Boletin dominical - 07/11/10
- Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas
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En estos últimos años tenemos mucha información sobre el Medio Oriente, especialmente Israel e Irán. Desde que terminó la II Guerra Mundial (1945), no hubo otro hombre que haya vomitado tanto odio contra los judíos como el actual presidente de Irán,
En estos últimos años tenemos mucha información sobre el Medio Oriente, especialmente Israel e Irán. Desde que terminó la II Guerra Mundial (1945), no hubo otro hombre que haya vomitado tanto odio contra los judíos como el actual presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad. No olvidemos que Irán se llamaba Persia hasta hace unos 80 años. La antigua Persia abarcaba mucho más de lo que hoy es Irán, sin embargo es llamativo que cuando el profeta Ezequiel habla de la futura invasión del “rey del norte” (Rusia), entre sus muchos aliados, Irán aparece como el primero: “Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo” (Ez. 38:5). En la Biblia no hay casualidades.
Pero... ¿Se habrán preguntado alguna vez los futuros invasores que tanto odian a Israel, que el fin no será victorioso para ellos? Una buena descripción es Zacarías 12. Vamos a examinar un poco lo que Dios tiene que decirnos. Ya sabemos cómo operan los rusos, sabemos cómo es el islam y sabemos también cuáles son las aspiraciones de los enemigos de Israel. Es recomendable que antes de continuar, lea el capítulo 12 de Zacarías. Son sólo trece versículos.
A continuación, permitamos que Dios mismo diga cuál será el resultado final de tanto odio contra Su pueblo, Israel (Zac. 12). Destaquemos lo más sobresaliente que Dios dice:
1. Dios dice que él mismo pone a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá. El hecho que haga referencia a los “…pueblos de alrededor contra Judá…” (v. 2), se trata de países como Líbano, Siria, Egipto, los palestinos y otros.
2. Israel será para los demás países como una pesada piedra, pero esta vez, dice “…bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella” (v. 3).
¿No estará refiriéndose a la culminación de la guerra del Armagedón?: “Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón” (Ap. 16:16).
3. El versículo 4 nos hace ver que tomará pánico a los pilotos de aviones de guerra y no podrán lograr sus objetivos contra Israel, porque “…dice Jehová, heriré con pánico a todo caballo (¿aviones militares?), y con locura al jinete (¿piloto?)…”
4. En cambio notemos lo que ocurrirá a los pilotos hebreos. Ellos dirán: “Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios” (v. 5). Será claro para los estrategas militares hebreos, que Dios estará amparando a los habitantes de Jerusalén. Esto no ocurrirá con Aman (Jordania), Damasco (Siria), Teherán (Irán), ni El Cairo (Egipto).
5. Y para ilustrar mejor la abismal diferencia entre la fuerza israelí frente a tantos ejércitos unidos, dice: “En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas…” ¿El resultado? “…y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor…” ¿Qué ocurrirá con Jerusalén? “…y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén” (v. 6).
Jerusalén ya mismo está habitada por los israelitas, pero la mayoría de los países no quieren reconocer que es la capital hebrea. No obstante, es probable que el profeta Zacarías se esté refiriendo a que todo el mundo se apresurará a reconocer todos los derechos de esa nación que le fueron dados de Dios. Lo mismo podría ocurrir con el monte Moria, cuando Dios actúe de manera tal que el templo que deben construir los hebreos puedan colocarlo exactamente en el sitio donde estaba el que fue construido por Salomón: “En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén” (v. 6).
6. ¿Cómo es posible que Israel obtenga semejante victoria? Note que no será Israel con todas sus armas que se defenderá, sino que “En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos” (v. 8).
¿Y qué sucederá con los ejércitos del mundo? ¿En dónde estará el Anticristo y el falso profeta? ¿Qué habrá ocurrido con Mahoma? ¿Continuará en su cueva el Mahdí chiíta para proteger al gobierno y pueblo iraní?
¡Muy terrible lo que dice Dios que sucederá a las naciones que participen en este intento por borrar del mapa a Israel: “Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén” (Zac. 12:9)!
Será bajo estas circunstancias que el remanente de Israel se salvará: “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (v. 10).
J. A. Holowaty, Pastor