído de vuestra fe en Cristo…”  Cuando uno quita su mirada de sí mismo, y la enfoca en la “obra que Cristo hace o hará en los demás”, es casi imposible que su corazón y sus palabras no expresen gratitud.  Quien haga esto estará en buena dirección para cumplir su propósito de vida cristiana.

EL PRINCIPIO DE LA GRATITUD:
Si vamos a proyectarnos a unos principios bíblicos para este nuevo año, debemos hacerlo con las mejores actitudes.

«Gracias», es una palabra a menudo olvidada y poco practicada.  Todos sabemos desde dónde escribe esta carta el apóstol Pablo, y no era desde un lugar muy cómodo.  Colosenses se encuentra dentro del grupo de cartas denominado: “Las Epístolas de la prisión”, precisamente porque Pablo las escribe desde la cárcel.
Después de una carrera brillante en el ministerio, y con brillante me refiero a piedras, palos, golpes y muchos sufrimientos, Pablo se encuentra prisionero.

Si usted estuviera en dicha situación, ¿qué es lo primero que estaría diciendo?  ¿Cuál sería su primer pedido de oración?  Pablo nos demuestra el fervor de un genuino siervo de Dios.  ¡Él está agradecido!  Si miramos las cosas desde la óptica y prioridades de Dios, es posible tener un corazón agradecido, aun cuando todo parezca ir mal.

Ser agradecido es tener una visión más allá de lo ordinario y la capacidad de ver con los ojos de Dios.

EL PRINCIPIO DE LA GLORIA DIVINA:
Si vamos a proyectarnos a unos principios bíblicos para este nuevo año, debemos hacerlo todo para la gloria de Dios.

Recuerde que Pablo no agradecía por los años de ministerio, tampoco agradecía ni pedía por su liberación.  Pablo no agradecía por los años de vida, ni por sus metas personales cumplidas.  Pablo agradecía porque Dios estaba perfeccionando su obra en las vidas de los hermanos.  El gozo por esta verdad era mayor a cualquier problema o circunstancia difícil que estuviera atravesando.  Pablo nos demuestra que en medio de todo hay que tener un corazón agradecido pero enfocado en “la obra de Cristo en los demás” antes que en uno mismo.

Pero lo más significativo de todo esto, es que si bien Pablo había colaborado muchísimo para el crecimiento de los creyentes, el fortalecimiento de las misiones, la propagación de las Escrituras y el levantamiento de muchas congregaciones, no se atribuye a él mismo nada.  Pablo da la gloria sólo a Dios, reconociendo que él era sólo un instrumento, pero el autor de la obra es el Señor.  Haga lo que haga, nunca olvide hermano este principio fundamental.

PROYECTÁNDONOS A UN AÑO NUEVO CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS
Ahora veamos algunos ingredientes espirituales para que este nuevo año sea realmente un proyecto conforme al corazón y a la Palabra de Dios.

1. QUE NO SE APAGUE LA FE:
“Habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos” (Col. 1:4).

• La fe es el elemento que nos sostendrá en el camino aun cuando todo parezca oscuro.  Nuestra confianza debe estar depositada siempre en Cristo y nuestro amor vertido en aquellos hermanos redimidos por Cristo.  Pablo agradecía por la fe de los Colosenses.  ¿Cómo está su fe? ¿Trabaja en el fortalecimiento de la fe de los demás?  Es tiempo de marcarse metas que le ayuden a fortalecer su fe en Dios y así ayudar a crecer en la fe a los demás.

• La fe es necesaria para permanecer sirviendo a los demás: “acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Ts. 1:3).  “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (He. 6:10).

• La fe es necesaria para soportar las aflicciones: “Tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis” (2 Ts. 1:4).

• La fe es necesaria para obtener victoria sobre el enemigo: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo” (1 P. 5:8, 9).

• La fe es necesaria para vivir agradando a Dios: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (He. 11:5, 6).
Continuará...

volver arriba