Un Pastor joven
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Un Pastor joven
Un sábado por la tarde en diciembre de 1853 un joven de diecinueve años llegó a Londres desde Cambridge por tren, y luego fue a una pensión en donde estaban esperándole. Era su primer viaje a Londres y estaba bien atento a todo lo que ocurría a su alrededor. Nadie que le observara habría adivinado que estaba próximo a comenzar su ministerio que duraría treinta años, en la influyente ciudad de Londres. Un ministerio sin paralelo en la historia de la iglesia de ese tiempo.
Su nombre era Charles Haddon Spurgeon. Su padre y abuelo fueron pastores Congregacionales. Su abuelo había sido pastor de la Iglesia Independiente en Essex por cincuenta y cuatro años, y su padre pastoreó un buen número de iglesias independientes a través de Inglaterra. La familia había descendido de los Hugonotes, quienes habían huido a Francia después de la revocación del Edicto de Nantes y se habían establecido en Essex.
Cuando Charles sólo tenía diez años y estaba de vacaciones en casa de su abuelo, un pastor amigo del anciano le escuchó leer un capítulo de la Biblia en el servicio dominical y se sintió profundamente impresionado de lo bien que lo hizo. Al día siguiente, el ministro le comentó a la familia que tenía el convencimiento de que un día Charles le predicaría el Evangelio a miles. Dijo: “Estoy tan seguro de eso, que cuando mi hombrecito predique en la Capilla Rowland Hill, como así lo hará un día, me gustaría que me prometiera que comenzará con el himno ‘Dios se mueve en forma misteriosa para llevar a cabo sus maravillas’”. Este lugar más tarde se le llamó la Capilla Surrey, la iglesia independiente más grande en Londres. Charles se comprometió y las palabras del pastor más tarde se cumplieron, cuando predicó en la Capilla Surrey de Rowland Hill y cantó el himno.
Después de recibir al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador en una iglesia Metodista Primitiva a la edad de dieciséis años, comenzó a estudiar el asunto del bautismo. Se convenció que el Nuevo Testamento enseñaba que el bautismo era para los creyentes y por inmersión. A pesar de sus creencias en el bautismo de los infantes, sus padres lo animaron para que siguiera sus propias convicciones, y fue así cómo se bautizó. Poco después de eso Charles se unió a una iglesia bautista en Cambridge.
Pronto descubrió que a pesar de que sólo era un joven, las personas gustaban de su don para predicar. Después de aceptar un breve pastorado a la edad de dieciocho años cerca de Cambridge, fue llamado el año siguiente para pastorear la Iglesia Bautista New Park Street en Londres. Era un templo pequeño, pero al cabo de unas pocas semanas de su llegada estaba atrayendo multitudes. Al poco tiempo se dieron cuenta que el lugar tenía muy poca capacidad, así que la congregación decidió agrandar el edificio. Durante la construcción se trasladaron a un sitio más grande, pero una vez más la multitud sobrepasó la cifra que podía acomodarse en el salón. Cuando Spurgeon reanudó la predicación en la capilla agrandada en New Park Street, de nuevo encontraron que era demasiado pequeña.
Finalmente se adoptó la decisión de construir un tabernáculo lo suficientemente grande para acomodar las multitudes que venían a escuchar al joven pastor de veinticinco años. El 16 de agosto de 1859, se colocó la primera piedra del Tabernáculo Metropolitano. La iglesia podía albergar seis mil quinientas personas, y era la oración de Spurgeon que comenzara libre de deudas. El Tabernáculo Metropolitano inició sus servicios en mayo de 1861, con una deuda mínima. Spurgeon predicó allí hasta un poco antes de su muerte ocurrida en 1892.
El Tabernáculo Metropolitano era mucho más que una estación para predicar - fue un centro educacional y social. Spurgeon fundó una escuela para pastores y un orfanato, los cuales continúan funcionando hasta este mismo día. También comenzó un ministerio de literatura y proveyó muchos servicios a los barrios bajos de las cercanías. Fue una de las más grandes iglesias de todos los tiempos.
Reflexión
¿Qué valora más en una iglesia - su hermosa construcción o el mensaje que se predica allí? En el Tabernáculo Metropolitano de Spurgeon había ambas cosas, tanto belleza arquitectónica como una predicación poderosa. Sin embargo, los santuarios por muy impresionantes que sean, nunca han cambiado una vida. El Evangelio de Jesucristo es el único que tiene poder de Dios para salvación.
“Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:23 y 24).