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Boletin dominical - 19/09/10

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
Por lo visto, los burladores están quedando sin materiales doctrinales para hacer su trabajo, razón por la cual ahora aparecieron “apóstoles” creyendo que realmente lo son.  Tanto es así, que al presentarse dicen: «Apóstol», o: «Soy apóstol»,

       Por lo visto, los burladores están quedando sin materiales doctrinales para hacer su trabajo, razón por la cual ahora aparecieron “apóstoles” creyendo que realmente lo son.  Tanto es así, que al presentarse dicen: «Apóstol», o: «Soy apóstol», y entonces el nombre.  Pedro, el verdadero apóstol habla de estos también, cuando dice: “sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias” (2 P. 3:3).

Es difícil saber si se trata de personas que permanecen niños y nunca han crecido en su vida espiritual y doctrinal, o son abiertamente burladores, no solamente respecto a los apóstoles que escogiera nuestro Señor, sino con casi todas las doctrinas fundamentales que el Señor nos revela en su Palabra.  Por ejemplo, el perdón de Dios, la vida eterna, la seguridad de la salvación, los atributos divinos y toda esa larga lista de enseñanzas que son muy claras para todo cristiano que ha nacido del Espíritu Santo.

En cuanto a estos “falsos apóstoles”, Judas dice: “Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos” (Jud. 17, 18).  Aquí tenemos una advertencia de los verdaderos apóstoles para que nos cuidemos de los falsos.  ¿Cómo reconocerlos?  En el presente caso es muy fácil, porque cualquier persona, incluso quienes no son salvos y carecen de la asistencia del Espíritu Santo para interpretar las Escrituras, entenderán fácilmente que según la Palabra de Dios, los apóstoles terminaron con el primer siglo, cuando el último de ellos partió a la presencia del Señor.
Al encontrarse uno con algún caballero que se presenta como apóstol, tal como lo hiciera un médico, diciendo soy el doctor, un abogado o incluso un pastor, indicando ser la persona buscada, este pseudo apóstol lo dice mencionando su “profesión de apóstol” como si fuera en serio y su interlocutor debe creerlo.  ¿Son ellos cristianos de verdad?  ¿No serán parte de la tropilla de burladores que trotan de un lado a otro buscando a quién engañar con una... iglesia más completa?  Quisiera pensar que se trata de los eternos niños, de los que se nos advierte en la Biblia que no debemos actuar en lo que a doctrinas bíblicas se refiere: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño” (1 Co. 13:11).  Más adelante Pablo vuelve a advertir del peligro de conservarse siempre niño, diciendo: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar” (1 Co. 14:20).

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LOS APÓSTOLES?

       Suponiendo que usted acaba de escuchar el evangelio y se encontró con algún individuo que dice ser su hermano en Cristo, presentándose como apóstol, usted necesita saber lo que la Biblia dice sobre los doce hombres que el Señor escogió como sus apóstoles:

• Todos ellos debían haberlo conocido desde cuando Juan el Bautista lo bautizó.  En otras palabras, desde que Él comenzó su ministerio (Mt. 3:13; Hch. 1:16-22).  Y para que nadie se atreviera a pretender ser apóstol, notamos que algunos individuos se tomaron el trabajo de comenzar a hablar que Pablo no era apóstol, justamente porque según ellos, no había visto a Jesús ni fue por él escogido.  Debido a esto, Pablo defiende con firmeza su apostolado (1 Co. 9:1).
• El Señor se reservó el derecho de escoger a sus apóstoles.  Y para que a nadie se le ocurra agregar su propio nombre a cuantos Él escogió, Mateo los menciona uno por uno (Mt. 10:1-4).  Luego, declara que “a estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones...” (Mt. 10:5a).  Si los “apóstoles modernos” no han sido enviados por el mismo Señor, ¿quién los envía y cuál es su origen?
• ¿No se estará estructurando ya la lista de “apóstoles” para el falso mesías, el Anticristo?  Esta es otra señal más de que los verdaderos apóstoles pronto resucitarán cuando llegue el arrebatamiento y todos los redimidos partirán a la presencia del Señor.  ¿Permitirá Satanás que el mundo se quede sin apóstoles?  El Anticristo podrá decir que su propia iglesia es mucho más completa que la de aquellos que confiaron en Jesús, que el ministerio del apóstol no se limita a un número tan reducido, pero Pablo nos advierte diciendo: “Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.  Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.  Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Co. 11:13-15).  ¡Aquí están las “credenciales” de estos modernos apóstoles!  ¡Son falsos, o como dice el apóstol, fraudulentos, disfrazados!  ¿Y por qué lo hacen?  Porque el señor al que siguen, hace lo mismo: “Porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”.  Estos “apóstoles” tomaron el ómnibus equivocado, donde el conductor es Satanás y el destino eterno el mismo infierno, “cuyo fin será conforme a sus obras”.
• En la lista de los que tienen a su cuidado una iglesia, no aparece el nombre de ni un apóstol (1 Ti. 3:1-7; Tit. 1:5-9).  Tanto Timoteo como Tito, fueron instruidos por Pablo para que nombraran líderes en sus respectivas iglesias, pero no aparece un sólo apóstol.
• ¿Y qué de Efesios 4:11?  ¡La respuesta no podría ser más clara, cuando dice que... “él (Cristo) mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros”!  ¿Cuándo lo hizo Él?  Cuando los escogió uno a uno (Mt. 10:1-5).  EI hecho que “apóstoles” aparezca en primer lugar, destaca que Él lo hizo estando corporalmente con ellos.
• ¿Qué pretenden los falsos apóstoles de nuestros días?  Algo muy serio.

Todos sabemos que algunos de los apóstoles escribieron sus respectivas epístolas, evangelios, etc.  Hoy invocamos sus escritos como inspirados por el Espíritu Santo, como autoridad divina.  ¡Estos apóstoles fraudulentos vendrán muy pronto con sus propios “evangelios”, “visiones”, “revelaciones” y “profecías” para acelerar sus propias doctrinas!  Siendo “apóstoles”, convencerán a los incautos de que son auténticos.  Y si a esto le agregamos los falsos milagros, vea usted el por qué de estos “apóstoles”.  Tenga por seguro que Dios está en control de todo cuanto nos preocupa tanto, porque ahora estamos muy cerca del momento cuando se cumplirán las palabras del apóstol Pablo, que leemos en 2 Tesalonicenses 2:7-12.

Podemos estar seguros de que los que rechazaron la verdad, caerán en este engaño adornado ahora con los nuevos “apóstoles” para darle más credibilidad al engaño de Satanás.

                        J. A. Holowaty, Pastor

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