Boletin dominical - 29/11//09
- Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
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En el mes de febrero de 1984, todo el mundo se enteró de la muerte de Yuri Andropov, líder máximo del Imperio Soviético. Es difícil fijar el día exacto de su muerte, ya que las autoridades rusas, por alguna razón, temen expresar la verdad tal como ocurre cuando algún estadista muere en Occidente.
DESPUÉS DE SU MUERTE ¿QUÉ OCURRE A UN ATEO?
Adaptación del pasaje evangélico del Rico y Lázaro
Hace muchos años tuve la “inspiración” de escribir esto que sigue, basándome en el relato del Señor de Lucas 16:19-31. Me pareció que muchos de cuantos forman parte hoy de nuestra querida Iglesia Bíblica Misionera, no lo leyeron.
En el mes de febrero de 1984, todo el mundo se enteró de la muerte de Yuri Andropov, líder máximo del Imperio Soviético. Es difícil fijar el día exacto de su muerte, ya que las autoridades rusas, por alguna razón, temen expresar la verdad tal como ocurre cuando algún estadista muere en Occidente.
Pero no es tan importante la fecha exacta de su muerte, sino su paradero final. Como sabemos, la palabra «muerte» significa etimológicamente «separación». No cabe duda de que el alma se separó del cuerpo. El cuerpo que por más de medio siglo perteneciera a Andropov, recibió sepultura con grandes honores. Pero... ¿Qué de su alma? Nuestro Señor Jesús, sabiendo que esta pregunta está siempre en la mente del hombre, explicó con la claridad que un niño puede entender, qué ocurre con una persona cuando “parte” del cuerpo.
Por supuesto que Andropov, debido a su filosofía atea, seguramente no creía en su inmortalidad, en el alma, ¡y menos aún en una vida real más allá del cuerpo! Todas sus filosofías y “convicciones” se desmoronaron ni bien abandonó el cuerpo. Si usted quiere saber qué sucedió con Andropov después de fallecer, lea con cuidado en Lucas 16:19-31 y luego, a la luz de dicho pasaje, lea su “adaptación” al caso del personaje que nos ocupa. Y recuerde que, a menos que usted acepte a Cristo como Salvador personal, seguirá la misma ruta de Andropov.
19 Había un hombre rico, que disfrutaba de todas las comodidades, alimentos y bebidas finas, y hacía gala de su elevado cargo en el Kremlin, recibiendo diariamente elogiosos comentarios de sus camaradas nacionales y extranjeros.
20 Había también en la misma Rusia, un murrik (campesino), fiel cristiano, llamado Piotr (Pedro), echado en la cárcel y llevado luego a Siberia por su inquebrantable fe cristiana, por orden del primero mientras todavía se desempeñaba en la jefatura de la KGB.
21 Este hombre deseaba siquiera una migaja de pan, pero muchas veces pasaba hambre y recibía azotes por su fidelidad a Cristo, por lo cual sus heridas y dolor eran muchos, y ni aun se permitía que un médico lo atendiera.
22 Aconteció que murió Piotr (Pedro), el cristiano, y fue llevado por los ángeles a la presencia de su Salvador; y murió también Andropov, el Primer Ministro, y fue sepultado con grandes honores y pompas fúnebres, donde se le rindieron homenajes en presencia de altos dignatarios internacionales.
23 Y en el infierno alzó sus ojos Andropov, estando en tormentos, y vio de lejos al Salvador, al Señor Jesús, y a Piotr (Pedro) el cristiano sufriente gozando de las delicias celestes.
24 Entonces Andropov dando voces, dijo: Señor Jesús, ten misericordia de mí, y envía a Piotr (Pedro) para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
25 Pero el Señor le dijo: Yuri, acuérdate que recibiste todos los honores, comodidades, poder, vodka y recepciones de gala en tu vida de ateo, y Piotr (Pedro) mientras tanto sufrió hambre, azotes, encarcelamiento y destierro por orden tuya.
26 Además de todo esto, hay una gran sima entre ustedes y nosotros, de manera que los que quisieran pasar de aquí a ustedes no pueden, ni de allá pasar a este lugar.
27 Entonces Andropov le dijo: Te ruego, pues, Señor Jesús, que le envíes a la casa de mi esposa viuda y al Kremlin,
28 porque son muchos mis camaradas ateos en todo el Imperio de la Unión Soviética, incrédulos como lo era yo, para que les testifique, a fin de que ellos no vengan a este lugar de tormento.
29 Y el Señor le dijo: Tienen ellos la Biblia en idioma ruso y a muchos cristianos de la iglesia subterránea a todo lo largo y ancho del país, que los oigan y crean.
30 Yuri Andropov entonces dijo: No, Señor Jesús; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
31 Mas el Señor le dijo: Si no oyen a los predicadores que son fieles a mi Palabra, a tantos mártires que han dado su vida por su fe, a los millones de cristianos que en toda Rusia deben congregarse secretamente para proclamar el evangelio y para adorarme, perseguidos por el odio emanado desde el mismo Kremlin, por ser mis hijos; no se arrepentirán aunque Piotr (Pedro) vaya a ellos de entre los muertos y les lleve tu mensaje urgente de la realidad del infierno.
Amigo, Dios dice que el hombre es eterno: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” (Ec. 3:11). Usted es eterno, su alma es inmortal. Por otra parte, la oportunidad suya para ser salvo es ahora, mientras aún está en su cuerpo. Aunque la religión enseña que hay mucho que se puede hacer por una persona que muere sin ser salva, después de muerta, la Biblia niega tal posibilidad. Es ahora, mientras usted vive, que Dios le invita al arrepentimiento y a la fe en Cristo, su amado Hijo. Aceptar a Cristo por Salvador es “nacer de nuevo” porque en ese momento su destino eterno es el cielo. Es Dios mismo quien hace estos cambios cuando usted, arrepentido, confía en Cristo Jesús. Ríndase hoy mismo a Cristo y no permita que la muerte le sorprenda como ocurrió con el hombre rico mencionado por Jesús y con tantos que diariamente se unen a él en ese lugar de tormento. No sea incrédulo, sino creyente.
Es verdaderamente raro que el Señor, sabiendo más que cualquiera de María (su madre), haya dicho que los pecadores tienen a Moisés y a los profetas y no haya incluido a la “siempre virgen e inmaculada María”.
Hay muy pocas mujeres que no se llamen María aquí en Paraguay. Incluso hay hombres que llevan el nombre de José María y mujeres con... María José, todo lo cual indica que este es el “cristianismo” que impera en nuestro paganizado Paraguay y demás países conquistados por la cruz y la espada. Bien dijo alguien: «Antes los criminales colgaban de la cruz, pero hoy la cruz cuelga de los criminales». ¡Cuán cierto es esto en nuestro medio!
J. A. Holowaty, Pastor