Boletin dominical - 21/08/11

un observador en Lyubertsy, Rusia, quien hizo el descubrimiento por un “telescopio robótico” usando el observatorio cerca de Mayhill, New Mexico.
En el tiempo de su descubrimiento, el cometa se encontraba a 647 millones de kilómetros de distancia de la tierra.  Mientras que para el 4 de mayo del 2011, la distancia de Elenin era 274 millones de kilómetros.

Según Don Yeomans, el director del Programa Objetos Cercanos a la Tierra, del Jet Propulsion Laboratory o Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, estamos hablando de un cometa cuyo paso por nuestro sistema solar no representa ningún peligro.  Él dice: «Algunos cometas, tal como el Hale-Bopp en 1997, realmente iluminaron el cielo, tanto que podía verse fácilmente sin necesidad de ayuda en su tránsito por el sistema solar, pero para ver a Elenin, usted necesitará un buen par de binóculos, un cielo bien claro, y un lugar bien oscuro a fin de percibir su brillo durante la noche».

Es cierto que Elenin se verá más brillante, un poco antes de su máxima aproximación a la tierra el 16 de octubre de este año.  En su punto más cercano, estará a 35 millones de kilómetros de nosotros.  Desde que la NASA confirmó su existencia y su alineamiento con la tierra y el sol para esta fecha, no han cesado las hipótesis y conjeturas que incluso vaticinan una inversión de los polos por su causa, convirtiéndose en mitos de un fenómeno que revoluciona la internet.

Luego de meses de observación, se determinó que el cometa alcanzará su perihelio, el punto más cercano de su órbita celeste alrededor del sol, el 10 de septiembre de este año.  Pero que el 15 de marzo pasado estaría perfectamente alineado con la tierra y el sol.

Cuando se difundió esta noticia durante los primeros días de marzo, inmediatamente dio la vuelta al globo y las repercusiones, obviamente, tuvieron su epicentro en la internet.  De inmediato, comenzaron a circular rumores y teorías apocalípticas de todo tipo.  Un video fue publicado en el canal Youtube el 8 de marzo de este año, dos días antes del terremoto que devastó a Japón.

Según la autora, la alineación que supuestamente se produciría entre el 11 y el 15 de marzo, ya había ocurrido el 27 de febrero del 2010.  Coincidiendo con el día en que tuvo lugar el terremoto en Chile de 8,8 grados en la escala de Richter.

El 9 de marzo, la misma persona publicó un nuevo video, en el cual manifiesta su indignación por la falta de medidas ante lo que estaba anunciando.  Alertó a la gente que vivía al límite de las placas tectónicas de Chile, Los Ángeles, San Francisco y principalmente Tokio, aconsejándoles que se "tomaran unas vacaciones lejos de ahí”.
Y dice en el video: «El noticiero no va a venir a darles la información de lo que verdaderamente está pasando.  El gobierno no va a organizar evacuaciones masivas, porque no saben exactamente cuándo va a ocurrir.  Lo cierto es que no me están escuchando, y eso me pone muy enojada».

Dos días después, el 11 de marzo, se produjo el terremoto en Japón y sus devastadoras consecuencias se prolongan hasta hoy.  Así sea coincidencia, lo cierto fue que el 15 de marzo fue el último día de la alineación de nuestro planeta con el cometa Elenin.

Según los estudios, el cometa continuará su órbita de manera tal que en octubre de este año tendrá su máxima aproximación a la tierra.  Pero antes, el 10 de septiembre, alcanzará el punto más cercano de su órbita con el sol, conocido como perihelio.
El doctor David Morrison, director del Instituto de Ciencia Lunar de la NASA y científico más antiguo en el Instituto de Astrobiología de la NASA, quien recibió su doctorado en astronomía en la Universidad de Harvard y ha pasado la mayor parte de su carrera trabajando en ciencias planetarias y astrobiología, es un escéptico líder y propulsor de mejoras en la educación científica.
Según Morrison, Elenin «nunca estará realmente cerca de la tierra, pero tanto en agosto como en octubre podrá observarse con binoculares y telescopios». Morrison se decidió a responder la avalancha de consultas que recibió por este tema, a efectos de desmentir falsos rumores.

Una de las versiones más difundidas asegura que el campo magnético del cometa, al acercarse a la tierra podría llegar a producir cambios significativos en su eje de rotación, e incluso la tan temida inversión de polos, que podría acabar con la vida en el planeta.

Él afirma: «No debemos preocuparnos acerca de la pequeña atracción que Elenin pueda ejercer en la gravedad de nuestro planeta.  Hay quienes dicen que el cometa puede llegar a provocar daños y alterar el campo magnético de la tierra.  Los cometas no tienen campos magnéticos, y los campos magnéticos no pueden producir la rotación del eje o causar terremotos, no importa cuán grandes sean».

Sin embargo, nadie puede negar que están ocurriendo cosas muy raras en el mundo: fenómenos extraños en el sol y la luna, cambios erráticos en el clima, desastres naturales incontrolables, y a no dudar seguirán ocurriendo muchas cosas más, aunque no sé cuáles puedan ser, ya que el alineamiento de la tierra, el sol con el centro de la Vía Láctea, bien podría causar algún tipo de perturbaciones.  Asimismo el aumento de tormentas solares podría alterar el clima y las comunicaciones.

Yo no soy ni astrónomo, ni físico, científico o geólogo, sólo un estudioso de las profecías de la Biblia, pero sea lo que sea que pueda suceder, tenga por seguro que no ocasionará el fin del mundo, la extinción en masa de la humanidad, ni mucho menos un salto cuántico en el nivel de la conciencia humana.

Dios es el autor y consumador de todo, y es cierto que el Señor Jesucristo dijo que en los últimos días antes de su venida, “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas” (Lc. 21:25, 26).

Sin embargo, el Señor asimismo dejó bien claro, “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mt. 24:36).

J. A. Holowaty, Pastor