¿Santos de los últimos días?
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¿Santos de los últimos días?
En 1820, un joven de catorce años de nombre Joseph Smith Jr. aseguró haber recibido una visión en la cual Dios el Padre y Dios el Hijo se le aparecieron y le dijeron que había sido escogido para ayudar a restaurar el cristianismo verdadero. Aparentemente, no demasiado impulsado por la revelación se dispuso a cavar en busca de un registro antiguo junto con su padre y su hermano.
Cuando tenía diecisiete años aseguró haber sido visitado por un ángel llamado Moroni, quien le dijo que recibiría las planchas de oro para que tradujera El libro del Mormón. En 1827 Smith supuestamente desenterró las planchas en Cumorah, una colina cerca de Palmyra, New York. Dijo que tradujo los “jeroglíficos egipcios reformados” con la ayuda de un lente milagroso que supuestamente recibió de Moroni. Oliver Cowdery, un maestro de escuela y un convertido de Smith, lo asistió en la traducción, no obstante, nadie más excepto él vio jamás las planchas de oro. En 1829 mientras realizaba la traducción, el “Profeta”, tal como a Joseph le gustaba que le llamaran, aseguró que Juan el Bautista fue enviado por Pedro, Santiago y Juan para otorgarle “el sacerdocio Aarónico” a él y a Oliver. A principios de 1830, ellos completaron su traducción, y El libro del Mormón fue publicado y registrado como su propiedad literaria.
El 6 de abril de 1830, Joseph Smith, hijo, sus dos hermanos, Hyrum y Samuel, Oliver Cowdery, y David y Peter Whitmer Jr., se reunieron en Fayette, New York, para fundar una nueva sociedad religiosa a la que llamaron “La iglesia de Cristo”, la cual finalmente llegó a ser conocida como La iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días - la iglesia mormona había comenzado.
Poco después los mormones se trasladaron a Kirtland, Ohio, en donde atrajeron a muchos nuevos seguidores. En seis años crecieron hasta sumar más de dieciséis mil miembros. Debido a la reputación de Smith como un charlatán y las acusaciones de que su religión era una falsedad, la nueva iglesia tuvo que moverse varias veces. Al siguiente lugar donde se trasladaron fue al condado de Jackson, Missouri, y de allí a Nauvoo, Illinois, pero los problemas los seguían a cada nuevo lugar donde iban. El problema se intensificó en Nauvoo cuando la poligamia que practicaban llegó a ser del dominio público. No se sabe con exactitud cuál era el número exacto de las esposas de Smith, pero se ha estimado que eran como cincuenta. Cuando Smith clamó por la destrucción de un periódico que era abiertamente anti-mormón, el estado de Illinois, intervino en la disputa y lo puso en la cárcel junto con su hermano Hyrum. El 27 de junio de 1844, una multitud airada entró como una tormenta en la cárcel y les dio muerte a ambos hombres.
Después de la muerte de Joseph Smith, Brigham Young se convirtió en líder de los mormones. Young guió al grupo a través de las grandes planicies y sobre los montes Rocosos hasta el valle de Salt Lake en 1846. Finalmente a los mormones se les garantizó reconocimiento como una religión legítima. Brigham Young tenía veintisiete esposas y cincuenta y seis hijos.
Hoy los mormones, aseguran contar con más de once millones de miembros, más de la mitad de los cuales viven fuera de Estados Unidos.
Pero... ¿Qué es lo que ellos creen? Resumiendo, los mormones enseñan que todos los dioses fueron originalmente hombres y que todos los hombres tienen el potencial de convertirse en dioses. Ser un rey y sacerdote ante Dios es un paso para convertirse en un dios. Creen que todos los seres humanos tuvimos una pre-existencia, y que dependiendo de nuestras buenas obras, vamos a uno de los tres niveles del cielo: el Telestial para los incrédulos, terrestre para los ignorantes pero buenas personas y el celestial para los buenos mormones. Jesús, quien es el Jehová del Antiguo Testamento, reinará sobre un reino milenial desde Independence, Missouri.
Reflexión
¿Cómo evalúa usted las creencias de los mormones? ¿Cree que realmente son los santos de los últimos días, tal como dice su nombre? ¿Cómo se defendería ante un mormón?
“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:8).
