Los decapitados de la tribulación
- Fecha de publicación: Viernes, 04 Abril 2008, 18:26 horas
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Juan dice a la conclusión del libro de Apocalipsis, refiriéndose al día cuando Satanás sea atado por mil años y se prepare el gran juicio:
"...vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años" (Ap. 20:4). Este versículo ha suscitado gran especulación, debido al hecho de que muchos serán decapitados por su fe. Por ejemplo, se ha dicho que el Anticristo decapitará a millones que se rehúsen a recibir la marca y número de la bestia. Algunos incluso han concluido que el gran déspota modernizará esta operación haciendo que se construyan un gran número de guillotinas.
Es cierto que durante el período de la tribulación muchos santos serán decapitados por su fe y por rehusarse a recibir la marca. Pero... ¿Qué sabemos en realidad respecto a la decapitación? Bueno, hay un fenómeno actual que nos revela mucho respecto a este asunto.
Para comenzar, los países árabes practican la pena capital por decapitación. En Arabia Saudita, esta costumbre está sancionada hasta el punto que algunas decapitaciones son un asunto público. Es propiamente una demostración del poder del Estado. Después de todo, la imagen impresa en la bandera de Arabia Saudita es la "espada del islam".
Después de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001, este tratamiento tan barbárico parece la renovación de una pesadilla de la pasada edad media. Pero... ¿Por qué decapitación? ¿Y quiénes son estos hombres con las espadas?
El mundo entero se sintió atraído por este horroroso tema de la decapitación desde el año pasado, el 2003, con lo ocurrido al periodista Daniel Pearl. Luego a comienzos de este año, todos nos sentimos impactados por la tortura y ejecución pública de Nick Berg, un joven contratista norteamericano de 26 años, que quería establecer un negocio de comunicaciones en Iraq y fue secuestrado y retenido como rehén. Finalmente, en una muestra de fuerza y despliegue de crueldad, los terroristas que lo secuestraron filmaron su horrorosa ejecución por decapitación... con una espada.
Este horrendo espectáculo fue transmitido por televisión a todo el mundo árabe y por internet. En ese momento, la mayoría de analistas de las noticias estuvieron de acuerdo en que el evento estaba designado a complacer a la audiencia islámica.
Sus secuestradores dijeron que si no se dejaba en libertad a todos los cautivos islámicos en Iraq, sería ejecutado públicamente. Al igual que Pearl, él fue más tarde decapitado en la forma más horrenda que uno puede imaginar.
Los expertos en socio-política opinaron que la decapitación de Paul Johnson que tuvo lugar después, fue dirigida a una audiencia más occidental, como una advertencia general para esos que deseaban ayudar en alguna forma al nuevo gobierno iraquí. Se dijo que esperaban disuadir los planes para un Iraq demócrata.
Luego, a mediados del mes de junio, vino el asesinato de Kim Sun, un negociante de 33 años de Corea. Era un experto en traducción quien esperaba convertirse en parte de la infraestructura comercial de la nueva Iraq. La televisión de Al-Yazira lo mostró de rodillas, implorando por su vida ante sus aprehensores, pero como los otros también fue decapitado en un espectáculo horrendo y diabólico, mientras sus asesinos gritaban versículos del Corán. Este 21 de septiembre de 2004, los medios noticiosos difundieron la horrible noticia de la decapitación del constructor norteamericano Eugene Armstrong.
Pero... ¿Quiénes son estos ejecutores? Son el pueblo "árabe de la espada". Ellos no necesitan guillotinas para realizar sus hechos macabros. De hecho, de acuerdo a muchas fuentes culturales, hay una tradición árabe de que hay honor en la espada. Por muchos siglos, los árabes han hecho alarde de su valor en la imagen de la espada. Sin embargo, hoy, el público de manera jactanciosa defiende la religión del islam. El grupo Jidah dirigido por Abu Musab al-Zarqawi, nacido en Jordania, es cada vez más identificado por el sello distintivo de la espada en el cinto. Su mensaje es más que claro: «El simple asesinato no es nada para ellos».
Conforme nos aproximamos al período de la tribulación, las facciones guerreras del Medio Oriente, a no dudar, seguirán haciendo grandes alardes, cada una compitiendo por supremacía cometiendo hechos cada vez más repulsivos. Después de todo, su arma principal es el propio terrorismo.
La profecía bíblica nos muestra un número de eventos horripilantes, la mayoría de ellos centrados en el Medio Oriente. Durante el período de la tribulación, las facciones árabes ciertamente serán un gran factor en la acción. No existe ni la más leve razón para suponer que perderán su actual brío por las decapitaciones públicas.
Cuando el Anticristo finalmente se revele, será aceptado por el mundo entero como la respuesta a todos los problemas. Los fanáticos del islam, a no dudar, creerán que se trata de su Imán Mahdí, el líder espiritual de sus sueños proféticos. Mahdí es una palabra árabe que quiere decir «el bien guiado», el esperado mesías musulmán, cuya venida fue profetizada en el siglo X. Ciertos musulmanes sostienen que el Mahdí está aún por venir; otros creen que ya ha estado en la tierra, pero que volverá. A lo largo de la historia musulmana los pretendientes al trono y algunos fanáticos en general se han proclamado como el Mahdí, pero cuando el Anticristo haga su aparición lo reconocerán como tal. Ellos entonces, estarán más que felices por decapitar a cualquiera que se rehúse a reconocerlo como el mesías prometido.
Entonces... ¿Quiénes serán los ejecutores y cómo se llevarán a cabo las decapitaciones durante la tribulación? ¡La respuesta la tenemos en las noticias que vemos en los noticieros de la televisión hoy!