En el proceso del dolor
Génesis 3:1-6:
  “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que  Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No  comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto  de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en  medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no  muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios  que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,  sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y  que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y  tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como  ella”.