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Boletin dominical - 21/03/10

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
Ahora los hermanos: Eliezer Irala P., Jonathan E. Montórfano, Ángel S. Vázquez C., Enzo Valiente V., Librado G. Sotelo A., Manuel Martínez M., Carlos A. Melgarejo, Alberto Hayashi, Víctor Jorquera, Ricardo Jara y Adolfo Carvallo.  

A continuación ofrecemos la lista de los hermanos que fueron bautizados el domingo 14 de este mes de marzo.  Comenzamos con las hermanas: Erika Beatriz Sotelo A., Luján Espínola, Romina N. Vázquez C., Ana Paredes, Limpia Marecos, Rocío E. Genes A., Gloria Miltos, Miriam Ayala, Zeneida O. Núñez, Mariela de Paredes, Graciela E. Cañete y Elisa Araujo.

Ahora los hermanos: Eliezer Irala P., Jonathan E. Montórfano, Ángel S. Vázquez C., Enzo Valiente V., Librado G. Sotelo A., Manuel Martínez M., Carlos A. Melgarejo, Alberto Hayashi, Víctor Jorquera, Ricardo Jara y Adolfo Carvallo.

Sin duda tuvimos una jornada de gran bendición, escuchando la Palabra y luego el momento de confraternidad.  A todos nuestros nuevos hermanos les extendemos la más cordial y fraternal bienvenida a esta familia del Señor.

He aquí algunas advertencias para que los nuevos hermanos no tengan alguna sorpresa  desagradable:

1. La mejor manera para vivir una vida cristiana feliz, es una vida de servicio para el Señor.  No se conforme con ser un pasajero, sea un tripulante en este transatlántico mientras navegamos por aguas turbulentas y amenazadas por altas olas.  ¿Hay algo que usted puede hacer?  ¿Barrer el patrio?  ¿Pintar las paredes, ya que algunas lucen algo como... reclamando un toque del pincel?  ¿Puede usted ayudar con los pequeños que los tenemos a veces entre 80 y 100 por domingo?  ¿Es usted uno de esos hermanos que puede mantener limpia esta propiedad dejándola sin tanta maleza?  ¿Puede usted abrir su casa para que alguien de los hermanos pueda tener allí un estudio bíblico, entre familiares, amigos y vecinos?

Usted será un cristiano feliz si no se conforma con una vida de “eterno visitante”.  Usted es ahora un miembro del cuerpo que es la Iglesia de nuestro Salvador.  Ya sabe que el miembro del cuerpo que no trabaja, se atrofia.  No se conforme con ser un “hermano atrofiado”.  Para ser inútil usted no necesita hacer nada, pero ¡mucho se espera de usted si quiere una vida victoriosa, una vida útil para el Señor y Su causa, y una vida cristiana feliz!

2. Es probable que usted piense que todos sus hermanos (los demás de la iglesia) ya son más o menos ángeles y “ángelas”.  ¡No!  ¡mil veces no!  Todos sus nuevos hermanos están siempre en guardia porque conocen al verdadero adversario, Satanás, quien anda tras cada uno de los hijos de Dios, no para rasguñarlos, sino para destruirlos.  El apóstol Pedro nos dice: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar (1 P. 5:8).

Si no entiende qué significa “estar en guardia” contra semejante enemigo, aquí van algunas sugerencias:            Nunca deje de leer la Biblia, porque a través de ella el Señor alimentará su alma y le enseñará cómo resistir al enemigo y llevarse siempre el triunfo.  Abandone lo que sabe que le roba el tiempo para dedicarlo a alimentar su alma.  Probablemente el TV (Tirano Victorioso).  Permita que en su caso sea TF o TD (Tirano Fracasado o Derrotado).  La única manera es mantenerlo bien apagadito o mejor aún, no tenerlo del todo en su hogar.  Puede parecer una medida demasiado drástica, pero yo mismo he hecho esto y por muchos años me dejé de ese Tirano que siempre aparece como una “necesidad” para estar al tanto con lo que ocurre en el mundo.  Cuando lo tuve sí, siempre estuve, pero no al tanto, sino “al tonto”.  No quiero ni recordar aquellos días cuando era un “tonto acabado” pensando que sin ese bandido de la esquina en la sala de estar, la vida sería... incompleta.

3. Otra cosa que debe recordar como nuevo miembro de la familia de esta Iglesia, es cooperar en la medida que pueda económicamente.  No es posible que un cristiano haga una mejor inversión que la de invertir  en el banco celestial: No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan (Mt. 6:19, 20).  La paráfrasis traduce así: «No acumules tesoros en la tierra, donde la polilla, el orín y los ladrones corrompen, oxidan o roban.  ¡Acumula tesoros en el cielo, donde las cosas no pierden valor y donde no hay polilla ni orín ni ladrón que puedan corromper, oxidar o robar!  Pues donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón».

                        J. A. Holowaty, Pastor

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