En dónde está Jesús
- Fecha de publicación: Jueves, 01 Marzo 2012, 03:59 horas
¿Le ha hablado usted a las personas acerca de la segunda venida de Jesús recientemente? Si lo ha hecho, entonces probablemente ya habrá notado que ha habido un cambio en lo que muchos cristianos creen ahora. ¡Tal parece que muchas personas que profesan el nombre de Jesús no están preparadas para su retorno! Pero...
¿Por qué? ¿Acaso la Biblia tiene una respuesta?
El año 2000 vino y se fue. En este momento ya todos saben que Jesús no regresó en ese año. Muchos que estaban esperando la segunda venida de Cristo se han quedado silenciosos. Dicen: «Jesús no apareció en el 2000». Mientras que otros declaran: «Aparentemente Jesús ha retrasado su venida». Y hay un tercer grupo que manifiesta: «Tal vez nos han engañado los maestros en profecía bíblica. ¿No será que Jesús nunca va a regresar? Tal vez el rapto es sólo la fabricación de un grupo de cristianos que no entienden que el Reino de Dios será establecido por los cristianos aquí en el planeta tierra». Me maravilla cómo los cristianos pueden cambiar tan rápidamente sus puntos de vista sobre lo que enseña la Biblia. En las décadas de 1960 y 1970, el pueblo de Jesús estaba anticipando su retorno. Creían que el Señor podría llegar en cualquier momento. Ahora, cuando usted habla con esas mismas personas, descubrirá que muchos de ellos no están seguros cuándo será e incluso ni siquiera están convencidos de si vendrá un día. Es interesante descubrir lo que creen ahora muchos del pueblo de Jesús. Tal parece que sólo hay unos pocos que todavía tienen ardiendo en su corazón el fuego que un día tuvieron.
Pero entonces... ¿Qué ha ocurrido? Quizá la parábola del sembrador provea la respuesta. Esta parábola dice: “Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga” (Mt. 13:3-9).
Jesús dijo que algunas semillas germinarían y producirán buen fruto. En otras situaciones, la semilla cayó sobre un suelo pobre y los resultados de la germinación fueron desalentadores. En otra, los pájaros volaron y devoraron las semillas. Mientras es obvio que muchos hippies en la década de 1960 deben haber tenido cierto tipo de experiencia en el nombre de Jesús, supongo que sólo Dios sabe si ellos de hecho comprendieron el evangelio en primer lugar.
Jesús nos advirtió acerca del período de tiempo en que ahora estamos viviendo. En otra parábola habló acerca de cinco vírgenes necias que no se habían preparado apropiadamente cuando llegó el esposo: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mt. 25:1-13).
En la Biblia a la Iglesia verdadera se la describe como una esposa y a Jesús como el esposo. ¿Será posible que Jesús estuviera hablando de nuestra generación como una que no estaría preparada? Y si es así, entonces, ¿cómo debemos vivir? Las señales de los tiempos, las cuales incluyen la crisis en el Medio Oriente, engaño en la Iglesia y un patrón errático del clima, sólo para mencionar unas pocas, indican que Jesús viene muy pronto.
Satanás ha hecho un trabajo efectivo engañando a los no regenerados e incluso a los creyentes. Ahora es tiempo para otro movimiento de Jesús en el que las personas se vuelvan a la Biblia. Por qué no ora por un despertar espiritual bíblico. El tiempo que nos queda puede ser muy limitado.