¿Por qué tiene que haber un rapto?
- Fecha de publicación: Sábado, 28 Mayo 2022, 16:28 horas
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¿Por qué Dios ha planeado la remoción de la Iglesia de la Tierra? Si el Señor Jesucristo va a retornar para establecer su Reino, lo cual ciertamente será una realidad, ¿por qué simplemente no regresa, resucita los cuerpos de los justos muertos, arrebata a los creyentes vivos y continúa con todo a partir de este punto? ¿Por qué ascenderá al cielo con todos para luego regresar con los justos, muertos y vivos, cuando todo lo que tendría que hacer es resucitar a todos los creyentes a su Segunda Venida?
Esto suscita otra pregunta: A su Segunda Venida, ¿quiénes servirán ante su trono como sus representantes terrenales? Algunos dicen que será la Iglesia.
En ese caso, ¿qué pasará con las doce tribus de Israel y toda la profecía que habla de que se establecerá una vez más el sistema sacerdotal en los últimos días? ¿Y qué haríamos nosotros con el templo del Anticristo mencionado por el profeta Daniel, el Señor Jesucristo y Pablo? Él tiene la capacidad para convencer a los judíos de que es el Mesías de Israel, ¿cómo encajaríamos los cristianos en este escenario? Y la respuesta es: ¡En ninguna forma! ¡Estaríamos completamente fuera de lugar!
¿Acaso los pasajes que hablan del rapto en el capítulo 4 de la primera epístola a los Tesalonicenses, también hacen referencia a Jesús estableciendo su trono a la Segunda Venida? ¡No, por seguro que no! De hecho, se refieren a un juicio venidero que tendrá lugar exactamente después del rapto. Pero, entonces... ¿por qué tiene que haber un rapto?
1. ¿Será que el rapto es una forma de escapar de los problemas del mundo?
Muchos ridiculizan el rapto, se burlan y le llaman “el gran escape”, asegurando que se trata de un engaño de los cristianos, quienes deberían estar preparándose para los tiempos difíciles que se avecinan, pero que en lugar de eso, están viviendo con la vana esperanza, de que antes que las cosas se pongan realmente terribles, van a ser sacados fuera de este planeta. Estos críticos enseñan que el concepto del rapto antes de la Tribulación fue inventado de la nada en el siglo XIX, y que nunca había sido enseñado antes de ese tiempo. Debemos admitir, que hasta cierto punto ellos están parcialmente correctos: el rapto es una doctrina que fue parte de las enseñanzas en la iglesia primitiva, pero que no se enseñó mientras Israel estuvo en el exilio. Tan pronto como los judíos comenzaron a regresar a Israel, el tema del rapto comenzó a enfatizarse una vez más.
Pese a todo, hacen mofa de los cristianos a quienes perciben como ingenuos al creer en tal escape. Para ellos, el rapto es una negación de la habilidad del Señor para conducir a los creyentes bien preparados, a través de los tiempos peligrosos que se avecinan.
2. ¿Tendrá que esperar el rapto hasta que el último pecador que será salvo se añada a la Iglesia?
Algunos enseñan que el rapto opera como una especie de “sistema de cuotas”. Creen que su tiempo depende, de cierto número de santos que han sido predestinados para salvación, quienes deben ser salvos antes que la Iglesia pueda ser removida fuera de este mundo. Cuando se complete su número, el Señor hará su pronunciamiento y tendrá lugar el rapto. A quienes creen esto, se les escucha decir: «Cuando el último santo sea salvo, la Iglesia será llevada a casa».
Esta idea convierte el rapto en algo completamente dependiente de la Iglesia, porque lo que proclama en efecto, es que no hay razón real para el rapto, y hace que el tiempo de la tribulación dependa del desenvolvimiento de la Iglesia. Bajo esta forma de pensar, uno bien puede llegar a creer que entre más contribuyamos para que los cristianos sean salvos, más rápido tendrá lugar el arrebatamiento. Pero ciertamente, la Escritura en ningún lugar se refiere al rapto como algo asociado a determinado suceso de la Iglesia. Por el contrario, la Iglesia de los últimos días existe dentro del deterioro que reinará entre la humanidad, justo antes del periodo de la Tribulación.
3. ¿Es el rapto un escape de las pruebas del periodo de la Tribulación?
Los críticos del rapto antes de la Tribulación, a menudo censuran este punto de vista, declarando que se trata del simple deseo de escapar de los rigores de la aflicción venidera. Enseñan que la Iglesia, debe de alguna forma, prepararse para la venida del Reino, siendo partícipe en él, porque tal vez seremos los representantes de Dios durante los grandes juicios que habrán de venir. Pero la Biblia nunca presenta a la Iglesia en este papel. Por el contrario, ni siquiera se le menciona antes que tengan lugar estos juicios. La Iglesia simplemente no es parte de los eventos que describen la Tribulación.
Un estudio objetivo, rápida y enfáticamente revela una verdad básica: que la razón para el rapto es bien clara. Tendrá lugar específicamente para permitir el ascenso de Israel, tal como está profetizado en el Antiguo Testamento. Con la Iglesia en la posición presente, Israel no podría ascender a su destino profetizado.
El Rapto puede ocurrir en cualquier momento
Muchos de los textos que se cita sobre el rapto de la Iglesia enseñan que la venida de Cristo será inminente. Eso quiere decir que puede ocurrir en cualquier momento. Una de las primeras enseñanzas del rapto está en 1 Tesalonicenses 1:9,10. Estos cristianos de Tesalónica no estaban sentados con las manos cruzadas esperando el rapto, sino que estaban sirviendo “al Dios vivo y verdadero” en una actitud de expectativa “espera[ndo] de los cielos a su Hijo”. Así es como debe ser, porque puede ocurrir en cualquier momento, aunque también podría ser en varios años. Lo que es importante tener bien claro, es que primero ocurrirá el rapto y siete años después el Señor Jesucristo descenderá del cielo con poder y gloria y establecerá su reino sobre la tierra.
También es importante aclarar que, aunque todos los cristianos no crean exactamente lo mismo, esto no quiere decir que quienes creen diferente a nosotros no sean cristianos, esos que sostienen que el rapto ocurrirá a mediados de la Tribulación y los otros que aseguran que será a su conclusión, han escrito libros instruyendo a los cristianos para que se preparen para vivir durante la Tribulación. Esto llama mucho la atención, en vista del hecho de que en el Nuevo Testamento no aparece ni un solo versículo instruyendo a los cristianos acerca de cómo deben vivir durante el periodo de siete años de la Tribulación. La razón obvia es porque para ese tiempo ya estaremos en el cielo.
Los santos de la Tribulación son esos cristianos que reciben a Cristo después que la Iglesia ha sido arrebatada. No es nada extraño, ya que tanto los profetas del Antiguo Testamento como los apóstoles del Nuevo, describen el período de la Tribulación más que ningún otro evento profético, con la única excepción de la segunda venida de Cristo. No podemos encontrar ni un solo versículo que instruya a los cristianos sobre cómo vivir durante ese período.
Hoy, sumamos millones los cristianos que esperamos a Cristo en cualquier momento. ¡Y podemos estar seguros que no nos decepcionará! Vendrá en cualquier momento, pero sólo por su Iglesia, por esos creyentes verdaderos que se encuentran en todas partes del mundo y que le recibieron por fe.