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Boletin dominical - 16/08/09

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
En el boletín pasado estuvimos hablando sobre las enseñanzas del famoso Rick Warren y su libro Una vida con propósito.  Pero él no es el único de la llamada... Iglesia Emergente.  Según estos... emer-gentes, nosotros vivimos hoy en un mundo postmoderno y debemos cambiar la estrategia, no sólo en los medios que usemos para llevar el evangelio a un mundo con casi siete mil millones de habitantes, sino también nuestra manera de pensar acerca de Dios, de Cristo, del Espíritu Santo, de la membre-sía de la iglesia y de manera es-pecial, lo que entendemos acerca del reino de Dios.

En el boletín pasado estuvimos hablando sobre las enseñanzas del famoso Rick Warren y su libro Una vida con propósito.  Pero él no es el único de la llamada... Iglesia Emergente.  Según estos... emer-gentes, nosotros vivimos hoy en un mundo postmoderno y debemos cambiar la estrategia, no sólo en los medios que usemos para llevar el evangelio a un mundo con casi siete mil millones de habitantes, sino también nuestra manera de pensar acerca de Dios, de Cristo, del Espíritu Santo, de la membre-sía de la iglesia y de manera es-pecial, lo que entendemos acerca del reino de Dios.

Muchas palabras con una mezcla de metafísica, filosofías y algo de extraña teología, lo que se enseña y se induce a que los pecadores crean, nada del verdadero evangelio incluye.  ¿Sabía usted que en estos últimos años muchos cristianos “evangé-licos” sostienen que el cristianismo es la causa de todos los problemas mundiales?  ¿No se estará agru-pando ya la iglesia del Anticristo porque perciben su cercanía mucho mejor que nosotros perci-bimos la proximidad de Cristo?  La Iglesia Emergente sugiere cambios drásticos debido a que la Iglesia primitiva y las modalidades pasa-das son según estos “expertos” en el nuevo cristianismo...  Ellos dicen que se necesita una nueva clase de “cristianismo” si se desea marcar la diferencia en la vida de las personas y en el mundo.

Esto significa que ya no se necesita más predicar el Nuevo Nacimiento, no se debe insistir que Jesús es el único medio de sal-vación.  Debemos aceptar todo y a todos, sin importar lo que creen. “Trabajemos juntos en lo que no discrepamos”.  Estos cristianos en el mundo postmoderno creen que los budistas, cristianos, católico romanos, brahmanistas, mormones y todos los grupos, así tengan o no algo de cristianismo, son parte de la iglesia actual.
Continuaremos ahora con la carta abierta al pastor Warren:

     «Hay civilidad en la sociedad norteamericana, por lo tanto ¿por qué está sugiriendo que no hay?  No obstante, de esto no encontrará mucho en la sociedad islámica.  ¿Por qué no ve el documental El apedreamiento de Soraya M?  Es la historia real de lo que le ocurrió a un grupo de inocentes mujeres musulmanas.  Fue algo más repugnante y sangriento que cualquier película de horror, ¡pero esto es realidad, no ficción!  Los musulmanes a quienes usted les habló, saben todo acerca de este procedimiento.  La Sociedad Islámica de Norteamérica, al igual que los musulmanes en el mundo entero, ¡desean imponer su ley, la Ley Sharia en todas partes de la tierra!  Usted perdió una oportunidad única al no instarlos para que se opongan a un gobierno islámico que lleva a cabo tales atrocidades.

     Pastor Warren, usted luego pasó a decir que los medios noticiosos ignoraban por completo lo que los cristianos y los musulma-nes creen.  Ellos saben muy bien lo que ambos creen.  Están conven-cidos que los cristianos son los nue-vos talibanes, y ahora están presio-nando para que se apruebe una nueva legislación que proteja a los musulmanes.  Luego les dijo: ‘Es la verdad la que nos hace libres’.  ¿Por qué tomó a Juan 8:32 fuera de su contexto?  Usted tergiversó las propias palabras del Señor Jesucristo, cuando debería haber estado proclamándolas.

     Declaró que estaba impresio-nado por todo el trabajo caritativo que había hecho la Sociedad Islámica de Norteamérica.  Pero... ¿Cuál es la labor caritativa que han hecho ellos?  Tal como dice Steve Emerson experto en terrorismo: ‘La Sociedad Islámica de Norteamérica ha sido una sombrilla y la promotora de grupos que han estado involu-crados en el terrorismo’.  Aquí,  bien pudo haber aprovechado la oportunidad, pero no lo hizo porque de haberlo hecho no lo invitarían nuevamente para que les hablara.

     Joseph Farah, el periodista conservador director de World Net Daily dice: ‘Suficiente es con decir que la Sociedad Islámica de Norteamérica no es amiga de los cristianos, ni de Estados Unidos’.  Sin embargo, en el año 2007, usted pastor Warren fue uno de los muchos ‘líderes evangélicos’ que firmó un documento implorándoles perdón a los musulmanes, por todas las acciones malas perpetradas en el pasado en contra de ellos por los cristianos.  Y yo le pregunto: ¿Cuáles fueron esas acciones malas que cometieron los cristianos verdaderos en contra de los musulmanes?  Ahora, pastor Warren, con esto fue más allá del proxenetismo y hasta actuó como un necio junto con los otros que firmaron ese documento.

Incluso, hasta el periódico secular Washington Times, hizo la siguiente observación: ‘El señor Warren, casi no mencionó ni a Jesús ni a Dios’.  Pero como sí enfa-tizó el trabajo y las buenas obras, esto reforzó la creencia de los miembros de la Sociedad Islámica, de que las buenas obras los ayudarán a llegar al cielo.

     Pastor Warren, usted declaró que estaba comprometido con ‘el bien común’ y que había recibido la orden ‘de respetar a todos’.  Usted prefiere ignorar las palabras del Señor Jesucristo, quien dijo: ‘Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura’ (Mr. 16:15).  Me parece que lo que más le interesa es marchar con las manos unidas, junto con los líderes de los diversos credos religiosos por el camino que conduce hacia una religión mundial.

     Literalmente, está teniendo lugar un despertar espiritual entre los musulmanes, quienes están volviéndose a Jesús, particular-mente fuera de Estados Unidos.  Habría sido muy hermoso, pastor Warren, si hubiera pensado en esto y lo hubiera compartido con ellos.  No esperábamos que en esta conferencia, hiciera un llamado como los que se hacen desde el púlpito, pero sí teníamos la esperanza que levantaría en alto el Nombre del Príncipe de Paz que vendrá nuevamente y le ofrece vida eterna a todo el que le dice: ‘...¿Qué debo hacer para ser salvo?’ (Hch. 16:30b).  Muchos sólo que-rían oírle decir entre sus muchas declaraciones ecuménicas, ‘que era imposible solucionar todos esos problemas en el mundo, sin la ayuda de Dios’, ¡pero ni siquiera esto hizo!»

J. A. Holowaty, Pastor

 

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