¿Cuántas navidades hay?

El lugar: Esto ocurrió en el Edén: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...  Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gn. 1:26a, 27).

Adán y Eva no tuvieron padres, sino que Dios mismo les dio el origen.  Ellos eran perfectos tanto física como espiritualmente.
Dios el Creador dio origen al hombre, el cual tiene mucho de parecido a los ángeles.

Dios también le dio ciertas facultades y dominio, todo lo cual le comunicó a fin de que conservara su imagen tan exaltada.  Notemos dos textos sobre esto: Salmo 8:3-9 y Génesis 2:16-18, 21-24.

El hombre que describe el Salmo 8 es el hombre antes del pecado.  Dios formó tanto al hombre como a la mujer perfectos.  El Dios perfecto no puede menos que crear cosas y seres perfectos.

Génesis 3:4-11: Todo lo que ganó el hombre con desobedecer al Creador, fue descubrir que estaba desnudo.  Satanás no viste, sino desnuda; no sana, sino hiere; no dice la verdad, sino miente; no eleva, sino rebaja; no da vida, sino muerte.

2. El nacimiento de Israel (esta es la segunda navidad)

Israel como raza, como pueblo, es único; tal como es único Adán mismo.  Su nacimiento no fue, ni en el Edén ni en Belén, sino que todo comenzó en Caldea y se extendió luego hasta el centro del planeta, a la tierra que ahora se llama Israel (Gn. 15:1-7).

Tome usted cualquier otro pueblo, cualquier otra raza y trate de establecer su origen.  No lo podrá hacer.  Pero cuando se trata de los hebreos, cualquier lector de la Biblia descubre su origen.  Se trata de una persona llamada Abraham.  En realidad, es un milagro desde su origen, porque cuando Isaac, el hijo de Abraham y Sara fue concebido, Abraham ya tenía 100 años y Sara 90 (Gn. 17:17, 21:5).  Tal vez no nos sorprenda mucho Abraham con sus cien años de edad, pero lo de Sara es ciertamente inaudito.

Difícilmente encontraremos a algún otro pueblo que haya sufrido tanto como Israel.  Los judíos suelen decir que preferirían que Dios hubiese escogido a cualquier otro pueblo menos a ellos.  Varias veces perdieron su país y fueron llevados en cautiverio.  Finalmente, el imperio romano destruye su templo, su ciudad capital: Jerusalén, lo mismo que otras ciudades; mató a no menos de un millón de judíos y los que quedaron fueron dispersos por todo el mundo.

Pero Dios no cambió sus planes
Dios tenía un plan para ellos; de ellos procedería el Mesías, el Salvador.  Dios tiene un plan para ellos el que ahora mismo se está llevando a cabo.  Dios tiene también un plan para ellos que se extiende al futuro y la eternidad.

¿Por qué tanto sufrimiento para Israel?

No es necesario estudiar mucho para darse cuenta del odio que le tienen a los judíos, tanto sus vecinos árabes, los palestinos (antiguos filisteos), como ¡incluso muchos cristianos, junto con sus pastores y líderes!

¿Por qué?  Este odio procede del mismo corazón de Satanás, porque él sabe que finalmente será vergonzosamente derrotado, gracias al descendiente de este pueblo, Israel.

3. El nacimiento de Cristo (Mesías)

¿Cuándo ocurrió esto?  Vea Gálatas 4:4 y recuerde que así es cómo el Espíritu Santo prefirió dejar el día y año exactos.  Fue simplemente “cuando vino el cumplimiento del tiempo”, en el calendario divino.  Todo cuanto rodea esta… Navidad, ya lo sabemos muy bien.

4. El nuevo nacimiento de cada cristiano (la navidad personal)

Los primeros que tuvieron esta maravillosa experiencia de haber nacido del poder divino, fueron: María, los apóstoles y el malhechor de la cruz (Lc. 1:45-48; Mt. 16:16; Lc. 23:39-43).

En Juan 3, Jesús claramente dice que es imposible la salvación del pecador, a menos que éste nazca del poder del Espíritu Santo (Jn. 3:1-7).

Cuando un pecador recibe a Cristo como su salvador personal, tiene su propia NAVIDAD.  Así que, si usted nació una vez, morirá dos veces.  ¿Cómo es esto?  Bueno, morirá físicamente y morirá de muerte eterna, será condenado.  Pero si nació dos veces, es decir, físicamente y luego, al oír el evangelio recibió a Jesucristo como su salvador personal, morirá solamente una vez.  Morirá físicamente.

De nuestra NAVIDAD PERSONAL depende nuestra eternidad.  ¿Hubo un día cuando escuchó el evangelio y arrepentido de sus pecados recibió a Cristo por la fe como su salvador personal?  Si así es, entonces tiene que celebrar dos cumpleaños: Su nacimiento físico y su nacimiento espiritual.  ¿Cuántos años tiene después de su nacimiento espiritual, su segundo nacimiento?

5. El nacimiento de la Iglesia (la navidad de la familia del Señor, o si prefiere, la esposa del Salvador)

¿Cuándo, cómo y dónde nació la Iglesia que el Salvador compró con su sangre?  ¿Será en el día de Pentecostés?

Había 120 cristianos quienes vieron al Señor ascender al cielo, prometiéndoles que regresaría (Hch. 1:9-15).

Lucas (quien escribió el libro de los Hechos), nos dice que “eran como ciento veinte en número”, quienes estaban orando, esperando el descenso del Espíritu Santo.  Llegado el día señalado por Dios, el Espíritu Santo descendió y en un sólo día fueron añadidos otros tres mil a la Iglesia.  Todos ellos tuvieron ese día su... SEGUNDA NAVIDAD: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hch. 2:41).

Si quiere saber cómo fue que se produjo el descenso del Espíritu Santo y lo que sucedió luego como consecuencia, lea Hechos 2:1-12.  El nacimiento físico es de procedencia humana: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Jn. 1:12, 13); pero el espiritual es de procedencia divina.  El nacimiento físico es para vivir en este mundo; pero el espiritual prepara al renacido para la eternidad celestial.  El nacimiento físico nos lleva hasta la tumba; pero el espiritual nos lleva a los brazos de nuestro Salvador.

Si usted no recuerda cómo, cuándo y dónde nació de nuevo, escoja cualquier día y celebre su propio segundo nacimiento, su segundo cumpleaños.  Lo importante no es recordar cuándo, sino si realmente ha tenido lugar.