Un Presidente "cristiano" en Chad

         Los cristianos se regocijaron cuando Chad ganó su independencia en 1960.  Incluso, ¡hasta su primer presidente, N’Garta Tombalbaye profesaba ser cristiano! Testificó que había sido convertido por medio de un misionero bautista.  Antes de entrar en la política había enseñado en una escuela bautista elemental.  Sin embargo, algunos aconsejaron que debían tener cuidado con respecto a él, recordando que en una ocasión fue expulsado de su iglesia “por su comportamiento no cristiano”.

         Tombalbaye era un miembro de la tribu Sara, la cual constituía un cuarto de la población del país.  Sara y otras tribus del sur tenían el antecedente que adoraban espíritus.  Las tribus del norte eran musulmanas y por siglos había habido fricción entre el norte y el sur.  Las tribus del sur nunca olvidaron que en el pasado los hombres del norte habían esclavizado a algunos de su pueblo.

         No pasó mucho tiempo después de declararse la independencia, que comenzó la actividad rebelde en el norte.  En respuesta, el presidente Tombalbaye asumió poderes dictatoriales.  Para pacificar los nacionalistas comenzó una campaña de “autenticidad”.  El primer paso que dio fue remplazar todos los nombres cristianos con nombres africanos.  Sin embargo, a los musulmanes sí les permitió que mantuvieran sus nombres islámicos.  Fort Lamy, la capital de Chad, fue llamada N’djamena, que significa “Déjennos solos”.  Simultáneamente con la confusión política, una sequía de seis años provocó la muerte de miles por inanición.

         Lo siguiente, fue que a todos los ciudadanos les ordenó que se sometieran a “Yondo”, una antigua iniciación pagana que incluía sacrificios a los espíritus ancestrales, circuncisión y un “renacimiento” pagano.  Se celebraban ceremonias secretas en las que se azotaban, se hacían cortadas en el rostro, entierros simulados y usaban drogas.  Tombalbaye también insistió que las pruebas extravagantes de fortaleza, tal como gatear desnudos sobre un lecho de termitas - también crearía auténtica unidad nacional.

         Este decreto presidencial fue puesto particularmente en vigor en los poblados bautistas.  Aparentemente el presidente estaba tratando de desquitarse de la iglesia que lo había disciplinado cuando era joven.

         A los cristianos que se negaban a obedecer les saqueaban sus hogares y eran amenazados de muerte.  Algunos niños cristianos eran tomados por la fuerza y llevados a campamentos para iniciación.  Un pastor que se rehusó a permitir que sus hijos participaran, fue asesinado.

         Una docena de misioneros bautistas y sus familias fueron arrestados y deportados.  Todas las iglesias y escuelas bautistas entre la tribu Sara fueron cerradas.  Pese a todo. Tombalbaye insistía en que era cristiano, explicando que mientras la sangre de Cristo expiaba por el pecado, las iniciaciones completaban la purificación.

         Lo siguiente que Tombalbaye hizo, fue establecer una iglesia llamada Iglesia Evangélica de Chad, dirigida por dos pastores a quienes los bautistas habían disciplinado.  Se establecieron comités regionales, cada uno de los cuales incluía un pastor, y eran responsables por poner en vigor las iniciaciones.  Los comités también patrocinaban reuniones para auto-acusación en los cuales se administraban castigos.

         La persecución se intensificó y muchos fueron enterrados vivos con una pierna  fuera de la sepultura.  Otros fueron enterrados, con sólo su cabeza afuera, dejándolos allí expuestos a los insectos, al calor insoportable y las aves de rapiña.  Se les advertía a los amigos y familiares que si se atrevían a desenterrarlos sufrirían el mismo destino.

         Finalmente el 13 de abril de 1975, un grupo de soldados disidentes entró como una tormenta en el palacio presidencial y asesinó al presidente Tombalbaye.

         La persecución concluyó, y los misioneros que habían sido expulsados regresaron.  Hoy, a pesar de que la situación política continúa siendo tensa, más de un millón de creyentes evangélicos viven en Chad.

Reflexión

         ¿Cuáles fueron las implicaciones espirituales para los cristianos en Chad de participar en las iniciaciones paganas? ¿Puede usted pensar de algo en nuestra cultura que sea análogo a estas iniciaciones?

         “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:7 y 8).