Menu

Escuche Radio América

App Store Preview

Aplicación para dispositivos iOS

Disponible en la tienda de AppStore

App - Android

Aplicación para dispositivos Android

Disponible en la tienda de Google Play

María, la madre de nuestro Señor

María, la madre de nuestro Señor

Es notable que a pesar de tantas dificultades que enfrenta l...

El nuevo sistema de defensa láser de Israel comenzará a utilizarse en 2024

El nuevo sistema de defensa láser de Israel comenzará a util…

«Dentro de un año, Israel será el prime...

Profecías

La Generación de los “Nones”

La Generación de los “Nones”

Cuando Satanás trató por primera vez de engañar a Adán y Eva, lo hizo desacreditando a Dios. “Pero la serpiente era astuta...

Cincuenta Naciones en Contra del A…

Cincuenta Naciones en Contra  del Antisemitismo

El 4 de octubre de 2021, durante la Reunión #48 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas - CDH, celebrado en Gineb...

Doctrinas

Nuestro Refugio Seguro

Nuestro Refugio Seguro

No hay peor cosa en este mundo, que ver cómo los seres perversos que hacen el mal, roban, no respetan a Dios ni a sus semejantes...

Odio Desenfrenado Contra Israel

Odio Desenfrenado Contra  Israel

Nunca, desde que fuera refundado el estado de Israel el 14 de mayo de 1948, se había visto una manifestación de antisemitismo ta...

El dilema de un hombre

El dilema de un hombre

Edward D. Griffin nació en 1770, el hijo de un acaudalado agricultor de Connecticut.  Fue a Yale con el plan de estudiar para el ministerio, pero cuando comenzó el último año, se advirtió de que no era regenerado.  Horrorizado ante la idea de convertirse en pastor sin una fe personal, se puso a estudiar leyes.

En julio de 1791 se enfermó.  En su lecho de dolor sintiéndose miserable, comenzó a pensar: “Sino puedo aguantar estos dolores por tan corto tiempo, ¿cómo podré soportar las penas del infierno para siempre?”.  Este pensamiento no le abandonaba, y en tres meses había depositado su confianza en Jesús como su Señor y Salvador e iba camino al cielo.

Al poco tiempo comenzó a cuestionar su decisión de convertirse en abogado.  Un domingo después del servicio en la iglesia, mientras ascendía las escaleras hacia su habitación, la pregunta volvió a surgir en su mente una y otra vez: “¿Por qué no era un pastor?”.  Para el tiempo que llegó al tope de la escalera, resolvió que investigaría seriamente el asunto.  Abrió su Biblia repetidamente, y en cada ocasión el pasaje que leía era una referencia a sus propias palabras, “de predicar el evangelio eterno, arrebatando a las almas como tizones en medio de las llamas”.  En menos de cuarenta y cinco minutos se convenció que había sido llamado a predicar el Evangelio.

¡Y predicó!   Después de recibir entrenamiento de Jonathan Edwards hijo, Griffin pastoreó una serie de iglesias congregacionales en New Salem y New Hartford, Connecticut, y en New Orange y Newark, New Jersey.  En 1808 se convirtió en profesor de predicación en el Seminario Andover, y de 1811 a 1814 fue pastor de la Iglesia Park Street, en Boston.  Finalmente desde 1821 hasta 1830, sirvió como presidente del Colegio Williams.

Las bendiciones de Dios sobre él son casi sin iguales en la historia de los predicadores norteamericanos.  Su ministerio fue prácticamente un continuo despertar espiritual.  En dondequiera que iba, el Espíritu Santo atraía a las personas a Jesús.  Vio más convertidos gracias a su predicación, que nadie desde el tiempo de George Whitefield a mediados de los años 1700.  En un punto, durante sus años como presidente del Colegio Williams, sólo había dieciocho estudiantes en todo el entero cuerpo estudiantil que no había recibido a Cristo como su Salador.

Su pasión por las almas continuó incluso mientras estaba muriendo.  A sus nietos y sus empleados, les planteó un reto antes de partir, de que se reunieran con él en el cielo.  A dos de sus nietos les dijo: “Deben entregarle su corazón al Salvador.  No lo pospongan por otra hora más”.  A una nieta le imploró: “Entrégale tu corazón al Salvador, mientras eres joven”.

Luego el 8 de noviembre de 1873, fue llamado al hogar celestial para estar con su Salvador para siempre.

Reflexión

¿Sabe qué le ha llamado Dios a hacer?  Edward Griffin tuvo que esperar hasta que le entregó su vida al Señor Jesús, para que Dios le mostrara el plan para su vida.  Algo similar es para el resto de nosotros, el primer paso para conocer el plan Divino para nuestras vidas, es confiar con todo nuestro corazón en el Señor Jesucristo como Señor y Salvador.  Luego cuando le imploremos su guía, Él revelará su voluntad para nosotros, tal como le hizo a Edward Griffin.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

Recientes

Israel  Concreta Acuerdo con la Unión Europea

Israel Concreta Acuerdo con l…

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel informó, que el 27 de octubre de 2021, había conc...

Palestinos se Amotinan en la  Frontera entre Gaza e Israel

Palestinos se Amotinan en la …

El 25 de agosto de 2021, más de mil habitantes de Gaza participaron en protestas cerca de la front...

Israel Acelera Preparativos  Para un Posible Ataque Militar Contra Irán

Israel Acelera Preparativos P…

El miércoles 23 de agosto, Aviv Kojavi, el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Isra...

¿Nuevas Epidemias?

¿Nuevas Epidemias?

“Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror ...

¿Bendicion o engaño?

Algunas de las "manifestaciones del Espíritu" Experimentas en Toronto:

Risa incontrolable durantes días - Saltar y dejarse caer - Comportarse como animales - Estar avergonzado y confundido - Estado de vulnerabilidad - "Gatear" como un bebé - Quedar como hipnotizado - Arrastrase como una serpiente - Dar "golpes de yudo" - Quedar en estado de extasis por horas
Leer Libro

¿Otro Jesús?

¿Está Cristo en los aposentos?

¿Otro Jesús? El Cristo Eucarístico y la Nueva Evangelización explota estos tópicos desde una perspectiva bíblica - exhortando a todos a que presten atención a las advertencias de la Biblia
Leer Libro