El 6 de junio de 1982 el estado de Israel se lanzó en una acometida masiva hacia la parte sur del territorio de Líbano, despachando una columna de vehículos blindados e infantería y ataque antiaéreo encaminado a hacer retroceder a los artilleros terroristas de la Organización de Liberación Palestina (OLP) que se encontraban en la frontera norte de Israel.
El 5 de junio de 1967, los judíos tal vez libraron la guerra más significativa de su historia moderna. Egipto, Siria y Jordania, con el apoyo de Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Sudán, Argelia y Libia, se dispusieron a atacar a Israel.
Sion, la ciudad de Jerusalén, es el lugar a donde habrá de regresar el Mesías. La ciudad “…que no se mueve, sino que permanece para siempre” (Sal. 125:1), se ha mantenido en la encrucijada de la historia humana por miles de años, política, militar y espiritualmente. Jerusalén ocupa el lugar central en el drama del plan redentor de Dios para la tierra.