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Boletin dominical - 23/05/10

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
  Me tomo esta oportunidad  para agradecer a todos los hermanos que me acompañaron con sus oraciones en este viaje bastante agitado que tuve a varios lugares en México.  Fueron días inolvidables.

     Me tomo esta oportunidad  para agradecer a todos los hermanos que me acompañaron con sus oraciones en este viaje bastante agitado que tuve a varios lugares en México.  Fueron días inolvidables.  Todo salió tal como lo había programado.  En Cancún tuve reuniones en dos diferentes iglesias.  Luego me trasladé al estado de Puebla y allí, en una pequeña población me hospedé por unos cuantos días.  Tuve reuniones en iglesias más bien pequeñas, pero vibrantes de entusiasmo y fraternal amor.  En este caso eran iglesias de los Hermanos Libres.  La más numérica fue  la de Orizaba (ya en otro estado).

El encargado de varias iglesias en unos cuantos pueblos de un amplio valle donde los hermanos necesitan ayuda de formación doctrinal, es el pastor Moisés García, a quien conozco hace ya varios años.  Muy fiel a la Palabra y trabajador incansable.  El pueblo donde me hospedé se llama Jesús Nazareno.  Las pocas familias cristianas allí son todos muy nuevos en la fe y uno pronto se da cuenta de ese… “primer amor”, por la forma cómo reciben a un predicador.

Hablando con el pastor García, me dijo que bien podría un hermano joven ayudarnos aquí, tanto con la música como con las reuniones en los hogares.  Mi idea es que los jóvenes se hagan de guitarras y él les enseñará a ejecutarlas, tal como he visto y escuchado que lo hacen allá.  Probablemente venga a principios de agosto de este mismo año.  Su nombre es Jonatán y si mal no recuerdo, su apellido es Ramos.  Además hay otro hermano pero éste en Cancún: Rafael Salazar.  Es un caballero no ya tan joven, pero siempre se mantuvo solo y eso hace que en ambos casos, se trate de menos gastos para el pasaje.  Esto resulta muy práctico y al alcance de nuestra magra economía.

Además, he hablado de nuestro próximo aniversario, ya que el año que viene nuestra Emisora cumple 20 años desde que comenzamos con este formato de programación totalmente original e inaudito.  Es probable que para esa ocasión tengamos a varios hermanos que nos visiten, tanto de México como de California (USA).  El día del aniversario es el 16 de marzo.

Pero lo inesperado y muy grato y oportuno, fue lo que me ayudaron en mi salud.  Aunque agradezco al Señor por la salud que me ha dado, bien saben los hermanos cuántas veces tuve que usar guantes debido al problema de las palmas de mis manos.  Justamente el doctor Saúl García, hermano del pastor Moisés, fue quien me dio los remedios y luego el doctor Iván Gamaliel y su esposa Adriana, me hospedaron en Torreón.  Como si fuera poco lo que hicieron por esta obra en el pasado, no tan lejano, ahora, con verdadero amor cristiano me recibieron como si se tratara de un ángel de Dios.  El problema de mis manos ya es historia, ¡por fin, después de casi 50 años de verdadera incomodidad, por no decir “tortura”!  A Pablo el Señor le dijo: “Bástate mi gracia”, cuando le suplicó que le quitara un cierto… aguijón en su cuerpo: Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.  Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo (2 Co. 12:7-9).  Los esposos médicos me hicieron un examen total, tal como se hace con un vehículo cuando es bastante “andado”, siendo un modelo casi como para llevarlo al museo de lo antiguo.  Así que, hermanos, debemos dar gracias al Señor por esta “ratificación” total de este… ‘34.  No dudo de que el Señor me estaba enseñando lecciones que me serían muy útiles en su causa.  Tampoco dudo de que fue Él quien hizo que finalmente el problema diera paso a la desaparición total de esa… eccema crónica.

¿Y ahora?  ¡A trabajar hermanos!  El Señor nos está mostrando que son muchas las oportunidades y necesidades que debemos encarar.  Difícilmente pueda olvidar a tantos hermanos que me han escuchado, me recibieron en sus hogares, me compraron medicina y me hicieron curaciones por las que no me cobraron un sólo centavo.  Sabrá el Señor recompensarles.  Pero eso sí, ya deseaba regresar.  Aunque deseaba estar ya aquí para el domingo pasado, no lo pude lograr, debido a que no tenía vuelos menos complicados adelantando el regreso.

De nuevo, agradezco a todos los hermanos que me tuvieron en sus oraciones, lo mismo que a todos los hermanos con quienes estuve en varias iglesias.  Sigamos orando por nuestro aniversario el año próximo y la venida de los hermanos Rafael y Jonatán, o por lo menos uno de ellos.  Ahora debemos agradecer al Señor por habernos ayudado tanto.  Aprovecho para expresar mis agradecimientos a los hermanos Sergio Aquino, Milciades Maíz y Rogelio Castiglioni, quienes me reemplazaron en el púlpito.  El Señor ha levantado este ministerio múltiple de alcance que no podemos medir.  No pretendamos hacerlo todo sin su intervención y su guía.

 J. A. Holowaty, Pastor

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