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Boletin dominical - 27/03/11

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas

Sin duda alguna la música juega un papel muy importante en la vida de los cristianos.   Los cristianos siempre cantaron, pero... ¿Cómo cantar y qué debemos cantar, además de... a quién cantar?

Sin duda alguna la música juega un papel muy importante en la vida de los cristianos.   Los cristianos siempre cantaron, pero... ¿Cómo cantar y qué debemos cantar, además de... a quién cantar?

Debo adelantar que las reuniones de la iglesia deben guardar el mismo patrón en la enseñanza bíblica y la música.  Por eso cuando Pablo escribió a los colosenses, lo mismo que a los efesios, les dio instrucciones bien claras sobre el lugar que debe ocupar la Palabra de Dios y la música, respectivamente.

Hay mucho más sobre la música, pero por ahora veamos lo que dice en Colosenses 3:16, 17: La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.  Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.
Lo primero que debe abundar en la congregación de los santos es la Palabra de Cristo.  En segundo lugar, Pablo dice que el estilo de música debe componerse de “salmos, himnos y cánticos espirituales”.

Nada dice de reguetón o de “salsa cristiana”. Tampoco menciona el rock, ni el tango.  No cabe duda de que entonces, los griegos tenían sus estilos musicales, sin embargo los cristianos debían atenerse a lo que era la música hebrea a través de muchos años.

Luego veamos lo que dice en Efesios 5:15, 16, 19, 20: Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos... Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. En ambos casos Pablo se toma el tiempo para comunicar a los hermanos que debían tener mucho cuidado con la música que hacía parte de sus reuniones.
Si algún joven me preguntara cómo llegar a ser famoso entreteniendo a los cristianos, especialmente a los jóvenes, con la música que les guste y que concurran a sus conciertos y compren sus grabaciones, yo les daría los siguientes consejos:

Soneto musicólogo para cantantes modernos, famosos, populares y embajadores de buena voluntad en el esfuerzo por globalizar la música “cristiana”

1. Debes tener un profundo deseo de ser popular.  Si no estás decidido a buscar la popularidad a cualquier precio, no triunfarás como “músico moderno”, porque esto requiere cara dura, especialmente en los primeros pasos.
2. Ensaya bien la postura que debes asumir ante el público.  Habrás notado que los más famosos, así llámense cristianos o mundanos (porque ya no hay diferencia) siempre cuando se paran ante el público, lo hacen en forma de horqueta, es decir, con las piernas bien abiertas.  No olvides que esto es indispensable para ser un gran músico, porque de verdadera música no hay nada.
3. En cuanto a tu apariencia recuerda que ser melenudo es indispensable, de modo que déjate crecer el cabello y no te bañes con frecuencia, porque, de nuevo, esto también es parte del “concierto”.
4. En cuanto al vestir, vaqueros bien ajustados, azules, una camiseta con algo escrito en inglés o hebreo... Probablemente un símbolo de la cruz estaría bien.  Los aros en tus orejas deben ser visibles, a pesar de la melena larga.
5. Procura por todos los medios tener alguna “experiencia conmovedora” y si no la tienes, inventa una, de todos modos la gente no distingue la verdad de la mentira, ni lo genuino de lo falso (me refiero a la gente que irá a escucharte).
6. Si no tuviste algún “sueño o visión” cuando fuiste “llamado al ministerio de la música”, inventa uno de esos sueños o visión.  Te hará falta para que alguien más o menos bíblico que caiga víctima de tus “conciertos” coloque sus billetes también.
7. No pierdas tiempo estudiando música.  Hoy en día el “arte moderno” no requiere de tanta preparación.  Eso de que «música es el arte de combinar sonidos» corresponde al lejano pasado.  Deja esto a Bach, Handel, Haydn, Corelli, Beethoven y otros tantos de la misma época que con su música casi se mueren de hambre.  Ninguno de ellos se hizo rico, con tanto conocimiento y tantas obras que escribieron.  No los imites.  Los Elvis Presley, los Beatles, los del rock pesadoy muchísimos otros, estos sí que lograron lo buscado: mucha fama y dinero.  Eso de... cadencia, punto, contra punto, fuga, consonancia, acordes, escala mayor o menor, no te hace falta, ya que estarías pisando terreno firme en lo que a música se refiere y tú buscas fama.
8. Cuando estés ya en la tribuna, saluda a todos con la mano levantada y míralos con una sonrisa, tipo político iniciado.  Cuando ya cantes y escuches los aplausos, no olvides decir que es para el Señor, es probable que alguien te crea y hasta comente: «Qué muchacho humilde».
9. Una vez en la tribuna y en plena acción, mueve la cabeza de atrás hacia adelante, hasta despeinarte por completo, pero nunca sueltes la guitarra.
10. Suelta de cuando en cuando un texto bíblico, pero no se te ocurra uno que mencione la sangre de Cristo, arrepentimiento, confesión de pecados, nuevo nacimiento o algo así.  Busca uno que hable solamente de amor.
11. Cuando “cantas” hazlo como... enojado, como un niño rebelde, como alguien disgustado.  Esto te hará mucho más parecido a cuantos te precedieron.  Grita con todas tus fuerzas y asegúrate que estás al tanto de lo que la gente quiera.  Tienes que ofrecerles lo que ellos quieren, porque para eso ellos pagaron su entrada.

J. Holowaty, Pastor

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