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Boletin dominical - 31/12/11

  • Fecha de publicación: Viernes, 30 Diciembre 2011, 05:02 horas
Doce meses con sus doce metas

     ¡Qué bueno sería que todos acordáramos metas claras y bíblicas para el año entrante!

     Me atrevo a proponerlas y su cumplimiento ya dependerá de cada uno de nosotros.

 

1.   Propongámonos leer toda la Biblia de aquí hasta el próximo 31 de Diciembre.  Es una aventura muy agradable y, además, nos libra de un mal que resulta poco agradable, llamado... «Abibliosis Crónica»  (Jos. 1:8).

2.   Sea más perseverante en la vida de oración.  Especialmente en su vida privada.  Ore por su familia, por la iglesia, por sus vecinos y por aquellos a quienes tiene oportunidad de hablar de Cristo.

     Su familia y sus parientes son su responsabilidad.  No sea negligente.  El Señor ciertamente oirá su clamor e intervendrá salvando a aquellos que usted le presenta.

     No siempre recordamos por qué Satanás no logró su cometido con Job  (Job 1:1-6).

     ¿Se durmió Satanás y llegó demasiado tarde para derrotar a este gigante de Dios?  ¿Cuántas veces usted oró por sus hijos y sus nietos?

3.   Deje de mentir y hable la verdad  (Ef. 4:25).

4.   Participe financieramente en el extendimiento del Evangelio.  En lugar de ponerse a discutir si se debe diezmar o no (ahora que estamos en la gracia), ¿por qué no imitar a nuestros hermanos de la iglesia primitiva?  (Hch. 4:32-35).  ¡Qué cuadro más hermoso es la espontaneidad en la generosidad!

5.   Seleccione con cuidado a sus amistades, incluso si ya es una persona ma­yor y tiene hijos también mayores.  No sea demasiado inclusivo.  Las puertas de su casa no deben estar abiertas, venga quien venga  (1 Co. 15:33).

6.   Cuídese mucho de la serpiente conocida como... «codicia».  ¿Qué significa esto?  «Es el deseo excesivo de riquezas u otras cosas».  Es cuando uno nun­ca está satisfecho.

     La Biblia habla sobre este mal.  Salomón ofrece consejos muy oportunos es­pecialmente a los jóvenes  (Pr. 1:8-19).

7.   Cuidado con las bebidas embriagantes  (Pr. 23:29-33;  Os 4:11).

     Hay muy serias amonestaciones incluso a los cristianos para tener especial cuidado con la embriaguez  (Ro. 13:13;  Gá. 5:19-21).

     ¿Cómo evitar la botella fatal?  (Pr. 23:31).

     Esto es lo mismo que decir: «No tomes la primera copa».

8.   Propóngase limpiar su hogar de la música corrupta reemplazándola con música cristiana, especialmente instrumental y clásica.  Nunca olvidemos la música que debe hacer parte de los momentos cuando la iglesia se congrega.  Ese mis­mo estilo de música debe llenar nuestros hogares  (Col. 3:16, 17).

9.   Propóngase ante el Señor orar por la salvación de todos sus hijos cuanto antes.  ¿Cómo lograr esta meta?  (Dt. 6:6-9).

10.      Jamás debe olvidar a Radio América, ya que se trata del esfuerzo misionero de toda la iglesia, además de hermanos que suelen enviarnos sus ofrendas del exterior.

11.      Hay hermanos en Argentina que desean instalar algunas emisoras de poca potencia, pero la idea es que sean varias y que retransmitan los programas que están en el aire las 24 horas.

12.      La impresión que tenemos es que debido a los cambios políticos, sociales y religiosos en todas partes del mundo tan visibles y pronunciados, nuestro planeta seguramente experimentará la partida de la iglesia.  No nos asusta este evento, pero debe hacernos ver que todavía podemos llamar a los perdidos al arrepentimiento y a ser salvos por medio de Cristo  (Mt. 24:35-46).  Reflexione sobre estas palabras tan solemnes.

     Hay un dicho que se usa en inglés cuyo significado en español es: «El perro viejo no aprende trucos nuevos».  Pero, como nosotros no somos perros, es probable que podamos por lo menos corregir lo mal hecho y vivido.  ¿Tiene usted algún hábito malo?  ¿Le llamaron la atención, pero usted dice que ya no puede cambiar?  Por ejemplo, ¿puede venir cada domingo a tiempo y nunca tarde para estudiar la Palabra de Dios?

     ¿Puede dejar otro mal hábito que es el de caminar por el pasillo mientras dura la enseñanza de la Biblia?  ¿Qué le parece aprender a sentarse en la parte posterior del templo para no llamar la atención a toda la congregación como diciendo: «¡Aquí voy yo!».

     ¿Acostumbra tirar papeles y/o botellas de gaseosas en cualquier lugar del patio, sabiendo que el mismo debe mantenerse limpio?

     ¿Es usted una persona responsable y llega siempre unos 15 minutos antes de comenzar sus actividades con su clase, si esta es su tarea?  Bien dijo alguien: «Antes sí, a tiempo siempre, tarde nunca».

     Mientras el predicador proclama el Evangelio estando tras el púlpito, ¿es usted uno de esos que allá afuera aprovecha para conversar con alguien vaya uno a saber de qué?  ¡Cuán dañino es esto y perjudicial para el orador de turno!  ¿Se da cuenta de cuántas cosas hay para corregir?  Por favor tratemos de dejar los malos hábitos con el “año viejo”, porque nuestras malas costumbres no tienen por qué reciclarse.

     Así que, no importa lo que hagan los otros, usted decida no repetir nada que pueda dañar o afear la imagen de la iglesia.

     Finalmente, los hay varones que entran en el templo ¡con su sombrero puesto como si lo necesitaran para calentar su cabecita!

                                                                                   J. Holowaty, Pastor

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