Boletin dominical - 20/12//09
- Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
- Visitado 3613 veces /
- Tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente /
- Imprimir /
Desde hace mucho tiempo estamos alertando, tanto por este medio del boletín dominical, como mediante artículos en la revista ¡ALERTA!, el púlpito y la radio, sobre la falsa alarma del “recalentamiento del planeta”, indicando que se trata de único “evangelio” de la Nueva Era y que nada tiene que ver con la supuesta contaminación del aire.
Ahora ocurre que nuestra posición es confirmada, pero no solamente eso, sino que se nos dice que el gran daño que supuestamente produce el hombre con sus avances, resulta en beneficio de las plantas. Por lo visto que los “profetas y apóstoles” de la Nueva Era no dan al blanco ni por casualidad. Lo que sigue es una nota con fecha 14 de diciembre del 2009, de la agencia de noticias Dpa, la cual nos provee las noticias internacionales y tiene su base en Alemania:
Desde hace mucho tiempo estamos alertando, tanto por este medio del boletín dominical, como mediante artículos en la revista ¡ALERTA!, el púlpito y la radio, sobre la falsa alarma del “recalentamiento del planeta”, indicando que se trata de único “evangelio” de la Nueva Era y que nada tiene que ver con la supuesta contaminación del aire.
Ahora ocurre que nuestra posición es confirmada, pero no solamente eso, sino que se nos dice que el gran daño que supuestamente produce el hombre con sus avances, resulta en beneficio de las plantas. Por lo visto que los “profetas y apóstoles” de la Nueva Era no dan al blanco ni por casualidad. Lo que sigue es una nota con fecha 14 de diciembre del 2009, de la agencia de noticias Dpa, la cual nos provee las noticias internacionales y tiene su base en Alemania:
«Científicos alemanes descubrieron un posible efecto beneficioso del recalentamiento de la atmósfera terrestre: las plantas de las cosechas expuestas a una mayor concentración de dióxido de carbono crecen más y necesitan menos agua.
El Instituto von Thuenen (vTI), un laboratorio agrícola financiado por el Estado alemán, dijo que había plantado cebada, trigo y remolacha azucarera en campos de prueba durante varios años a los que expuso constantemente a la emisión de dióxido de carbono.
El equipo liderado por Hans-Joachim Weigel empleó una composición de aire como la que se estima que será la de la atmósfera terrestre en 2050, con 550 partes por millón (ppm) de dióxido de carbono. Las plantas desarrollaron de 10 a 15% más de biomasa al madurar.
Dependiendo del año de cosecha, las plantas despidieron de 5 a 20% menos de humedad a la atmósfera, mientras que aumentaba el nivel de humedad del suelo. El experimento tuvo lugar en las inmediaciones de la ciudad de Brunswick, en el norte de Alemania.
Según los científicos, las plantas al parecer usan agua con mayor eficiencia cuando tienen más dióxido de carbono a disposición. Destacaron que los resultados del experimento podrían ser importantes para planificar las cosechas dado que se espera que el cambio climático traiga aparejados períodos de sequía más largos.
En otro experimento, los investigadores analizaron la interacción entre sequía y aumento de la concentración de dióxido de carbono. Para ello plantaron maíz del tipo que se utiliza para la producción energética, que creció rápidamente a pesar de las altas temperaturas a las que fue sometido.
A una concentración de dióxido de carbono como la actual, las plantas desarrollaron en condiciones secas cerca de 28% menos de biomasa, pero al aumentar la concentración de dióxido de carbono, la pérdida se redujo a 11%».
¿Cuál es la verdad al respecto? El tema no deja de ser muy importante y ahora los acusadores de la extrema contaminación seguramente responderán a esta prueba.
Lo primero que tenemos que entender es que los “guardianes” de nuestros planetas no necesitan de pruebas científicas, porque su agenda es la religión. Proclaman que la tierra es nuestra madre y a la madre hay que cuidarla mucho, porque se está arrugando, se está haciendo viejita y nosotros la necesitamos mucho.
Esta “cruzada pro tierra-madre” se describe claramente en la Biblia, especialmente cuando leemos en Romanos 1:21-25: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.
El dios de esta gente es la tierra, “honrando y dando culto a las criaturas (a todo lo creado) antes que al Creador”.
Para ellos no hay tal como un Dios creador, redentor y sustentador de todas las cosas. Para ellos la tierra ha producido todo: el universo, las galaxias, el sol, la luna, las estrellas, nuestro planeta con todo cuanto tenemos, incluso al hombre mismo. Sí, tal cual la madre. ¿Acaso no somos todos hijos de una madre? ¿Por qué no la tierra, madre de todo cuanto Dios ha creado? Es que... para esta religión ¡no hay Dios! Y usted ya sabe cuál es el nombre del que niega a Dios: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien” (Sal. 14:1). Entonces, en los días del salmista ya era necio el que solamente en su corazón, en su mente, negaba a Dios, pero para no ser ridiculizado no lo decía a nadie. ¡Cómo ha cambiado esto! Ahora el necio es todo un “Dr. Necio”. Esta adoración a la tierra y al resto de la creación ya se ha filtrado en muchas iglesias, algunas de las cuales aún pretenden ser cristianas.
Tengo malas noticias en cuanto a “mamita-tierra”. ¡Será totalmente quemada y vaciada: “Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos... Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 P. 3:7, 10). “Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá” (Is. 51:6). “Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová” (Sof. 1:2, 3). “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Hag. 2:6, 7).
¿Cuál es la esperanza del cristiano?: “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 P. 3:13).
J. A. Holowaty, Pastor