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La Profecía de Daniel - (III)

  • Fecha de publicación: Sábado, 22 Noviembre 2025, 19:53 horas

La fecha de los escritos de Daniel

Un examen cuidadoso a la evidencia histórica, arqueológica lingüística y bíblica demuestra categóricamente que el libro de Daniel fue una profecía genuina escrita en el año 536 a. de C., tal como lo declara el testimonio de la propia Escritura.  En los siglos pasados, los sabios judíos y la Iglesia cristiana, unánimemente acordaron que las profecías de Daniel eran legítimas y genuinas.  Porfirio, el escritor griego pagano, en el siglo III d. de C., fue el primero en rechazar las profecías de Daniel.  Porfirio despreciaba las profecías de la Biblia y su odio por lo sobrenatural lo forzó a concluir que era francamente imposible predecir eventos futuros.  Señaló el cumplimiento increíblemente exacto de las profecías de Daniel como prueba de que esas visiones tuvieron que haber sido escritas por un impostor después que ocurrieron los eventos.

El profesor Pusey fue quien expuso la clara alternativa que enfrentamos hoy:
1. O el libro de Daniel fue escrito, tal como se asegura, antes del año 536 a. de C. y, por consiguiente, es verdaderamente un libro profético inspirado digno de estudio diligente, o
2. Daniel fue escrito por un brillante impostor, quien fraudulentamente escribió estas profecías alrededor del año 168 a. de C., después de que habían ocurrido los eventos profetizados.

El profesor Pusey entendió los motivos secretos de la mayoría de esos que niegan la inspiración del libro de Daniel, al igual que los de esos que declararon que las profecías de Daniel debieron haber sido escritas por un impostor en el año 168 a. de C., esos críticos aceptaron que es imposible que la profecía de Daniel pudiera ser genuina, sin considerar la evidencia que prueba que la profecía de Daniel es auténtica.  Daniel declara que recibió estas visiones proféticas de Dios mientras servía como consejero de los reyes de Babilonia, en los años 606 al 536 a. de C.  Estas profecías son tan precisas y asombrosamente inspiradoras que nos vemos confrontados sólo con dos alternativas posibles:

Es vital que determinemos cuál alternativa es la correcta porque el mensaje profético en Daniel es central al mensaje del Evangelio de la futura redención de la tierra.  A continuación, consideraremos la evidencia histórica y textual para ambas alternativas. La escuela de más alta crítica de eruditos bíblicos en el último siglo odiaba los milagros sobrenaturales y las profecías divinas encontrados a través de la Palabra de Dios.  Estos críticos negativos se vanagloriaban a voz en cuello de que su logro más grande era negar categóricamente la autenticidad de las profecías de Daniel.  Un crítico incrédulo, el doctor David Williams, teólogo del siglo XIX escribió rechazando la autoridad del libro de Daniel: «Uno de los más grandes triunfos y de los hechos más seguros del criticismo reciente, fue haber demostrado que el libro de Daniel pertenece al tiempo de Antíoco Epífanes (es decir que fue escrito alrededor del año 168 a. de Cristo)».

Los eventos y el libro de Daniel muestran claramente que fue escrito en el tiempo del cautiverio en Babilonia, el siglo VI a. de C.  También ofrece detalles sobre la conquista de Babilonia por los medopersas.  Hay algo curioso en este libro y es la sección que fue escrita en arameo.  Este lenguaje semítico es una forma del hebreo y era el idioma que hablaba nuestro Señor y sus discípulos para el tiempo en que se escribió el Nuevo Testamento.  En el siglo I de la era cristiana, los judíos hablaban arameo.  Era el lenguaje de la nobleza y de las cortes babilónicas.  Los otros libros del Antiguo Testamento fueron escritos en hebreo, pero desde Daniel 2:46 hasta el 7:28, toda esta sección está en arameo.  Creo que se hizo así, porque el arameo era el idioma del pueblo y el propósito de esta sección era relatarle todos los hechos a su propia cultura.  La intención de Daniel era dar a conocer sus visiones y su vida en Babilonia, por eso lo escribió en su propio idioma.

Otra cosa interesante es que en el libro están mencionadas 17 palabras persas, siendo que el imperio persa llegó a estar en el poder mientras se escribía el libro.  También contiene tres palabras en griego.  Por eso muchas personas usan esto como argumento para apoyar su creencia de que el libro fue escrito en una fecha posterior a Alejandro el Grande.  Pero el griego ya se hablaba mucho antes de Alejandro.  El pasaje donde se mencionan estas tres palabras griegas, es donde se habla de los instrumentos musicales.  La cultura griega databa de mucho antes de Alejandro, aunque alcanzó su clímax en el tiempo de Daniel.  Tenían instrumentos y mucha música e importaron y exportaron instrumentos musicales a través de todo el mundo entonces conocido.  Por lo tanto, estas palabras griegas no deben sorprendernos.

En 1947, cuando se descubrieron los Rollos del mar Muerto, se encontraron copias de todos los libros de la Biblia, con la única excepción de Ester.  Hay fragmentos de todos los otros libros.  Uno de los más hermosos es el rollo con la profecía de Isaías, el cual ahora se encuentra en Jerusalén dentro de la Mezquita del Libro.  Hay otras porciones en la Biblia, además de Daniel, que fueron escritas en arameo.  La fecha de los Rollos del mar Muerto oscila entre el año 250 al 150 a. de C.  El argumento es, que todos esos libros que contienen escritos en arameo no pudieron haber sido redactados sino hasta el año 165 a. de C., pero permítame mencionarle algo: «Creo que Daniel fue escrito cuando Dios dijo que fue, son predicciones anticipadas y es una de las mayores pruebas de que la Biblia es la Palabra de Dios. Haríamos muy bien en prestarle atención a la profecía».
                        Continuará...

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