Un hombre llamado Mahoma
- Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
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Mahoma, el fundador del islam, la religión más joven en el mundo, nació en la Meca entre los años 570 a 580. Su padre murió antes que él naciera y su madre cuando sólo tenía seis años. Subsecuentemente fue criado en relativa pobreza, primero por su abuelo y luego por un tío.
A la edad de 25 años, entró al servicio de una viuda rica llamada Khadija, quien era 15 años mayor que él. Su matrimonio con ella le proporcionó grandes riquezas, y su influencia le proveyó lo suficiente para darse el lujo de vivir una vida de contemplación religiosa.
Cuando tenía 40 años, aseguró que había recibido un llamado profético de Alá, por medio del ángel Gabriel. Comenzó a predicar el monoteísmo, el juicio final, las limosnas, la oración y el sometimiento a la voluntad de Alá. En el curso de tres años sólo atrajo a tres convertidos. Como fue perseguido en su pueblo natal, la Meca, huyó a la ciudad de Medina en el año 622. Su huida es conocida como la Hégira y tradicionalmente se considera que tuvo lugar el 15 de julio del 622, lo cual marcó el comienzo del calendario musulmán.
Durante su tiempo en Medina, su revelación llegó a ser más legalista y secular. El islam, como fuera llamada su nueva religión, se convirtió tanto en la fe de la comunidad como del estado, con él ejerciendo tanto de gobernante como de legislador.
Una vez el poder de Mahoma estuvo centralizado en Medina, pudo regresar a la Meca y conquistarla en el año 630. Para el tiempo que murió el 8 de junio del año 632, casi toda Arabia había abrazado el islam, y en los cientos de años que siguieron a su muerte, la nueva fe se propagó como un fuego desatado.
Sus sucesores fomentaron el jidah - la guerra santa en contra de los no musulmanes, y en el lapso de un siglo construyeron un imperio que se extendió desde el norte de España a todo lo largo a través de África del Norte a India. Muchas de las áreas conquistadas tales como Iraq, Siria, Palestina y África del Norte, fueron en el pasado baluartes cristianos, en donde los creyentes tuvieron que enfrentar la decisión de convertirse al islam o morir por la espada. Incluso hasta Europa Occidental se vio amenazada por el avance de esta religión, hasta que Carlos Martel de Francia le hizo un alto a su expansión, al derrotarlos cerca de Poitiers en una gran batalla en la que el jefe musulmán, Abd al-Rahman ibn ‘Abd Allah al-Gafiqi, el emir del califato andalusí, murió.
Esta batalla frenó la expansión islámica hacia el norte desde la Península Ibérica y es considerada por muchos historiadores como un acontecimiento de importancia macrohistórica, al haber impedido la invasión de Europa por parte de los musulmanes, y preservado el cristianismo como la fe dominante durante un periodo en el que el islam estaba sometiendo los restos de los antiguos imperios romano y persa.
El avance de los musulmanes, que había producido gran alarma en toda la cristiandad, fue de este modo contenido por un tiempo. En el año 739 Carlos Martel detuvo en Aquitania a los musulmanes, que habían avanzado por el actual territorio francés hasta alcanzar Lyon, poniendo así límite a las posesiones islámicas en Europa en el río Aude, al norte de los Pirineos.
El islam ha continuado expandiéndose hoy, hasta el extremo que es la segunda religión con mayor número de adherentes en el mundo. En 1990 sólo doce por ciento había abrazado el islam, para el año 2000 el porcentaje había aumentado al veintiún por ciento. Hoy el islam es la religión de más rápido crecimiento en el mundo, en parte debido a la tasa tan alta de nacimientos, los que sumaron mil trescientos millones en el año 2000. La mayoría vive en un cinturón que se extiende desde el oeste de África hasta el sureste de Asia. El islam es la religión principal en cuarenta y dos países y territorios. Casi todos estos países prohíben el evangelismo y excluyen a los misioneros cristianos.
A pesar del hecho que los seguidores de Mahoma han aumentado grandemente en número y poder político, es animador saber que más musulmanes se acercaron a Cristo entre los años 1980 al 2000, que en ningún otro período previo de la historia.
Reflexión
¿Conoce a algún musulmán? Hoy en Estados Unidos hay más seguidores del islam que episcopales. Piense en cómo puede prepararse para compartir el Evangelio con ellos. Es una gran oportunidad vivir en un tiempo, cuando hay una mezcla tan grande de nacionalidades alrededor del mundo. La mayoría sólo necesitamos mirar, no más allá de nuestra comunidad para encontrar a personas de otras culturas con quienes podemos compartir nuestras vidas y nuestra fe. Dios está trayendo el campo misionero hasta nosotros.
“Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros... y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:36,46 y 47).