Qué historia más maravillosa es la vida de José, y de qué forma se asemeja su experiencia a la de nuestro Señor! La Biblia está colmada de tipos y semblanzas, al igual que de profecías directas de Cristo. Cuando el anciano Jacob en su lecho de muerte, pronunció las bendiciones sobre los hijos que tuvo de Lea, Bilha y Zilpa, debió mirar con gran anticipación a lo que Dios tenía reservado para sus dos hijos menores, José y Benjamín, los hijos de su primer amor, su amada Raquel, la esposa por quien trabajó tanto tiempo.

¿Qué pasaría si usted recibiera una carta hoy, en la que dice que el mundo se transformará en sólo una semana, y que el próximo 30 de septiembre marca “El fin de este mundo, tal como lo conocemos”? ¿Qué haría? Ahora, con esto de ninguna manera estoy fijando una fecha, sólo planteando una posibilidad.

Dos de las pruebas más grandes e indiscutibles de la inspiración de la Biblia, son la exactitud y precisión de sus profecías.

Y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición” (Ap. 17:10, 11).

Juan dice a la conclusión del libro de Apocalipsis, refiriéndose al día cuando Satanás sea atado por mil años y se prepare el gran juicio:

El 11 de Septiembre del 2001 será recordado como el día de “La mayor tragedia de Estados Unidos de América”. Al menos muchos comentaristicas así lo piensan.

Estamos viviendo en un tiempo muy emocionante. Creo que somos esa generación que va a presencia el retorno de Jesucristo.

Sin duda alguna el tema de mayor importancia para cada hombre y mujer en nuestro planeta es la salvación de su alma.

Además de la Torre de Babel, la cual según los arqueólogos estaba localizada en el territorio de Babilonia, leemos la palabra "babilónico" por primera vez en Josué 7:21, donde dice refiriéndose a los despojos de que se apropiara Acán durante la toma de Jericó: "Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tome; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello".

Terremoto en aumento en muchos lugares

Uno de los terremotos más desastrosos en la historia ocurrió en China el 28 de julio de 1976, en Tangchan, en la costa oriental de Beijing.