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Boletin dominical -07/08/11

  • Fecha de publicación: Miércoles, 24 Septiembre 2008, 14:39 horas

Desde que las conversaciones de paz directas con el gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu se vinieran abajo el 2 de octubre del año 2010, un mes después de ser iniciadas en Washington

los palestinos advirtieron reiteradamente, que iban a utilizar “otras opciones diplomáticas”.

El gobierno israelí está siendo objeto de un aislamiento internacional creciente como nunca antes, y ello se debe a los esfuerzos de la cúpula palestina y del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.

Abbas, también viajó a Europa buscando convencer a los gobernantes de España y Noruega para que apoyen el estado palestino, pongan a un lado las negociaciones con Israel e influyan para que la Asamblea General de la ONU reconozca la soberanía del estado palestino sobre Judea, Samaria y Jerusalén, además de Gaza.

Tal parece que la creación de un estado palestino fuera inevitable.  A continuación, permítame compartir con usted la opinión del  norteamericano Joel C. Rosenberg, un cristiano evangélico, estratega en comunicaciones, autor de la serie El último Jidah, fundador del Fondo Josué, uno de los estudiosos en profecía más reconocidos en estos últimos días, quien presta sus servicios como un columnista político y cuyos editoriales son publicados por el Wall Street Journal, National Review, y Policy Review, quien comentó:
«Muchos consideran que la creación de un estado palestino es algo inevitable, y que será una realidad en este otoño del 2011.  Sin duda es un tópico controversial, cada vez más importante, dada la próxima votación que tendrá lugar en la Asamblea General de Naciones Unidas este otoño.  Pero examinemos esto con un poco más de detenimiento:

1. La Biblia no habla específicamente sobre el asunto, si se creará o no un estado palestino.
2. Yo me inclino a creer que la evidencia geopolítica sugiere que probablemente sí habrá un estado palestino en un futuro no muy distante.
3. La presión internacional sobre Israel para que cierre un trato, divida el territorio y cree un estado palestino es abrumadora, implacable, y se intensifica cada día más.
4. En la actualidad los líderes palestinos se rehúsan a negociar directamente con Israel.  En lugar de eso, ellos esperan de manera unilateral declarar la existencia del estado logrando que los países en las Naciones Unidas voten por la creación de un estado ante la sesión de la Asamblea General en New York, a celebrarse en el próximo mes de septiembre.
5. Los palestinos tienen más que suficientes votos para que la ONU apruebe tal resolución en la Asamblea General, a pesar de que Estados Unidos ha sugerido que vetaría una declaración unilateral si llega ante el Consejo de Seguridad.
6. La presión internacional más intensa para la creación de un estado palestino proviene de Europa Occidental, la cual está cada vez más en contra de Israel y más antisemita.
7. La mayoría de los israelíes están tan cansados con este asunto del conflicto árabe-israelí, que ahora hasta apoyan la creación de un estado palestino bajo ciertas condiciones.
8. Incluso el primer ministro Benjamin Netanyahu (el líder del Partido Likud de centro-derecha, que se había opuesto a la creación de un estado palestino) se ha ofrecido a dividir el territorio y a ayudar a crear uno, siempre y cuando no tenga tropas ni guarniciones militares en su territorio, ni divida a Jerusalén.
9. Sin embargo, la Biblia advierte de manera enfática al mundo, las naciones, que no dividan el territorio de Israel y declara que todas las naciones que hagan tal cosa, enfrentarán el juicio de Dios.  El Señor dijo por medio del profeta hebreo Joel: ‘Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra’ (Jl. 3:2).
10. A pesar de esta advertencia, las naciones una y otra vez han dividido el territorio de Israel a lo largo de los siglos.
11. La profecía bíblica parece sugerir que el territorio se dividirá una vez más en los últimos días.  En Daniel 9:26b, 27, dice que en los últimos días, el Anticristo, ‘el príncipe que ha de venir’...  ‘confirmará un pacto’ de siete años ‘con muchos’, con los vecinos de Israel, pero que romperá ese pacto después de tres años y medio.  Esto sugiere, aunque no de manera definitiva, que con este pacto se creará o se reafirmará la existencia de un estado.
12. Finalmente, después de romper el tratado de paz, el Anticristo invadirá y conquistará a Israel y gobernará al mundo desde “La Tierra Gloriosa” con maldad y tiranía.  El profeta Daniel escribió: ‘Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán... y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos.  Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo (Jerusalén)antes de ser destruido y juzgado por el Dios Todopoderoso (Dn. 11:41a, 44b, 45).
13. Basándonos en estas y otras Escrituras, me atrevo a sugerir que tal vez se cree un estado palestino, aunque su duración será temporal.  Los lineamientos de este acuerdo geopolítico ya se han hecho.  Funcionarios israelíes y palestinos han estado negociando esto de tiempo en tiempo durante décadas.
14. Por lo tanto, debemos esperar que la presión de parte de Europa continúe aumentando y que finalmente un líder europeo tome la iniciativa y logre concretar el pacto, que para muchos será un acuerdo de paz maravilloso.  Sin embargo, la Biblia deja bien claro que será algo desastroso para Israel, los palestinos, y el mundo.
15. ¿Quién es el dueño de la tierra de Canaán?  Note bien lo que dice Dios: ‘La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo’ (Lv. 25:23).  ¿No hará nada el dueño de Su propiedad si alguien se la quiere arrebatar?  ¿Tiene algún valor para Dios, el dueño del territorio de Israel, las votaciones de la ONU, las amenazas de los iraníes o cualquier otra organización mundial?  En caso de una decisión para arrebatarles la tierra, la cual Dios se la entregó a la descendencia de Abraham, ¿permanecerá Dios con los brazos cruzados o derramará su ira sobre los invasores?».

Pastor, J. A. Holowaty

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